Esta gaviota melómana debe haber llegado a la ventana atraída por las enamoradas y dulces notas de sus casi tocayas, las gavotas escritas para guitarra por un autor español y tres latinoamericanos con que ponemos punto y final a la colección, aportaciones al margen.
El primero es el castellonense Tárrega, que compuso para su esposa María Rizo, la preciosa gavota María, interpretada ahora por el maestro Carlos Bonell.
Manuel María Ponce, el considerado fundador del nacionalismo musical mejicano y autor de la famosísima Estrellita, tiene una Gavota para piano de la que hay transcripciones para cuarteto de cuerdas y ésta para guitarras del Cuarteto Nahui:
También hay una gavota en su Suite en La menor para guitarra, pero la más famosa de las suyas pertenece a la Suite “Antigua” en Re mayor, aún hoy muy a menudo atribuida erróneamente a Scarlatti a raíz del engaño de su autor, reforzado por las posteriores afirmaciones de Andrés Segovia asegurando que se trataba de la transcripción de una obra del italiano. Algo similar a lo que sucedió con el adagio de Albinoni que no es de Albinoni sino del musicólogo Renzo Giazotto, y, por intención, más próximo aún a lo de L’Enfance du Christ, que también Berlioz presentó inicialmente como la recuperación de una obra de un compositor barroco por confundir a los críticos y evitar sus descalificaciones. Parece ser que en el caso de Ponce y Segovia, su único interés era reírse de ellos volviéndoles locos, pero lo que consiguieron es que, en ausencia de la partitura original de Scarlatti, que, naturalmente, no apareció nunca, muchos guitarristas hicieran su propia versión. Hay numerosas interpretaciones de aficionados, alguna estupenda. Aquí sigue la de un profesional llamado Antonio López Palacios
Del paraguayo Agustín Barrios Mangore, autor de La Catedral, su colega y paisano Cesar Amaro nos ofrece la Gavota al estilo antiguo
y este precioso Madrigal Gavota.
Para muy empedernidos, también disponemos de la recientemente descubierta Gavota Isabel.
Finalmente, Heitor Villa-Lobos nos regala un estupendo cierre para esta larguísima serie con su deliciosa Gavota-Choro de la Suite popular brasileira, interpretada en un recital en Kyoto por el guitarrista Flavio Apro, que, o a los japoneses les gusta sentarse con los pies colgando, o aprendió a tocar en la sillita de la cocina de su casa.
Y eso es todo, aunque no todo lo que hay, que deben quedar centenares de gavotas y seguro que muchas suenan tan estupendamente como ésta Gavotte 8, definitivamente la última.
➡ 😯
🙂
Hombreee…..
🙂
Has currado como un «jabato «,pero nos has dejado hechos polvo ,con tanta GAVOTA,como dices que es la última pues ahora descansa y a celebrar la «verbena».U.A.y adióooos
Como un gavato 🙂 Hartos todos, pero conste que las hay muy bonitas, mismamente en esta página. Buena verbena!
Caram si que t’ha donat de si el tema! Fins i tot una ràdio que recorda la que teniem a casa quan era petita i mirava pels forats del darrera per veure si veia els «enanitus» que parlaven i cantaven.
La conclusió a la que he arribat és que això de gavotta serveix per titular moltes coses, a més de la dança originària. T%ambe que em ballen les diferents denominacions «gavota, gavotta, gavotte» i que n’hi ha de molt boniques.
Celebraré que hagis acabat la sèrie perquè no m’emocionen les imatges de les gavines. A més de cridar a les nits d’estiu en algun poble de la Costa Brava i incordiar, les tinc associades a la marca d’un partit polític, de manera que d’una imatge idil·lica (Juan Salvador Gaviota) han passat a ser amenaçadores.
També, no t%ambe. Amb un braç enguixat em costa escriure sense bunyols
Això dels noms es un problema, que mai saps com s’ha de posar. Perquè si dius «gavota», desprès hauries de dir zarabanda y corrente, i es un embolic.
Volant son molt maques; de la resta, crits i proximitats a dues potes, comparteixo la aversió i la sensació amenaçant: no havia caigut en aquest sentit per el símbol polític, tot i que m’acaben de confirmar que es un altre ocell.
Espero que la trencadissa no tingués res a veure amb aquestes gavines i que en tot cas sigui lleu,