Joseph Roth – Crónicas berlinesas

cronicas-berlinesas

“¿Lee de vez en cuando alguno de estos libros?”, le pregunté. “Sí”, dijo, “no lo entiendo todo. Pero luego me digo: aunque no lo entiendas todo, leer no te hará en ningún caso más tonto.”

El criado de Rathenau es muy ocurrente.

No sería yo tan categórico como el criado de Rathenau, pero es seguro que las Crónicas Berlinesas de Joseph Roth, además de no hacer a nadie más tonto, pueden hacer pasar muy buenos ratos. En la contraportada de su edición en Minúscula comentan que de su lectura “emerge el retrato de una metrópoli inquieta y deslumbrante”, pero no menos inquieto y deslumbrante es el Joseph Roth que se descubre con ella, una agradable sorpresa para los que sólo le conocíamos por sus novelas.

Cronicas Berlinesas 2

Con una llamativa frescura de pensamiento y estilo, su forma de entender el periodismo explica lo que intenta y consigue en los artículos que reúne el libro:

La página de cultura es para un periódico tan importante como la sección de política; y diría que, para el lector, es aún más importante. El periódico moderno integrará todo lo demás, no sólo la política. El periódico moderno necesita más al reportero que al editorialista. Yo no soy un suplemento, no soy un postre, soy el plato principal. […] A mí me leen con interés. No como las noticias del Parlamento, o los telegramas… Yo no hago comentarios divertidos. Yo dibujo el rostro del tiempo. Y esa es la tarea de un gran periódico.

(…)

Lo único que puede «reproducir» el acontecimiento es una expresión moldeada, artística, que contenga la materia prima, como el mineral contiene hierro y mercurio el espejo.

Algunas de sus reflexiones, a  propósito de…

…la naturaleza,

No comprendo a la gente que veo hacer una excursión para disfrutar de la naturaleza. El bosque no es un lugar de recreo. El “solaz” no es ninguna necesidad, si es que es esa la intención del caminante. La “naturaleza no es ninguna fundación.

El europeo occidental salió de excursión por la “naturaleza” como quien va a una fiesta de disfraces. Su relación con la naturaleza pasa por una chaqueta de paño tirolés. He visto a contables salir de excursión. No precisaban bastones. El terreno es tan blando y llano que bastaría un modesto portaplumas. Pero no ve, el hombre, el terreno blando y llano. Ve “naturaleza”. Si quisiera salir a navegar, probablemente llevaría un traje blanco de seda cruda, herencia de su abuelo, que también solía navegar. No oye el murmullo de las olas y no sabe que la explosión de una burbuja es importante. Todo se acabó el día en que la naturaleza se convirtió en un lugar de recreo.

…los escaramujos, los niños y los guardas del parque,

Los escaramujos parecen botellas de licor pequeñas y rojas, puestos allí con fines publicitarios. Caen de los árboles sin que haya que pagar y los niños los recogen. Los guardas del parque observan la conducta de los pequeños sin inmutarse. Uno confía en el Señor, que da de comer a los guardas y los atavía con gorras municipales.

…la alopecia,

Las calvas resplandecen como espejos redondos en los palcos. ¿Qué relación guarda el capital con la alopecia?

…las figuras de cera,

La paradójica filosofía del gabinete de figuras de cera hizo que la grandeza y el horror terrenales resultaran ridículos con sólo inmortalizarlos en cera. […] El único mérito del gabinete de figuras de cera fue la ridiculez involuntaria con que compensó el pathos de este mundo y lo transformó en una especie de cuarto de la risa.

Y es que la intención del gabinete -lograr un espantoso parecido con la vida- conduce necesariamente al ridículo. Es la intención, contraria al arte, de presentar una verosimilitud exterior en lugar de una verdad interna: la intención de la fotografía naturalista y la «copia». Un asesino múltiple de cera resulta grotesco. Pero no menos ridículo es un Rothschild de cera. El material hizo que uno perdiera su crueldad y el otro su nobleza.

…y los lilos de los patios traseros.

A veces, un trayecto en ferrocarril suburbano es más instructivo que un viaje por tierra o mar, y quien haya viajado mucho sabrá que, en el fondo, basta con ver un solo lilo escondido en un polvoriento patio de una gran ciudad para entender la profunda tristeza de todos los lilos escondidos del mundo.

(…)

No hay un solo lilo que no sostenga la colada puesta a secar en los patios traseros. He ahí la tristeza de estos patios: qué raro es el árbol que no hace más que florecer, que no tiene otra función que esperar la lluvia y el sol, y disfrutar de ambos, y dar flores azules y blancas.

 

Anuncio publicitario

Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
Esta entrada fue publicada en Literatura y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

21 respuestas a Joseph Roth – Crónicas berlinesas

  1. Albertini dijo:

    Muchas gracias José Luis !!

    • José Luis dijo:

      Los escaramujos son gratis, y hay que confiar en el Señor, que da de comer a los guardas municipales y a los blogueros 😉

      • albertini dijo:

        Mi agradecimiento venía porque gracias a ti he disfrutado de Belshazzar con William Christie y Les Arts Florissants, de la misa de Bach en Semana Santa con Sir John Eliot, me perdí Mi patria de Bedrich Smetana a pesar de seguir tu ciclo y ahora esto y otras tantas cosas. En fin ……. que se te sigue y que por eso no me hago más tonto. Grácias de nuevo

        (aunque a decir verdad, no entiendo muchos de vuestros comentarios, pero bueno ….. eso es pecata minuta)

        • José Luis dijo:

          Pues si he contribuido a que fueses a la Misa de Gardiner, creo que ya me he ganado el cielo. En cuanto a mis comentarios, si no se entienden es culpa mia, no tengas la menor duda.

  2. Allau dijo:

    Me gusta mucho descubrir estas relaciones secretas que no osan deletrear su naturaleza.

  3. No recuerdo haber leído ni una sola línea de este escritor. ¿por dónde empezar? A juzgar por los títulos, me atrae un poco más la Marcha Radetzky. ¿Qué me recomiendas? Preciosa foto. Da que pensar el ver a esos inocentes peatones, que guardan una semilla desde la Gran Guerra, que va a ir creciendo…
    Gracias por esta novedad para mí. Y por esa canción tan auténtica. Este estilo vuelve a llevarse en algunos ambientes «culturetas»: ni gota de autenticidad, sólo copia.

    • José Luis dijo:

      Tu intuición te ha guiado perfectamente, «La marcha Radetzky» es su obra maestra y una novela fundamental que, no estoy seguro sino segurísimo, te va a gustar mucho y luego querrás leer «La cripta de los capuchinos», que es su continuación.

      Pensé en la canción por lo de las lilas, naturalmente; el churro fue encontrar ese Youtube con aquel Berlín. El azar es lo que más me divierte de este juego.

  4. angels dijo:

    Debe ser muy interesante este autor ; pero dado la cantidad de provisiones que tengo esperando turno,este Sr. por bueno que sea ,va tener que esperar un par de meses.Luego iré a por él.El Victus ,me ha cansado de guerras ,traiciones y demás.Pero ha servido para enterarme ¿quién era el general Antonio Villarroel ?.No quiero leer nada más de guerras,! con la que está cayendo! solo faltan espadas,ahorcados etc U.A.y adióoooos

    • José Luis dijo:

      (Tono bíblico) : ¿Soy acaso yo quien te ha recomendado esa previsiblemente nefasta lectura? 🙂
      Estos artículos son muy buenos, pero lo que has de poner de todas todas en la lista es La marcha Radetzky. Y la primera. Mira lo que te digo: encárgala ya mismo. 🙂

  5. angels dijo:

    El susodicho libro ,me lo regaló mi hija Lona hace ,como 5 meses y como no había manera de avanzar lo he hecho por las buenas ; a 200 páginas por dia y ya se acabó.En la parte final sólo tenía curiosidad por el general de Villarroel, del que nunca he oído mención alguna, y resulta que era buen hombre (se pasó del bando del borbón al de los rebeldes,pero eso a mi me tiene sin cuidado). !Cómo siempre tienes razón he tomado nota del libro de Joseph Roth! !a sus órdenes
    mi general! ,se me contagió el ambiente del libro.U.A.y adióooooos.

    • José Luis dijo:

      O sea, te lo has tomado como el aceite de hígado de bacalao, sin respirar… Bueno, ahora descansa (a sus ordenes->descansen) que con la Radetzky vas a disfrutar.

  6. kalamar dijo:

    Los Roth, valores seguros. De éste he disfrutado dos joyitas, Savoy y Bebedor, y cuando acabe con el cachondo Soldado Svejk, igual me pongo con la Radetzky, siguiendo con los militares austrohúngaros.
    no hay post preparatorio de la OBC? con el buen programa que preparan, imaginaba que no os lo perderíais.

    • José Luis dijo:

      Tengo en casa Savoy, que va a caer un dia de estos. El del soldado Svejk, genial, lo leí hace un par de años, y hasta empecé a escribir algo para sacarlo aquí, pero es muy duro esto de escribir sobre libros…

      En principio no voy a ir, pero ya que me lo pides, te haré un resumen sólo para tí:

      🙂

  7. Pingback: 81 años de la muerte del escritor Joseph Roth en París – La Cebra que Habla

Dejar un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s