– Dila que la quierooo…
– Es “dile que la quiero”.
– Lo que es, es un laísmo monumental…
– …que cantando esto, solo te he oído a tí: “Dile que la quiero, dile que me muero de tanto esperar”. «Noche de ronda», de Agustín Lara. Nat King Cole, Eydie Gorme… y mira la que he encontrado: Caetano Veloso con su hijo Moreno.
– Dila que la quiero, dila que se apiade de este baturriiiiiiiiiiico… Lo cantaba Fleta.
– Pues sí: “Jota de Perico”, de la zarzuela “El Guitarrico” de Agustín Perez Soriano. Fleta y medio mundo… hasta Villazón. Pero fíjate en ésta por Alfredo Kraus: ¡Qué bien la canta!
Y también la cantaba mi pobrecita madre haciendo las tareas de la casa,, junto con algunas más de Libertat Lamarque, mi madre tenía una bonita e inolvidable voz. para mí, cuanta melancolía en mi recuerdo…!
Es otra de las propiedades de la música, ¿verdad?
Gracias J.Luis, hacia tantísimos años que no la oia, que sensación tan extraña ….mezcla de agrado y tristeza a la vez, y es que mi madre murió a la edad de 44 años demasiado joven….. yo siempre la recuerdo cantando…… repito ,gracias de nuevo ,un abrazo.
I aquell magnífic tango que cantava la Lamarque: Cambalache.
Salut!
I sí, s’ha de dir «Dile que la quiero…» i no es pot dir «la pegó» excepte si la va enganxar a la nevera.
Ni lo pegó, excepte si era el de la estampita 🙂