Brahms – Liebeslieder, op.52 (y 3)

Schlosser auf, und mache Schlösser. Levántate cerrajero, y haz cerraduras.

Acabamos hartos de la malicia de la gente y seguimos pidiendo medidas contra los chismosos; medidas urgentes, una de las canciones más cortas del ciclo.







Levántate cerrajero, y haz cerraduras,
cerraduras sin número;
Porque las malas lenguas
Quiero cerrarlas todas de una vez.





Vögelein durchrauscht die Luft. El pajarillo surca el aire.

Tampoco es muy largo el nervioso aleteo de este pajarillo, que enseguida encuentra un corazón en el que reposar.





El pajarillo surca el aire,
busca una rama;
y el corazón, un corazón, un corazón desea,
dónde descansar feliz.



Sieh, wie ist die Welle klar. Mira, qué clara es la ola.

Ensoñación amorosa al ritmo de las olas.





¡Mira, qué clara es la ola,
cuando la luna la mira!
¡Tú que eres mi amor,
vuelve de nuevo a quererme!



Nachtigall, sie singt so schön. El ruiseñor, canta tan bien.

El ruiseñor no deja de cantar en el piano y ambientar a los enamorados.







El ruiseñor, canta tan bien,
cuando las estrellas brillan.
¡Ámame, corazón amado,
bésame a oscuras!






 

Ein dunkeler Schacht ist Liebe. Lebhaft. Un oscuro pozo es el amor.

«Lebhaft», vivamente, una encendida queja desde la oscuridad de la pasión no correspondida.





Un oscuro pozo es el amor,
una fuente demasiado peligrosa;
caí en ella, pobre de mí,
no puedo ver ni oír,
sólo puedo pensar en mi felicidad,
sólo lamentarme en mi dolor.



Nicht wandle, mein Licht. Mit Ausdruck. No pasees, luz mía, allá afuera.

«Con expresión», entre el nocturno y la canción de cuna, preciosa música para un húmedo poema. De nuevo Robert Shaw opta por un solista, el tenor Karl Dent.


No pasees, luz mía, allá afuera,
en los campos!
Tus pies, tan delicados, se pondrían
demasiado húmedos, demasiado blandos.

Inundados están allí los caminos,
que llevan a ti;
Tanto que, allá afuera se humedecían
mis ojos.

Es bebet das Gesträuche. Lebhaft. Tiemblan los arbustos.

La última delicia, el delicado y tembloroso ritmo del corazón enamorado.




Tiemblan los arbustos,
que ha rozado en su vuelo
un pajarillo.
Así es como tiembla
el alma, trastornada
por el amor, el deseo y el dolor
cuando piensa en ti.



Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
Esta entrada fue publicada en Música, Post-Romanticismo y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a Brahms – Liebeslieder, op.52 (y 3)

  1. angels dijo:

    !Viva el romanticismo!, la letra que más me ha gustado ,es la del cerrajero,!no soporto a los las cotillas!.Con Brahms has puesto unos grabados muy bonitos, !un tanto acaramelados!, pero son los que le van.!Que lote de trabajar te pegas ! Te doy las gracias porque ,al menos a mi me estás «desasnando»ja,ja y ja U.A.y adióoooos :-D.

    • José Luis dijo:

      Gracias a ti, que siempre estás al quite. Pongo lo que pillo, y algunos cromos hay, pero también otros muy buenos. Nuestro desasnamiento irá a la par, aunque a mi no me convenga demasiado, no me vaya a quedar en nada.

Dejar un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s