Ralph Vaughan Williams (1872-1958) fue el compositor inglés más importante e influyente de su generación, con una vasta producción que incluye nueve sinfonías y cinco óperas, ballets, abundante música coral, e incluso bandas sonoras. Pero junto con las sinfonías, sus obras más apreciadas son la «Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis» (a la que Joaquim dedicó ya una entrada en «In Fernem Land»
que acaba de actualizar para la ocasión con un video precioso) y «The Lark Ascending», («La alondra ascendente» o «El remontar de la alondra»; ninguna de las dos traducciones me gusta) «La ascensión de la alondra»(*), un fascinante romance para violín y orquesta que traigo hoy aquí.
Inspirado en un poema de George Meredith, fue compuesta en 1914, al inicio de la Primera Guerra Mundial. Vaughan Williams (VW para los amigos) escribió algunas ideas para este concierto mientras observaba, no el vuelo de una alondra como cualquiera podría pensar, sino el transporte de tropas en el Canal de La Mancha… lo cual le costó ser arrestado tras la denuncia de un chiquillo que tomó las notas musicales por el mensaje cifrado de un espía.
El vuelo de una alondra… Es comprensible que muchos compositores se hayan negado a que sus obras se asociaran a una escena o argumento, siempre reduccionista, pero que sin embargo es a veces una ayuda que nunca supondría mayor problema si el oyente supiera ir más allá. Aquí, con la explicita indicación del título, es imposible escuchar este concierto y no imaginarse una alondra dando vueltas, alejándose, yendo y viniendo en el aire hasta acabar por desaparecer. Pero no hay nada más evocador que este tipo de imágenes, de manera que esta música tan claramente descriptiva acaba por conducir a emoción pura y abstracta.
Lirismo, melancolía y un profundo anhelo de trascendencia pero desde una perspectiva bucólica muy sencilla y familiar. Vaughan Williams pasó muchos años recopilando canciones del folclore inglés, y el tono pastoral de esta composición parece haber recibido su influencia. Su reconocido misticismo (nada raro entre agnósticos como él) hace el resto.
Para que la cate quien no la conozca, he preferido poner este arreglo abreviado en el que la alondra es una patinadora surcoreana que vuela la mar de bien. La verdad es que merece ser vista a toda pantalla (aunque a la música le dan un toque oriental, que curiosamente no chirría demasiado… ¿cosa de la Commonwealth?)
Video de MOMOTUNE
La versión completa está para oir y descargar ya no está aquí, en una interpretación de Tasmin Little y la BBC Symphony Orchestra dirigida por Andrew Davis, que me parece extraordinaria. Hay que reservarse quince minutos, y aunque no son imprescindibles ni el entorno ni el vestuario de la señorita de la pintura (de un tal Szinyei-Merse; la alondra es un puntito negro en el claro del cielo que apenas se ve), sí que conviene apagar el móvil, recostarse cómodamente y cerrar los ojos. Y si entra sueño, aprovecharlo, que el de hoy ya no volverá mañana y la música, en cambio, va a seguir aquí.
pero, diez años despues, tenemos un excelente y actualísimo video de la misma Tasmin Little, ahora con los London Mozart Players, todos con estas mascarillas que no nos dejan olvidar.
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(*) Tan fácil que es cuando se sabe… Gracias, Colbran. Pero, no en mi descargo, sino por curiosidad y para llamar la atención sobre los peligros del Google nuestro de cada día, hay más entradas con una mala traducción que con la corrrecta: 792 frente a tan sólo 17.
Vaughan Williams, què dir!,
A casa nostra injustament i sovint oblidat de les programacions de l’OBC i ignorat a can Liceu.
En qualsevol cas com la majoria de musics anglesos, Britten al marge,del que ja que s’ha fet una justa i merescuda posada al dia.
L’obra que ens proposes impressiona per la meticulosa i cuidada orquestració i reconforta pera serenitat que la música em proporciona.
La versió patinada em distreu massa 😳
Ja ho entenc que et distregui 8)
Si, els anglesos totalment oblidats, i no ho entenc perque crec que agradaríen molt.
Gracies per el comentari, que aixó estava un xic trist… 😉
Jose Luis, m’ha agradat molt aquest post. La musica de Vaughan Williams, melancòlica i amb una sensibilitat que a mi m’ha fet posar la pell de gallina. El vídeo de la ballarina també m’ha agradat, i molt.
…com pot arribar a expressar una persona tanta bellesa amb el seu moviment ?
Perfecte !!!
Trovar el video va ser un xurro, i també a mí em sembla que la noia ho fa de meravella. Clar que hi ha qui es distreu…
La musica es per migdiada al camp, a l’ombra, amb una mica d’airet a la cara i pensant nomes en un ocell que en un cel blau,
allunyant-se…
Vaig veient que fer un post es molt gratificant, encara que no provoqui respostes. Es una petita feina acabada, on has dit la teva… pero quan algu et diu que li ha agradat, ja es la monda… Gracies!
A mi també m’ha agrada José Luis.
Vaughan Williams devia ser la «repanocha». Com pot algú agafar «algunes idees» per escriure una partitura tan sublim tot veien com tranportaven les tropes??
Increible.
Bé, suposo que miraría el cel i no el mar… 😉
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