Anoche fue una de esas ocasiones en que, cuando la orquesta del Liceo ataca (literalmente) una obertura, más de uno se acuerda de las fallas de Valencia, y por más de una razón. Y también de las grabaciones prehistóricas, lo cual apoyaría la hipótesis de que el delito es premeditado, pues parece que en cualquier momento va a aparecer Caruso o alguna gloria del canto de aquellos tiempos. Lo curioso es que luego, cuando comparte responsabilidad con los cantantes, no es que brille esplendorosa, pero mejora y hasta tiene buenos momentos, aunque Schumann es un músico más delicado de lo que parece, y sacarle el jugo requiere una finura de la que no andamos sobrados.
Anoche la función fue soporífera. Algunos ratos buenos, algunos muy malos, y la mayoria muy aburridos. Michael Volle, más que correcto pero frio. Ofelia Sala no me gustó. Destacó el bajo Günther Groisseböck y una mezzo que supongo sería Sara Fulgoni. Los coros, el del Liceo y el Vivaldi, discretos. El público, silencioso, aplaudió sorprendentemente mucho en el entreacto, y bastante menos al final, entre agotado y dormido. Creo que Schumann tiene algo de culpa. Muchas escenas son estupendas aisladamente, pero en la obra no tienen equilibrio ni guardan proporción adecuada. Pero con una buena orquesta, seguro que hubiéramos disfrutado, aunque Schumann no sea Haydn ni Mozart, que anoche tampoco sonaron.
Anoche esta Obertura resultó irreconocible
mientras que en el precioso Hier ist die Aussicht frei de la transfiguración de Fausto Michael Volle estuvo muy bien y es injusto compararlo con este de Fischer-Dieskau y la English Chamber Orchestra, dirigida por Benjamin Britten.
He acertado no comprando ninguna entrada para el Liceo; en primer lugar porque no me enamoró el programa ,ni tampoco la mayoria de interpretes,y para rematar no sabía que tal
funcionaria yo (me están machacando a pruebas ). Bueno un dia de estos saldrá el sol !!!eso
espero!!! Adiós y MUASSSSS
Muchas buenas salsas requieren un machacado, de modo que ¡ánimo!
Estic completament en desacord en que destaqués en Groisseböck. Veu i prou (i no tanta). I en un registre molt reduït (als aguts perdia qualitat). No va cantar ni una frase veritablement llegato en tota la nit. Les ovacions enceses que va rebre al final em van semblar una exhibició de mal gust per part del públic. El més destacable de la nit va ser el cor, trobo.
L’altre baix, Attila Jun va cantar horriblement per el meu gust, però aquest em va agradar molt i la meva reconeguda ignorància va agrair veure que no era l’únic. Però no et discutiré, perquè també sé que el gust es va educant… Amb el que no estic d’acord es amb aixó de «exhibició de mal gust per part del públic»; si un cas, «exhibició del mal gust del públic» 😉
El cor, per mí va ser irregular, amb alguna intervenció mes bona que altre, igual que el Vivaldi i que quasi tot.
Benvingut i moltes gracies per dir la teva.