Burt Bacharach – Personalidad (y 2)

Con el éxito llueven los encargos. En 1967 Bacharach y David componen la banda sonora de Casino Royale, que  incluye The Look of Love interpretado por Dusty Springfield, y al año siguiente el musical Promises, Promises, basado en El apartamento de Billy Wilder, que se mantuvo durante algo más de tres años en Broadway donde repitió el año pasado como revival. A él pertenece I’ll never fall in love again y también las despendoladas oficinistas de It’s Turkey Lurkey Time que pudieron verse en la entrega de los premios Tony en 1969.

Quizá esos precedentes y el posterior Oscar a la mejor canción y banda sonora  por Dos hombres y un destino  les animaron a aceptar en 1973 la propuesta de convertir en un musical para el cine la película Horizontes perdidos de Frank Capra. El fracaso fue mayúsculo y el compositor y su letrista se tiraron los trastos a la cabeza y llegaron a los tribunales con lo que Dionne Warwick, cuya dependencia era absoluta, quedó tan huerfana que también les demandó. Nunca levantó cabeza, y exceptuando su intervención en Heartbreaker con los Bee Gees, sólo ha podido mantenerse en los escenarios rememorando sus años con Bacharach. Este se separó también de su mujer, la actriz Angie Dickinson con quien llevaba quince años de matrimonio, e inició una nueva etapa con la letrista Carole Bayer Sager con la que pronto se casó. De esa época es este That’s What Friends Are For interpretado aquí por Gladys Knight, Stevie Wonder, Elton John y Dionne Warwick como anfitriona, que diez años después se había reconciliado con el compositor.

Podría pensarse que esta canción ya se escribió para culminar encuentros de este tipo y destinar a fines sociales los ingresos que reportase, en este caso, a la lucha contra el sida. Es evidente el cambio de sonido y de estilo, por no decir su pérdida, pues algo tan blandito y previsible podría tener muchos padres, como el mismo Elton John sin ir más lejos, igual que la otra más conocida de ese período, el  Arthur’s Theme (Best That You Can Do) de Christopher Cross. Con posterioridad y al margen de actuaciones en directo por todo el mundo,  incluida alguna con Dionne Warwick,  Bacharach ha aparecido en trabajos retrospectivos con el pianista MacCoy Tiner o la cantante de jazz Trijntje Oosterhuis entre otros y en una colaboración con Elvis Costello en un raro disco que les valió un Grammy, Painted from memory. Nunca nada como en su época gloriosa, la de The Man Who Shot Liberty Valance por ejemplo, escrito para Gene Pitney pero que me gusta muchísimo mas en la interpretación de James Taylor.

O la espléndida The look of love que canta la canadiense Dianna Krall en este video tan sofisticado como ella, que por cierto, lleva ya siete años casada con Elvis Costello.

Tendría que seguir: Do you know the way to San José, What the World Needs Now, Anyone Who Had a Heart, Alfie, Nikki… pero hay que dejar algo para la sección de discos solicitados, y acabaré con una de las canciones marca de la casa de las que tengo mejor recuerdo. Escrita a última hora y a toda prisa para Promises, Promises, dónde se estrenó con acompañamiento de guitarra porque no hubo tiempo para más, Burt Bacharach acababa de dejar el hospital donde había estado ingresado por una pulmonía y de ahí la impagable rima de pneumonía con phone you («neumonya»-«fonya») que se le ocurrió a Hal David. I’ll Never Fall in Love Again, por Dionne Warwick, como es debido.

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