Hoy no tocaba entrada, pero me he encontrado en el correo con un texto de esos pocos que inmediatamente reenvío a todos mis contactos, y ha cambiado el plan. Me lo ha mandado Nati, y es el escrito de una maestra o profesora anónima, que luego he identificado como Misia en un blog llamado “Quédate a dormir”
Entre mis escasas convicciones, hace ya tiempo que tengo un par que parecen inamovibles: Una, que la educación es el terreno en el que se juega el destino de una sociedad y donde los políticos podrían y deberían dejarse la piel, y dos, que la tele-basura tiene una muy poderosa y negativísima influencia sobre los más jóvenes y sobre la asimilación de modelos de comportamiento y valores en los que se asienta la sociedad. Y como lo que dice Misia va en esta línea, además de dejar el enlace con el blog en el que lo publicó hace ya unos meses, lo copio íntegramente aquí.
«Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre porqué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía. Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia, nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades. Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.
Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser «rey» y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir – y mucho – en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.
Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas… son críos. Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga «bla». Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.
Y, Lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de «no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play/ irme de compras al Centro Comercial y ya». La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura, por las Ciencias… no es algo tan raro, y puede conmigo.
Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es «auténtica» (signifique lo que signifique eso). Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.
Video de ogroty
«Eh, que yo no quiero ayuda de nadie, que no necesito ayuda, leche» dice la Esteban en un momento de estos cuatro minutos de despropósitos. «Como yo no he pillado esa revolución -la industrial- tres narices me importa»- un argumento que podría haber empleado uno de mis peores alumnos.
En fin… lo grande es que estoy convencida de que la mayor parte del público (y muchos de los de las mesas) no tenían ni idea de que la chica estaba metiendo la zarpa hasta el fondo y más allá y reían y aplaudían porque lo decía el regidor.
Entendedme: yo no critico a la gente que no sabe. Yo no sé mucho de tantísimas cosas… tampoco creo que tenga que ser motivo de vergüenza el no haber estudiado, el no hablar correctamente o el tener lagunas de conocimiento. Lo que me revienta es la actitud contraria, la exhibición con orgullo de la ignorancia y el menosprecio a cualquier cosa que huela a sapiencia. Me duele el desprecio a la educación, en todos sus sentidos. Me duele… y me da una pena que me muero.»
Estic bàsicament d’acord amb tot el que expliques en aquesta entrada que has publicat avui, sobretot en el tema de l’educació… tans sols em fa una mica de «por» la frase en la que dius «que la tele-basura tiene una muy poderosa y negativísima influencia sobre los más jóvenes y sobre la asimilación de modelos de comportamiento y valores en los que se asienta la sociedad».
Moltes vegades em pregunto que es «tele-escombreries» ? Qui la defineix ? Si algú considera que es tan dolenta… voldria dir que algú podria arribar a PROHIBIR la seva emissió …. això seria just ? Jo soc partidari d’aquella frase que diu «PROHIBIT PROHIBIR»… perquè sinó la llibertat d’unes persones aniquilaria la llibertat de les altres. Jo m’es d’un cop he vist programes anomenats «tele-escombreries» i m’ho passo be….em distreu. Quin mal faig a ningú ?
També m’agrada l’opera, el bon Teatre, la dansa, la musica clàssica. Peró no per aixo tinc que menysprear segons quin programes que distreuen a la gent. Creu-me que a vegades la gent normal necessita’n distreure’s… i jo soc un d’ells. Em molesta a vegades que no siguem lliures ni de comentar a la feina o en el nostre entorn (ens fa vergonya ?), que també veiem Gran Hermano, Pekin Express o qualsevol reality que la majoria de nosaltres algun cop també veiem.
Entenc molt el bé el que dius, i et dono molta raó, però… això es com les drogues, que alguns adults (adults) les podrien utilitzar amb un cert control, però entre el jovent poden fer i fan desastres. No soc un aguafiestas i em sembla molt bé frivolitzar i divertir-se amb cotilleos. Em trobo de vegades amb coses d’aquestes i aguanto… fins que surt un periodista i es posa a pontificar i a jutjar com si fos Deu Pare, i marxo amb mal de panxa, real, físic. No ho suporto. Nominacions i votacions, tot el dia dient qui es mes bo o mes dolent. I judicis morals en mans de personatges de més que dubtosa moralitat.
Prohibir? No. Però jo demanaria als periodistes que s’ho miresin una mica, que emparant-se en la llibertat d’expressió s’oblidan del seu codi deontològic i tenen en canvi molt present el de la pela. Vull una discriminació positiva en favor dels debats amb cap i peus i de la cultura. I negativa per la tele basura. Prohibir? No. Fer quelcom, sí
Creo que este es ya un debate antiguo y no parece que demos con la solución. Recuerdo una reunión de profesores de 2º curso de ESO en la que un profesor, nuevo en el centro, se cuadró contra las medidas disciplinarias que se proponía desde coordinación, su argumento era : la cultura solo puede florecer si hay libertad. A mí me dió un ataque disciplinario pués el curso anterior -fue el primer año de implantación de la ESO- fué caótico y le repliqué contundente : te puedo asegurar que el año pasado los alumnos gozaron de amplia libertad y por más que trabajamos la cultura no floreció.
La juventud es muy permeable y en la televisión que hoy se ofrece copan muchas horas de emisión personajes como Belén Esteban, grandes hermanos, etc.. . En cambio no se nos muestran, con la misma amplitud horaria, otros modelos de jóvenes -cultos, formados – que luchan por hacerse un hueco en la sociedad y que también existen en nuestro país . Son muchos ¿por qué no los muestran? Son el mejor modelo a seguir.
No los muestran porque no venden, y de lo otro todo lo que haga falta, porque vende. Me parece a medias bien que se dé lo que la mayoria pida, pero hay areas como la medicina y lo relativo a educación en las que la sociedad debiera evitar que el poderoso caballero fuera quien mandara. Es un asunto espinoso que no se arregla prohibiendo como dice Miquel, con el que también coincido en que no se trata de ponerse en plan taliban. Pero aunque para muchos sea un divertimento (y tal como está el patio, ya va bien poder reirse de algo), tampoco tengo duda de que no está haciendo ningún favor a la sociedad.
Qué cutrez la Esteban, no había visto este triste video nunca y seguro que es de los más visitados. Hay jóvenes estupendos, la mayoría. Pero no se ven como dice Nati. Lo que si es preocupante es que están faltos de ilusión y de compromiso por el trabajo bien hecho. Terreno abonado para mucha depresión?
Si, la mayoría de jovenes son estupendos, y la verdad es que tampoco creo que se tomen muy en serio las burradas que oyen, sobre todo si en casa hay lo que tiene que haber. El problema son los que, pudiendo ser o seguir siendo estupendos, no tienen tantos recursos en su entorno, y a esos, lo que se propone en esos programas como modelo de comportamiento socialmente aceptable les puede hacer bastante daño. Y no sólo la Esteban, que por esperpéntica puede que hasta sea más inofensiva, sino toda la falsedad de los reality, con gente haciendo como que es espontánea, «debates» en los que gana el que más grita, y ya, lo que es común a casi todo: A quien nominamos, expulsamos, crucificamos o ponemos verde esta semana. Grave asunto sobre el que convendrá seguir discutiendo hasta el próximo show.
Gran parte del problema de la educación reside en que los resultados tardan mucho en verse. Si los responsables políticos apostasen fuerte por la educación de los niños que entran en el sistema educativo con cuatro años, los resultados finales no llegarían hasta que acabasen sus carreras universitarias dentro de veinte años, y ningún político está interesado en unos resultados a tan largo plazo, todos tienen la vista puesta en las próximas elecciones.
Dedo en la llaga. Pero el gran problema entonces está en la política. Y la solución sería que se pactase excluir la educación (y la sanidad) del debate electoral. No veo otro remedio si no queremos que los males de la democracia acaben por devorarla y se repita la historia…
Muchas gracias por pasarte por aquí… vuelve el fin de semana, que me parece que sales.