Aprovechando la sugerencia de su número de catálogo, haremos una cuenta hacia atrás con el Preludio y fuga BWV 543, una de las más famosas composiciones para órgano de Bach, compuesta durante sus años finales en Weimar.
Cinco, El clan de los Sicilianos, para cuyo tema principal Morricone empleó sin ocultarlo la melodía del Preludio, lo cual no sería lo criticable que es si en los créditos se informase convenientemente. Aquí le podemos ver dirigiéndolo él mismo en un concierto en Venecia
Cuatro, los integrantes del Modern Jazz Quartet de Milt Jackson, pero también, tanto o más, del pianista John Lewis, director musical del grupo y bachiano confeso, y por tanto con grandes probabilidades de ser el instigador de esta versión jazzística de la Fuga, interpretada en colaboración con Laurindo Almeida, en unas sesiones que dieron lugar a un álbum con ese título: Collaboration. Una joya.
Tres bayanes tocando el Preludio. El bayán es una variedad de acordeón cromático de botones desarrollado en Rusia en el pasado siglo, capaz de conseguir bajos tan poderosos como los que podemos escuchar a este trío de los Urales.
Dos, el Preludio y la Fuga, en la transcripción de Liszt que interpreta Jorge Luis Prats. En Youtube pueden verse también por separado, Preludio y Fuga, en la versión de la búlgara Svetla Protich, para descubrirse.
Uno, un músico ambulante con su acordeón en el metro de Berlín, en una grabación de ínfima calidad que no hace justicia a lo que se intuye.
Este Youtube es de 2008. En 2011, un escritor americano llamado Richard Powers, “conocido por su literatura de ficción en la que analiza el efecto de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad” publicaba un ensayo titulado “¿Qué sabe la ficción?» en el que puede leerse lo siguiente:
Estamos a la mitad de las escaleras de la estación de Gleisdreieck cuando escucho una canción melodía que me sé como el respirar. Es la Fuga para órgano en la menor de Bach, BWV 543, girando en el aire. Pero antes de dejarles demasiado preocupados por ver a dónde va a parar esto, permítanme añadir que las notas de la monumental fuga que se vierten en unas escaleras llenas de desperdicios provienen de un acordeón.
(…)
Mi cerebro se aferra a una línea de Broks, el neuropsicólogo escritor con el que tuvieron que lidiar mis estudiantes alemanes: «La buena música anula la distinción entre el mundo exterior y nuestra vida interior.» Y nada en la biología evolutiva puede explicar por qué se hace esto para nosotros. «La experiencia es un asunto en primera persona», dice Broks. «La ciencia opera en tercera persona» La música es – ¿qué? Un contrapunto sorpresa entre los dos. Lo siento, pero en Berlín, bonito Berlín, en la primavera, mientras estamos ahí escuchando al músico ambulante ruso tocando Bach, cuando nada en mí es lo suficientemente fuerte como para sobrevivir al aniquilador pasado, esta música me hace querer saber lo que sucederá después.
Un tren de Ruhleben atruena en la estación y vomita su contenido. La gente pasa a distintas velocidades al lado de esta banda de un solo hombre, todos haciendo complejos análisis costo-beneficio en tiempo real, calculando el balance entre el placer neto presente y el que está por llegar. El acordeonista se impone con el bajo del tremendo pedal del punto final de Bach, haciendo retroceder la profusión hacia la tónica. Mi esposa y yo estamos boquiabiertos. Durante el tiempo que este hombre tarda en llegar a la cadencia final, estamos ahí, de todos modos, yendo a ninguna parte, del presente a la absolutamente infinita improbabilidad de la existencia.
Cero, despegamos por fín con la obra interpretada al órgano para el que fue compuesta. El Preludio es una de las piezas que Pere Portabella escogió para su película “El silencio de Bach” y en ella podemos ver la enorme actividad del pedal. El organista se llama Christian Brembeck.
Para la increíble Fuga, una de estas fascinantes partituras gráficas que a los analfabetos musicales nos dan una idea de lo que debe disfrutarse al seguir una obra leyendo su partitura. El organista es Christoph Bull.
Pero, con mejor calidad de audio, no perderse la estupenda interpretación de Christopher Herrick en el órgano de la Jesuitenkirche de Lucerna.
La fuga a l’organ és poderosa. Encara que és un instrument que fóra dels espais d’esglésies i catedrals no tinc tendència a escoltar-lo. Requereix molt d’espai per expandir-se.
El bayan (no en tenia ni idea) m’ha agradat. I el cinc (Morricone) ni ho reconeixia…
EBNCD, amen
Tens raó, però el cap es un espai prou gran, i més si es
vbuit 🙂 Vull dir que amb auriculars sona prou be, encara que perdi aquella ressonància de les esglésies. I la adaptació de Morricone es molt intel•ligent, al meu parer. Es un expert.EBNDCD…. així en la terra como en el cel, però t’has deixat una D, amén.
vuit = 8; 😯
perdò EBNDCD!
No es la primera vegada, no sé si no m’ho vareu rectificar ja vosaltres, i probablement no serà la darrera. Tot el que no detecti el corrector de texts, es un perill. Rés de perdó, gracies, i san tornem-hi quan calgui.
Ara em toca a mi: on la Timamot diu ÒRGAN deu voler dir ORGUE, perquè òrgan en sentit figurat i escatològic és allò que no sona…
Desprès del milkwood ho hauria d’haver detectat, i una fuga a l’òrgan donava força de sí. No la renyis molt, que un fallu el te qualsevol. Ah! I si no sona es que s’ha tornat mes discret i las mata callando, el fetge, naturalment.
Hoy toca Bach.Pues la versión que más me ha gustado es la 4 ,del Modern Jazz Quartet la» Fuga «con Laurindo Almeida y que se llama : «Collaboration.»!exquisita! y en segundo lugar la 2: «Preludio y Fuga» transcripción de Liszt.
Con Bach ,se pueden hacer maravillas .U.A.y adióooos
La de jazz es la que más ponía mientras preparaba esto, y la que dió pie a esta página, me parece buenísima. Pero también me fascina mirar el útimo video, y ver la música, me parece increible.
UAYHLP 🙂
Lo único que no me ha gustado es, en la traducción de ese ensayo, que escribiera refiriéndose a esta obra, «escuché una canción». Un oboísta amigo, cada vez que tocamos un obrón (tipo Mahler o una sinfonía grande…) dice: ¡Bonita canción esta!
El piano permite un tipo de expresividad y el órgano otra. Lo malo del órgano es que, si no es en directo pierde mucho más que el piano.
Lo que no me explico es tu capacidad para encontrar todas estas cosas. Sigue adelante, que nos viene muy bien. Aunque yo ahora debería estar rascando el instrumento en vez de leyendo y escuchando tu blog en internet…
Muchas gracias. Asociaciones de ideas, cierta práctica para localizar cosas en internet y considerables dosis de casualidad. Esta mañana, en el blog de Joaquim leia sobre la «galdosa» inauguración del Liceo, una palabra que, habiendo nacido yo aquí, no estaba muy seguro de lo que significa. Ha resultado ser «Bonito, gracioso, limpio, agradable, bien conseguido; pero suele decirse en sentido irónico, queriendo decir lo contrario de todos estos conceptos». Ahora tu sacas lo de la «bonita» canción de tu amigo, que no deja de ser una ironia, aunque en otra dirección. Ya solo falta buscar un Youtube y tienes un post (Sobre todo si esta semana tienes unos días libres, como es mi caso)
Claro que luego pasan cosas como estas: El texto dice «when I hear a tune», que sería una tonada o una melodía, y servidor lo traduce por canción. Y ya tendríamos material para otro apunte… 🙂
Me mondo. No tienes remedio. Seguro que con los mismos datos encuentras un tango o algo de Messi.
POr cierto, bonita canción. ¿Es eso bossa nova? (yo es que de música no entiendo mucho).
Desde luego, una bossa-nova tan bonita como ésta:
Si fuera un quesesto te contestaría con Por una cabeza:
Yo era niño por entonces, pero me acuerdo bien, porque quería que ganase el Madrid, pero me gustaba Marquitos, que es de Santander.
Genial! «Por una cabeza», déjame que aclare por si no se conoce, que ese es el título del tango que baila Messi. Esto sí que es un regalo, no había vuelto a ver ese partido, y aparte de otros instructivos detalles y del lacrimoso Nuñez, ¡menudo golazo! Y veo que en el estudio estaban, además del rector Fabian Estapé y otro que no reconozco, José Guardiola, que me llama la atención siendo perico, y José Carreras, de modo que ya daba pie para buscar un video suyo con el «vinceró», pero esto ha sido insuperable. No recordaba que Marcos hubiese nacido en Santander; como era hijo de su padre pensaba que sería de Madrid, aunque ahora veo que también el padre era de Santander.
Si hay un músico apropiado para seguir, no solo interés sino diversión, ese tipo de partituras gráficas es Bach. Hay un orden lógico, inexorable en las distintas voces, con su destino marcado en la línea del bajo. Una sucesión precisa, matemática e imparable de notas, cadencia fria y a la vez esplendorosa que se hace evidente de manera sonora y gráfica en toda fuga. Es Bach.
Gracias! Me encanta que argumenten tan bien mis preferencias 🙂 No sólo es interesante y divertido; yo creo que «oigo» mejor la musica y capto detalles que pasarian desapercibidos. Es un buen invento.
Me gusta como lo explica J.O.; porque Bach aparte de ser un artista fuera de serie ,era también un gran matemático.Y cambiando de tema (que es mi especialidad) !el tango de Messi !me ha hecho muy feliz! Gracias U.A.y adióoooos
J.O. es un gran explicador, y por tanto, un buen entendedor. También a mí me encantó dar con ese video del messi.tango, pero el de «por la cabeza de Marcos», tampoco es manco. Y, en cuanto a la especialidad, tranquila, que es la de la casa. UAYAVSGEB (la B final es del Barça: a ver si deduces el resto)