Si no fuera porque ya le compensó contribuyendo generosamente al éxito de su obra, la música estaría en deuda con el perfeccionista Stanley Kubrick, que tan inteligentemente la mostró y utilizó en sus películas: Como elemento sustancial del propio argumento en “La naranja mecánica”, como poderoso refuerzo emocional con los dos inolvidables Strauss de “2001: Una odisea del espacio”, como indispensable ingrediente del retrato de una época en “Barry Lyndon”, o como contrapunto sarcástico también en “La naranja mecánica” con aquel “Singin’ in the rain” que la cerraba y más ácido aún en “Dr. Strangelove or: How I learned to stop worrying and love the bomb” (que aún sin saber inglés cualquiera puede ver que significa “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú “) y el «We’ll meet again» que acompaña el apocalipsis final. Pero es que además, muchos aprendimos gracias a él que Strauss no componía solamente valses… bueno, es que era otro… ya, ya, era una familia… no, no; es que hay otro Strauss, que no tiene nada que ver (1)… Y ya más recientemente, descubrimos aún con la póstuma “Eyes wide shut” (2) que el tremebundo Shostakovich también era capaz de escribir poderosos valses; rusos, pero valses (3)
En efecto, ya desde los títulos, esa inquietante película arranca con un vals que, junto a la escena del baile a que conduce, conforma un inicio absolutamente deslumbrante. El Vals es el nº 2 de la Suite de Jazz nº2 de Dimitri Shostakovich, que se puede oir aquí interpretado por la Orquesta del Royal Concertgebouw dirigida por Ricardo Chailly, en la misma grabación que fué utilizada para el film.
Un opulento y genial vals, aunque nada de jazz, tal como señala la crítica Elizabeth Wilson en la interesante reseña del propio disco:
Viena y el Ejército Rojo. Vals de pana según el genial Assur, además de disfrutarla, esta maravilla va a inaugurar una apasionante sección para la que ruego y espero sugerencias:
Parecidos (más o menos) razonables, sospechosos o casuales
Este será a partir de ahora un grupo al que se podrá acceder desde la ventana «Categorias» de la columna de la derecha bajo el epígrafe «Parecidos» y también desde la etiqueta que se añadirá a cada entrada en la que proceda. En él se encontraran esos fragmentos musicales más o menos parecidos que todos descubrimos y que siempre suscitan las mismas dudas: ¿Cita o plagio? ¿Uso o abuso? ¿Casualidad o caradura? ¿”Intertextualidad” musical o falta de ideas propias?
Y la primera pareja de baile, el vals de Shostakovich y lo que sigue ahora mismo:
“Yo te daré”. No he puesto la canción completa, una joya musical y literaria de primera, por respeto a los que tienen a la tuna en el palmarés de cosas más odiadas, como es el caso de Titus y Atticus (amigos ambos de la Hispania Levantisca) que coinciden también en su afecto por los taxistas que dan conversación (4) En todo caso, era la menos lamentable de las interpretaciones que he logrado encontrar, y vale perfectamente para señalar el muy razonable parecido, por no decir calco, con los primeros compases del vals en cuestión.
“Una mañana de Mayo (Yo te daré)”, que ese es su título completo, es una canción popular de autor y procedencia desconocidos, probablemente de mediados del siglo XIX. Lo cierto es (ver comentario de Colbran) que se oía mucho, porque la cantaban los niños y los no tan niños, incluyendo legionarios, falangistas (5) y tunos. Y el hecho es que Shostakovich pudo muy bien haberla oído, sobre todo si se tiene en cuenta que en 1936, seguramente intentando aminorar las consecuencias de la reciente condena de Stalin (“Caos en vez de música”) puso música a la obra teatral “Salyut, Ispaniya”, centrada en la figura de Dolores Ibarruri “La Pasionaria” y en la que se oye esto:
Sin embargo, “A las barricadas” es en realidad una marcha polaca anti-zarista, “La Varsoviana”, a la que en España puso letra el poeta anarquista Valeriano Orobón Fernández poco antes de morir en 1936, cinco meses antes del estreno de “Salud, España”. Lo que se ha oído pertenece a una reconstrucción en la que se han permitido la licencia de usar el himno español, con lo que no puede sustentarse que Shostakovich hubiera oído lo que se cantaba por entonces en España, incluyendo el “Yo te daré” de mis pesares. Para recuperarnos del disgusto, una preciosa “Cancion de Rosita” de esa misma obra, aunque la verdadera enamorada del bajo Kamil Barczewski es una tal Rasita (6). Dirige Mark Fitz-Gerald.
De la mano de Rafael Simón Marín llegamos sin embargo a un final feliz, pues en los comentarios a la presentación de un audiovisual de Benjamín Gadea sobre “Salud España” (Centro Cultural Conde Duque, Madrid. 2009) este buen señor señala que “… no es la única obra de Shostakovich relacionada con nuestra patria, pues en 1956, e inspirándose en los cantos que escuchó a un ‘niño de la guerra’, compuso una colección de Canciones Españolas, y en 1969 incluyó dos poemas de García Lorca en su Sinfonía nº 14”
La exultante negrilla-roja es obviamente mía. Shostakovich pudo perfectamente haber oído esta canción, y es atributo de los genios convertir el carbón en diamante. Así pues, un parecido muy razonable, nada sospechoso y posiblemente nada casual. Conclusión trivial y hasta obvia a toro pasado, pero que no he encontrado por ninguna parte, lo cual no quiere decir que no exista. He hecho una medianamente intensa búsqueda por la red, y hay bastantes comentarios sobre este evidente parecido, pero ninguno que lo explique y muchos que van al revés, atribuyendo la melodía a Shostakovich y la cita o plagio a “Cristina y Los Stop”, por ejemplo. Yo no me hago responsable de lo que pueda sucederle a quien se atreva a comprobarlo, pero en este video hay un comentario en ese sentido.
http://www.youtube.com/watch?v=sj0iNExOdNo
Espero ansioso que algún erudito se pase por aquí. Lo cierto es que hace cuatro días sólo sabía que cuando quería acordarme del vals me bastaba con canturrear la letra de marras, que ya es triste, y una vez más compruebo que para aprender no hay nada como querer enseñar.
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(1) Salvo por “Der Rosenkavalier” que también tiene su vals, por cierto, monumental.
(2) “Ojos cerrados de par en par” parece que sería una buena traducción, pero como hacer pensar no vende, lo dejaron en el inglés original y así sigue.
(3) Para diferencias entre valses rusos y vieneses, preguntar en Ca l’Assur (a Badalona, on la mar va de bracet amb la Rambla) que lo explican de maravilla, y además tratan con mucha simpatía y cariño a la gente.
(4) En el tercer lugar del ranking de odiados, Atticus pone a los mimos, mientras que Titus se decanta por eso de acabar cargándose la carcasa de un CD nuevecito tratando infructuosamente de quitarle el celofán. Creo que este asunto podría en el futuro dar pie a otra nueva sección, el top-ten del odio o algo así.
(5) En un foro de cuyo nombre no quiero acordarme, reivindican el uso del “¡Café!” de la letra, acrónimo según ellos de algo que tampoco quiero reproducir, como contraseña entre conspiradores de esa facción, comparándola con el pez que dibujaban los cristianos para reconocerse mutuamente.
(6) Antes de que alguno de mis avispados amigos me lo sugiera, me anticipo rechazándolo: Dice «Rasita», no «rasista», y no es que el pobre hombre se lamente porque le estén acusando de racismo sin motivo.
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ACTUALIZACION (3/11/10)
Casi a diario localizan esta página buscando en Google «Shostakovich yo te daré». Ayer lo hicieron con «letra vals 2 Shostakovich».
ACTUALIZACION (9/11/10)
Colbran ha dejado un comentario imprescindible sobre el «Yo te daré»
ACTUALIZACION (16/01/13)
Otra canción que se cantaba mucho por entonces era la de Villagarcía, esta mañana temprano cogí mi caballo y me fui a pasear, tuve que pasar la ría de Villagarcía que es puerto de mar, y yo te daré, te daré niña hermosa, te daré una cosa, una cosa que yo solo sé, café.
Pero decir café al final de la canción era de rojos, porque el café andaba muy escaso y estraperlado.
Francisco Umbral – Memorias de un niño de derechas
ACTUALIZACION (23/06/13)
Un amable visitante que firma horacio chivacuan nos ha descubierto el “Yo te daré” en los primeros compases del tercer movimiento de la Sinfonía No 5 “Reforma” de Mendelssohn, fechada en 1830. El parecido se limita a la primera frase, pero es espectacular, véase en este arreglo para trompa y piano
o en la misma sinfonía, con Claudio Abbado y la LSO.
(*) ACTUALIZACIÓN (22/11/2015)
Hace ya casi un año que Yeyico dejó aquí el comentario que obligaba a rectificar el título de esta página: El Vals nº 2 no pertenece a la Suite de Jazz nº 2, sino a una recopilación muy posterior de piezas escritas para bandas sonoras que Shostakovich tituló Suite para orquesta de variedades. Con lo que no es raro que “la música apenas se corresponda con la idea de jazz comunmente aceptada” como señalaba Elizabeth Wilson.
La película en que se hallaba el vals, El primer escalón, es de 1955, sólo un año antes de que los “niños de la guerra” le inspirasen las Canciones españolas, con lo que la posibilidad de que les escuchase también el Yo te daré, es aún mayor. Aunque lo sustancial se halla en el comentario de Yeyico, aquí hay información detallada sobre estas suites. Y, lamentablemente, también un argumento en contra de que Shostakovich se inspirase para el vals en la cancioncilla española.
ACTUALIZACION (23/10/20)
Una prueba relativamente fuerte en contra de la coincidencia casual, que hasta ahora no había advertido a pesar de ser evidente, es el final del vals, con dos acordes tan idénticos al «¡Ca-fé!» que parecen un bromístico reconocimiento por parte de Shostakovich.
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Gracias José Luis, muchas gracias.
No sabes como te agradezco este vals, que falta me hacía después de esta tarde tan tristona, con comentarios tan agrios en nuestro blog amigo.
Buenísima la foto de parecidos … y el tono que le has dado al post.
Gracias de nuevo .
P.D. Bailarías conmigo este vals ???
Celebro que te haya venido bien.
P.D. Lo bailaría. 😉
Gracias.
Yo estuve en una boda en la que los novios bailaron este vals, lo que me sorprendió bastante, entonces no lo conocía y recuerdo que pensé que se trataba o de una banda sonora de una película italiana o un vals de Prokofiev. Después buscando y rebuscando en youtube, descartada la opción banda sonora y agotado Prokofiev, di con el de Shosta. Qué satisfacción tan extraña se siente cuando a una música consigues ponerle nombre y apellidos, es como si sin conocerlos no exisitiera.
Sí, hubiera sido un vals perfecto para «El Padrino» o «El honor de los Prizzi» que supongo pueden considerarse italianas, y tampoco hubiera estado mal en «El Gatopardo». Será porque les sienta bien la pana
También coincido en la necesidad de filiar la música, que mientras no lo logras tampoco puedes oirla en paz. Supongo que a un pastor que silba lo que oye no le pasará, y que será cosa de nuestra cultura posesiva.
No sería en una boda en Jerez?
A la que yo fui y lo pusieron, tuve la misma sensacion. «Banda Sonora», pense.
De hecho este vals lo uso Kubrick en Eyes Wide Shut. A veces la memoria fija la musica de una manera bastante curiosa.
Hola, Juan, bienvenido. Ahora le pregunto a maac.
Bueno, de hecho, esta entrada y la foto que la inicia parten del uso que hizo Kubrick de esa pieza 😉
Yo el único jerez que recuerdo es el del aperitivo.
En la boda de mi sobrino también se bailó este vals. Los novios empezaron con un rock muy divertidos y después bailaron els vals , pero sabes maac en las últimas bodas a las que he asistido no se ha bailado vals. Qué descafeinadas !
Tienes mucha razón, yo necesito identificar la pintura, pero para identificar la música soy muy torpe.
No sé si Cristina y los Tops van plagiar Shosta o Shosta la melodia popular…Jo he hagut de tornar-me a posar el vals després de veure el video de you tube…per equilibrar…molt bonic…i al.lucinant l’argumentació i viatge i info que ens dones, que pels «no erudits» és un estímul GRATIS (en los tiempos que corren!!) de valor incalculable. Que no decaiga!
Estaves advertida del perill de la Cristina.
Jo soc del club «no eruditos», com aniràs comprovant si es que encara ho dubtes. Però estic molt content del que he après al preparar aquesta entrada. Crec que no me’n penediré d’haver-me ficat en aquesta aventura. I si a sobre a algú li agrada, ja es massa.
vals de pana? yo diría de encaje negro, muy español, como el del vestido que lleva la fría Nicole Kidman cuando baila con un galán altííísimo en ese ático art-decó neoyorkino. Este vals tiene un defecto: se te mete en la mollera y no hay manera de sacarlo. Espero otra melodía pronto, que lo sustituya!!
Yo le tengo manía manía a los tunos por las novatadas fascistoides que nos hacían en el colegio mayor, por el look trasnochado, por muchas cosas más.
El post de hoy, superoriginal!
Assur (que por cierto hace dias que no chista) sacó lo de pana/seda en relacion a los valses rusos/vieneses, muy acertado. Está claro que este es un vals más recio, y tu imagen del encaje negro, y bailado muy tiesa y seriamente, también le va muy bien.
Sabes lo más curioso? A mí el inicio de la peli me dejo planchado en la butaca, entre el vals y el baile de la Kidman, con la cámara moviéndose de miedo por el ático de las bombillitas. Y asocié las dos ideas, de manera que creia que Kidman bailaba el vals, y al preparar esto, me he dado cuenta de que no es asi.
Creo que la tuna se merece su propio top-ten de razones por las que se la odia…
Gracias!
Me olvidé el link al vals de la Suite de jazz nº1:
No sé si a Fellini le gustaría o no.
A mí sí me gusta .
Tengo que investigar el tema este de los valses rusos … gracias por las sugerencias …
Yo detesto los bares y restaurantes con gente hablando en voz bien alta o a gritos, que en este país son la mayoría.
Ups, debo haberme equivocado en algo, he escrito dos mensajes y sólo sale el primero. Repito el segundo aquí:
Decía que a lo que más se parece el vals de la Suite de jazz nº2 de Shostakovich, al menos al principio, es la vals de la Suite de jazz nº1 del mismo autor. Para los que conocimos primero el segundo, escuchar el primero se hace algo raro, es como si una melodía conocida decidiese ir por otro camino diferente al que esperamos que siga.
También decía que sería interesante conocer los odios del público del blog. Seguro que la tuna estaría presente en muchas listas de odios. Y yo me pregunto, si todo el mundo odia a la tuna, ¿por qué todavía hay tunos?
Este otro es también estupendo, como si fuera la versión gitana o gamberra del no 2. A Fellini le gustaría seguro.
Voy a acabar de pensármelo, pero creo que sí que se puede hacer una pagina de odios. Hoy he caido en otro mio: Estar escuchando algo en el ordenador y que te salte a todo trapo la música de una página, en mi caso un banjo con gallinitas y mugidos y de todo. Y como repite, desesperante.
Lo de la tuna, es que los que la odiamos, la odiamos tanto que parecemos más, pero nadie dice que la odie todo el mundo.
Yo he conocido mucha gente a la que le encanta la tuna, cuando estaba en la facultad a la mayoría de estudiantes le gustaba, inexplicablemente para mí. Lo que nunca entendí es cómo era posible que la edad media de los tunos de mi facultad rondara los cuarenta o cincuenta, lo extraño era encontrar a jóvenes y estudiantes. Volví a verlos al cabo de los años y seguían siendo los mismos, ahora debe parecer un grupo del Imserso disfrado.
Yo lo que odio -y lo digo por lo bajinis, para que no se enteren en algunos blogs vecinos- son el 99 % de las películas musicales americanas.
Y yo, que en una entrada curradísima y de investigación, se acabe hablando de la tuna. Qué falta de respeto.
Por cierto, José Luis, me has hecho recordar el corto de Jean-Pierre Jeunet, «Foutaises», con tu permiso:
Pasa, pasa siempre que quieras, y más si es para dejar virguerías como esta. Ahora me parece que la sección tendría que ser de odios y amores, con este corto a la cabecera para dar el tono. Genial.
El vals en una suite de jazz ya tiene coña, ¿no?. Mira que le he querido siempre encontrar el jazz, y no lo he hallado por ningún lado, pero bueno, la obra me parece magnífica y este vals, arrebatador.
La película que lo hizo famoso, una pífia monumental, con el final más demencial y falso que hubiese podido imaginar de un genio como Kubrick.
Leido el comentario del disco de Chailly, me he quedado con la idea de que Shostakovich vendió al Soviet lo que le dió la gana.
Salvando los minutos iniciales, la película me dejó absolutamente desconcertado (o «inverosimil», como decia una abuela que me sé yo) y si no la hubiera firmado Kubrick hubiera dicho que era una pretenciosa bobada. Con todo, es de las que quiero volver a ver otra vez.
Estoy de acuerdo, buen principio de peli e incompensible desarrollo y final*. Ay, Mr Kubrick..Si hubiera prosperado la peli de Napoleón, otro gallo cantaría.
*El libro de Arthur Schnitzler, «relato soñado»seguro que es bueno, lo tengo pendiente, ¿lo habéis leido?; «el regreso de Casanova» me entusiasmó.
No lo he leido ni el uno ni el otro, y te agradezco que me lo recuerdes.
Acabo de encargarlo. Se me había metido en la cabeza que era de Zweig, y sin acordarme del título no es raro que no lo encontrara ni en internet ni en ninguna libreria, porque llevaba años buscándolo. Gracias! Ya te diré
El título exacto de la canción que dió origen al tema escuchado en «Eyes wide shut» es «Yo te daré café» y su autor es Araburu. He tardado unos días en comentar porque me he estado informando exhaustivamente. Que yo sepa no es ningua canción de comba ni de corro infantíl, sino un tema compuesto para la canzonetista de «varietés» Paquita Robles Labastina, apodada artísticamente «Pitusilla» o «La Pitusilla» por su escasa estatura y que tuvo cierta fama durante los años treinta del siglo pasado. Era graciosilla, muy delgada y con un rostro agradable con un cierto parecido con Estrellita Castro, aunque los ojos de la Robles eran más grandes. Su voz era potente y cantaba con sumo gusto. Este vals-canción (y no habanera) de temática gallega, fue ella la primera en grabarlo (al menos no me consta ninguna grabación anterior) y yo lo tengo, procedente de un recopilatorio dedicado a la radio. Dicha grabación puede datar de 1930/1931 y se hizo muy famosa y seguía siendolo después de la Guerra Civil Española. Mi madre me la cantaba con su hermosa voz de soprano cuando yo era muy pequeño y siempe me quedó presente. No paré hasta localizarla. Tengo que decir que a lo largo de mi vida he conseguido todas las canciones que mi madre me cantaba y a ella le hacía mucha gracia volverlas a escuchar. Cuando adquirí la grabación de la zarzuela «El Romeral», y se la puse para que recordara el coro que me solía cantar, ya no parecia interesada por nada. Poco tiempo después falleció.
Pero bien, volvamos a «Yo te daré café». La primera estrofa que canta La Pitusilla nadie -que yo sepa- la ha vuelto a cantar con el texto exacto y dice así:
«Una mañana temprano cogí mi canelo y me fui a navegar,
crucé la ría temprano, cogí mi caballo y me fui a pasear.
Una mañana temprano cogí mi canelo y me fui a navegar
me fui por la ría de Villagarcía que es puerto de mar».
Y sigue el estribillo copiado por Shostakovitch: «Yo te daré, te daré niña hermosa…»
Esta canción la incluyó Basilio Martín-Patiño en la película «Canciones para después de una guerra» (estrenada en 1976, pero rodada varios años antes). Curiosamente cuando se publicó el LP quedó suprimida y también cuando apareció en CD. La versión original del film duraba 115 minutos y la comercializada en Vídeo/DVD sólo 99, por lo que quizás también fue suprimida. No he tenido tiempo para comprobarlo.
Los falangistas, después de la guerra, se hicieron con la canción ya que CAFE es la contracción de una denominación suya. Incluso cambiaron la letra, como han ido haciendo los equipos de fútbol del Uruguay otras entidades cuando adoptaron en su momento «Yo te daré café» como su himno.
Las versiones posteriores han variado la letra, pero la original es la grabada por La Pitusilla. Su autor el tal Araburu, es un compositor que quizás es recordado en Galicia, pero del que yo yo no he logrado conseguir ningún dato y cuando Shostakovitch se hizo con el tema y lo adaptó en 1934, seguro que ni se enteró. Eran épocas muy alarmantes y convulsivas como para poner un pleito por plagio y luego probablemente fallecería y nadie ha reclamado nada, dándose la circunstancia de que ahora se cree que «Yo te daré café» es un plagio de Shostakovitch…Lo que son las cosas.
Casos similares son famosos. Bizet plagió «El arreglito» de Iradier para su segunda versión y definitiva de la «Habanera» de «Carmen» (partitura que contiene otros plagios de autores españoles, entre ellos el preludio del cuarto acto, que no es otra cosa que la pieza «Sevilla» de Manuel García, padre de la mezzo española María Malibran, eso sí orquestado de forma diversa). O «La violetera» que Chaplin utilzó como suya en «Luces de la ciudad» y cuya autoría reclamó José Padilla por vía judicial, siendo la sentencia a su favor y consiguiendo de Chaplin una indemnización millonaria, pero esto sucedía en 1929 y el panorama no estaba tan incierto e inquietante como después de 1933…
Si ni te conociera me habrías dejado boquiabierto. Pero lo estoy, además de todo lo agradecido que puedes suponer al verte aquí.
Voy a actualizar la entrada para rectificar los errores y que nadie se pierda lo que explicas, que no muchos sabrán. Sobre todo porque no hay día que no llegue a él gente que la localice buscando «shostakovich vals yo te dare» o similares.
Lo del CAFE, segun un foro de militantes en el asunto, era el acrónimo de «Camaradas, Arriba Falange Española».
Lo que no me queda claro es hasta que punto es conocido y aceptado que Shostakovich usara el tema, o al menos tanto como lo de la Habanera y La violetera. Yo no lo he sabido encontrar en ninguna parte, aunque también es cierto que mi archivo y mi dedicación se limita al Google.
Gracias de nuevo por pasar por tu casa y por el enorme (en todos los sentidos) comentario que nos regalas a todos.
Con respecto a la palabra CAFE. He leído en algún sitio y también me han contado por otro, que los falangistas decían habitualmente este acrónimo entre ellos: Camarada Arriba Falange Española (CAFE).
Con respecto al tema musical de Schostakovich, siempre he visto cierta ironía en la dulzura un tanto ramplona y la alegría forzada, un tanto disonante, de algunos pasajes. Encuentro similitudes con el pesimismo de Edvard Munch en su cuadro «El baile de la vida» (1900):
Bienvenido, Matías.
Un poco más arriba de tu comentario, yo mismo doy esa explicación del acrónimo, que encontré en una web de falangistas, pero Colbran ya indica que, siendo la canción anterior, serían ellos los que sacaron punta a ese CAFÉ.
Me parece muy interesante tu visión del vals y aunque en la película transmitía todo lo contrario, tampoco le va mal al cuadro de Munch, sobre todo si el director de la orquesta quiere darle esta lectura. Gracias por tu opinión y por el cuadro, que aquí se queda.
Hasta cuando quieras, un saludo.
Hola. Me acuerdo del café irremediablemente cuando escucho el vals de Shostak., pero me inclino a que la hipótesis de la casualidad es menos hipotética que las demás. Un saludo y enhorabuena por tu blog.
Aunque esta no me parece de las más aventuradas, reconozco que soy muy aficionado a las especulaciones. Lo de «ancha» ya lo advierte un poco.
He ojeado tu nuevo blog y vista tu profesión, es aún más honor que me dejes un comentario. El blog me ha recordado que tengo pendientes una memorias de Berlioz que recomendó aquí vicicle. Gracias y recuerdos al Espolón
Tras leer algunos de tus posts, como ahora mismo el de Iolanta, creo que siendo músico y con una cierta querencia hacia el siglo XIX, las memorias de Berlioz te han de encantar. Hay alguna versión en español, pero no fácil de encontrar. Es una maravilla de libro, absolutamente imprescindible para comprender sus obras musicales. Un saludo, amigo.
Gracias, la edición de Taurus está efectivamente descatalogada, aunque en segunda mano he visto alguno, y desde luego os voy a hacer caso.
Supongo que el «creo que» debía ir después del «siglo XIX» 😉
Gracias de nuevo
Amigo: es posible que te agrade saber que he mencionado tu blog en una entrada que acabo de publicar en el mío, titulada «Los Niños de la Guerra y el Vals nº 2 de Shostakovich». Puedes consultarla desde este enlace: http://todoslosrostros.blogspot.com.es/2013/03/los-ninos-de-la-guerra-y-el-vals-n-2-de.html . Gracias por tu interés. Pero antes de publicar, mencionarte –pues seguro despertará tu atención– que el Vals nº 2 fue compuesto por Shostakovich en 1938, al año siguiente de la llegada de los niños a Rusia, y no en 1934 como nos comentaba Colbran. Por cierto que es muy posible como nos cuenta Colbran que Araburu fuera quien orquestara por primera vez la canción y Paquita Robles quien la grabara y así popularizara en salas de baile, pero no es menos cierto también que la canción ya existía en el acerbo popular desde decenas de años antes.
Claro que me alegra ver citada esta página, faltaría más. Pero he leído tu entrada y das a entender como un hecho conocido lo que sólo es una suposición mía, que no he encontrado ni insinuada ni menos confirmada en ningún sitio. Lo que me alegra mucho es que hayas usado también la información que da colbran, que tampoco se encuentra fácilmente en cualquier lado y cuya fiabilidad está fuera de duda, aunque tienes razón en el error de la fecha de 1934 (que es la de la composición de la Suite No 1, no la de esta segunda), en el que ni yo ni probablemente él había caído, pues desarmaría la idea que propongo aquí. Tampoco te falta razón en que la firma de Aramburu (ese es su apellido, no Araburu) no rechaza el realmente muy probable origen popular del “Yo te daré”, pero tampoco he encontrado nada que lo confirme y te agradecería mucho que me informases si lo has logrado tú.
Pones además a caldo a Shostakovich… le he dado muchas vueltas al asunto de los plagios, soy todavía bastante quisquilloso, pero hay tantos matices y variedades que no se puede aplicar a todos el mismo rasero. Si sigues hasta el final la serie que casualmente está saliendo estos días aquí sobre el pasado y futuro del Vltava de “Mi patria” de Smetana, verás una buena muestra de lo que quiero decir. Ni en su caso ni en el de Shostakovich me parece muy grave omitir el origen popular de una melodía, porque su elaboración va mucho más allá, en una línea distinta y en el caso del ruso, de una calidad muy superior a la de la materia prima. Siendo preciosa la Mantovana o la Cecilia de la que proviene el tema principal del Vltava, lo que le hace grande es el trabajo de Smetana, y respecto al vals, el ruso saca petróleo del “Yo te daré”, ¿no te parece?
Te reitero mi agradecimiento y me quedo con tu homenaje a los “niños de la Guerra que inspiraron el vals más conocido de Shostakovich”, y con tu elegancia al citar tus fuentes, de la que procuraré tomar ejemplo
Hola a los dos,
Primero de todo agradecer el esfuerzo de ambos por sacar adelante los blog, labor ardua y poco recompensada.
La verdad es que ni siquiera sé cómo he llegado a esta entrada. Sé que empecé navegando en búsqueda del Spring Waltz de Chopin y al final google me trajo hasta aquí.
El desencadenante de todo es la obra de Shostakovich madre de esta discusión.
La cuestión es que el Waltz nº2 al que se hace referencia no pertenece a la Suite for Jazz Orchestra No. 2 compuesta en 1938, sino a la Suite for Variety Orchestra compuesta en 1956. No entro en la disquisición sobre si Shostakovich copió, se fijó o escuchó alguna vez el «Yo te daré», sino en la calificación y encuadramiento de dicho waltz.
De hecho, la Suite for Jazz Orchestra No. 2 compuesta en 1938 no tiene ningún waltz, su disposición es:
1. Scherzo
2. Lullaby
3. Serenade
Y es ésta:
Como se puede apreciar, sí que tiene un sonido netamente jazzístico.
Mientras que la Suite for Variety Orchestra (a la que Shostakovich numeró como nº1 aunque la nº2 se cree haber sido descubierta en el año 2000 según su biógrafo Derek Hulme), tiene una disposición de:
1. March
2. Dance 1
3. Dance 2
4. Little Polka
5. Lyric Waltz (in C minor and E-flat major)
6. Waltz 1 (in B-flat major and A major)
7. Waltz 2 (in C minor and E-flat major)
8. Finale
No soy muy amante de la wikipedia como fuente, pero en su versión inglesa se explica con más claridad lo que intento decir.
http://en.wikipedia.org/wiki/Suite_for_Variety_Orchestra_(Shostakovich)
http://en.wikipedia.org/wiki/Suite_for_Jazz_Orchestra_No._2_%28Shostakovich%29
Parece ser que el error proviene de una defectuosa denominación que se hizo de un trabajo de Rostropovich que se encadenó en el tiempo y Chailly continuó.
Resumiendo, mi contribución descansa en que la pieza no corresponde a la versión jazzística de Shostakovich sino a la versión de «variedades» y su fecha de composición sería 1956 y no 1938. Asimismo no habría desparecido durante la segunda guerra mundial y habría aparecido ninguna partitura en la década de los ochenta (eso no se ha comentado en este blog, pero habría sucedido con la versión jazz y no con la que se trata en este blog).
¿Lo de la similitud con el «Yo te daré»? Pues puede ser y puede tener su fundamento desde el momento en el que muy acertadamente señaláis la composición en ese mismo año de las seis Canciones españolas, para mezzosoprano y piano, opus 100.
¿Casualidad dos obras en el mismo año con la misma influencia? Es posible. Si le llegó la influencia en virtud de emigración de los niños de la guerra o no ya queda en manos de historiadores y personas con más conocimiento. Luego está en manos del genio el superar la copia o sugerencia y alcanzar la obra maestra.
Respecto a los «aportes» respecto a la tuna totalmente de acuerdo.
Saludos.
Vaya, vaya, esta sí que es buena. Habrá que añadir lo que dices al final de este apunte y hacer uno nuevo con esta rectificación. Veo que la wiki inglesa dice que el error es ya irremisible…
Mil gracias, y hasta cuando quieras.
«No soy muy amante de la wikipedia como fuente»
Pues nadie lo diría, porque si no es por puro copiapega de la Wikipedia americana ya me dirás cómo explicar que Shostakóvich «titulase» sus piezas en inglés («Suite for Variety Orchestra»? «Waltz»? WTF!) xD
De todas formas, buen copiapega. Gracias, yo nunca me había tomado en serio la teoría «hispanista» del origen del vals (así se escribe, xP); siempré pensé que el parecido era casual, por muy parecido que fuera. Hay docenas de cosos similares de parecidos que en realidad no han demostrado tener ninguna relación, pero esta información que nos pasas de Wikipedia o de algún blog es bien interesante.
Un saludo, y que viva Wikipedia! xDD
Interesantísima disertación sobre una modesta melodía, hecdado con su página buscando una similitud con lo de yo te daré y el tercer movimiento de la sinfonía de la reforma de mendelssohn, estoy seguro que encontrará el parecido muy intrigante… lo de shostakovich ha sido un descubrimiento porque conozco poco de su obra…
Pasmado estoy, las primeras notas son idénticas. No estoy seguro de haber escuchado antes la quinta (la escocesa, la italiana y la segunda tienen la culpa), pero el parecido es asombroso.
Muchas gracias, voy a ponerlo en la página. Y también gracias porque a raiz de este comentario he «descubierto» una curiosidad muy interesante que me servirá para otra paginilla. Y bienvenido.
Escuché este tema en una obra teatral; mi esposa, con buen oído musical, la identificó como un vals clásico pero nuestros amigos como el Yo Te daré. Discusión al canto y no paramos hasta encontrar el autor. Ahora, desde este blog en el que aparece la misma discusión, puedo reafirmarme en que son temas distintos, nada que ver, incluso creo que en un pentagrama los compases parecidos se verían distintos (ni idea de música tengo) pero cuanto más oigo los temas más seguro estoy. Creo que durante cualquier creación sea música, pintura, literatura etc surgen notas, tonos o frases por si solas, parecidas, pero sin plagio.
Bienvenido, y gracias por tu opinión. Hablas de dos cosas distintas. No creo que pueda discutirse la similitud; si se empieza en el mismo tono las notas son idénticas, y el hecho es que, como en vuestro caso, no hay quien no encuentre el parecido. Y los más viejos, conocimos primero el “Yo te daré”, y nos parece la original. Otra cosa es si se trata de un plagio, aunque en este caso me parece que no se puede hablar de eso. Pero no es imposible que Shostakovich escuchase esa canción, y él, como tantos músicos, usaba sin reparo temas populares. Entre el plagio más flagrante y mal intencionado y la coincidencia más pequeña e inocente, hay una enorme cantidad de matices intermedios. Casualidades, usos, citas, homenajes, abusos, plagios. En general, si es hacia arriba, como cuando un clásico hace algo glorioso de un tema popular, este mismo caso, convirtiendo una canción de aire algo cuartelero en un vals sensacional, bienvenido sea. Me molesta cuando es al revés, y llevan al pop o al cine algo de la gran música, ocultando el hecho y quedándose con la autoría, sobre todo cuando lo único bueno es precisamente la melodía que han copiado, a la que no aportan nada más. Hoy mismo, con Los Planetas de Holst ha salido otra de las muchas adiciones a la larga colección de “Parecidos razonables” que hay aquí, y que podrás ver si clicas en esa etiqueta, una de las que hay al final de este apunte. Por lo demás, este asunto de los parecidos me interesa más como curiosidad que por señalar a nadie. Y por hablar 😉
Gracias de nuevo, y ya tienes la puerta abierta.
Gracias por ambas, la respuesta y la puerta abierta. Ya me vale que este «tema» sirviera para conocer al compositor.
Pingback: Carmen, plagio incluido | Ancha es mi casa
Pingback: Shostakovich intentando escribir jazz | NOCHE DE CIRCO
José Luis: De casualidad me he encontrado con tu blog buscando el origen de esta canción; desde ya te agradezco que compartas con todo aquel que pase por aquí toda la información que he podido encontrar. A mi gustan mucho también las historias de las canciones y encontrar un blog como el tuyo es sumamente gratificante. Un saludo desde el sur de Argentina.
Encantado, no me queda claro si has olvidado la información o has confundido el tiempo verbal: «toda la información que he podido encontrar»… Un saludo desde la ancha Castilla
José Luis, es verdad, me quedó un poco confusa la redacción. Sólo quería agradecerte por lo que he encontrado yo en tu blog, Seguiré visitándolo para ver qué más encuentro. Otro saludo.
Mi redacción no ha sido confusa, pero he olvidado lo más importante: Gracias a tí, y espero que sigas encontrando cosas interesantes por aquí.
Hola José Luis, encontré un artículo que habla de otra posible relación ruso-española en el Romance anónimo para guitarra, y me pareció que tal vez te pudiera interesar. Te envío el enlace mientras continúo investigando tu blog. Un saludo. http://guitarra.artepulsado.com/guitarra/romance-anonimo.php
Pues muchísimas gracias, por ilustrarme y por darme material, que si saco algo interesante en claro, por aquí aparecerá
Pingback: El famoso vals de la Suite de Jazz n° 2 de Shostakovich no existe | Ancha es mi casa
Buscando la letra del segundo vals, me encuentro con esta interesante información e ilustración.
Sólo me resta dar las gracias por tan excelente post. Ahora aprendo a escuchar cosas que quizá no comprendía. 👍 👍👍 ❤ 🌸•.¸¸¸.❤
Bienvenida y gracias, historias que sirven para andar dando vueltas alrededor de nuestra afición
Hola José Luis, de nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia (como dice una zamba argentina), y sólo para traer nuevos problemas. Me he maravillado leyendo y escuchando tanto a Shostakovich como a Mendelssohn y la indiscutible similitud con el Yo te daré, como también con los aportes que se han escrito y con la actualización de noviembre de 2015.
No discutiré nada porque creo que está todo dicho (y muy bien) y parece que la incógnita de saber quién le debe a quién quedará sin solución.
Para colmo de males, vengo a traer más dudas e incertidumbres, aunque no por la música sino por la letra del Yo te daré, la cual tiene en la versión cantada por La Pitusilla estrofas que he encontrado en otra canción:
Yo represento la playa y tu las olas del mar /
vienes a mí y me acaricias me besas y luego te vas.
Tú me enseñaste a querer, también me enseñaste a amar
del tiempo estoy aprendiendo el consuelo de olvidar (este verso es diferente).
En 1933 Carlos Gardel graba el tango Angustia, escrito en letra y música por Horacio Pettorossi (Horacio Pettorossi Gemignani, Buenos Aires, 21 de octubre de 1896 – 25 de diciembre de 1960, guitarrista, compositor y director). El tango también es conocido como Llora corazón o Llora llora corazón; de hecho, la composición de Pettorossi está inscripta en Sadaic (sociedad argentina de autores y compositores) bajo el número 573462, con el título Llora corazón.
Algunos conjuntos de música folklórica argentina la grabaron posteriormente pero con ritmo de vals, ritmo con el que es muy popular esta canción en Perú. En este último país se afirma que en realidad el origen de esta composición es peruano y los compositores serían Luis Gálvez Ronceros (letra) y Carlos Casanova (música) ambos de Cajamarca. En Perú, la canción es conocida como Llora, llora corazón. Según se afirma en algunos sitios de internet, Gardel la habría escuchado en el Teatro Nacional de Buenos Aires en 1925 interpretada por un conjunto peruano. Esta información, así como la autoría de los citados peruanos, no ha podido ser confirmada.
Un forista peruano sugiere que la canción Corazón herido del dúo Gálvez/Casanova, con parecida letra y lejanía en el tiempo, podría haber dado origen a una confusión.
El problema es que las preguntas son muchas ¿la canción es española pero más antigua?, ¿es peruana? ¿argentina? No tengo elementos para responder y he agotado las búsquedas.
Te dejo la duda y el enlace de la grabación de Carlos Gardel del 18 de septiembre de 1933 en Buenos Aires, en el sello Odeon (n° 18894 7540/1) en la que participaron en guitarras: Barbieri, Pettorossi, Riverol y Vivas.https://www.youtube.com/watch?v=-CE8kxF5qYY
Saludos desde Argentina.
Pues con Gardel y con la duda me quedo, aunque las cosas de las letras me inquietan menos y el hecho de que parte de la letra pudiera ser anterior, no implica que la música también lo fuera. En cualquier caso, viva Gardel y Araburu y La pitusilla… y Shostakovich
La verdad es que es bastante sorprendente. Hasta el bajo es calcado.
Parece que S. hubiera conocido esta versión de La Pitusilla, tal vez en disco, o por los niños de la guerra, que en los años 50 ya muchos tendrían veintitantos y treinta años, y seguramente alguno fuese músico. Pero tendrían que haberla interpretado instrumentada (supongo que, porque no creo que cantasen el bajo en plan armonización coral. Cosas más raras se han visto, pero muy rebuscado me parece), tal vez en el arreglo que se ye en esta grabación de La Pitusilla, porque, como digo, no hay que tener un oído privilegiado para notar que el bajo es parecido al de S. «más allá de toda duda razonable».
En fin, curiosas las historias estas. Musicología de estar por casa. xD
Tras leer algunos comentarios y comprobar que efectivamente el comienzo del vals de la 1ª suite es igual que este (igual como iguales son los 300 conciertos de Vivaldi, Stravinski dixit, en forma y desarrollos armónicos), que es del año 34, yo apostaría a que S. tuvo que conocer la versión de La Pitusilla, quizá por algún disco de música española que tal vez cayese en sus manos o tal vez por la radio. España llevaba varios siglos siendo un país «exótico» cuya producción cultural, especialmente la destinada al pueblo menos ilustrado siempre había gozado de un aceptable predicamento allende los Pirineos. Recordemos la «querencia» que tenía Hitler por Imperio Argentina. No sería tan raro que una cantante menos famosa, pero que lanza una canción que por lo visto la canción era todo un «temazo» en la España de los años 30 llegase al otro extremo de Europa. Si hoy en cualquier rincón perdido el mundo conocen la Macarena o el Aserejé, esto que digo no sería tan de extrañar.
O sí, vete a saber xD. Es todo especular…
Pues siendo tan famosa la canción, sería más lógico que la hubiese conocido por la radio o en un disco como dices, sin necesidad de ningún niño de la guerra; ni se me había ocurrido. Aunque, de ser así, cualquier melómano español que siguiese a Shostakovich (si los había) hubiese visto ya entonces la coincidencia con el temazo y algo de eso se sabría hoy. Por otro lado, si es cierto que compuso sus Canciones españolas de 1956 «inspirándose en los cantos que escuchó a un ‘niño de la guerra’», la misma fuente podría ser la de su melodia, que se escuchó por primera vez en 1955, en El primer escalón. Pero también a mí me parece más probable tu ruta.
Excelente posteo. Super interesante.
Salut!
Es de cuando trabajaba… Gracias!
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