…cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar su alma. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla.
Los mitos explican el origen de las cosas, y el de Orfeo nos muestra la esencia y la fuerza de la música. De ahí su recurrente presencia en los momentos en que la música alumbra un gesto fundacional (sobre todo en el dominio del drama per música). Así, Orfeo se halla en la que puede considerarse como la primera ópera cuya música se ha conservado, la Eurídice de Jacopo Peri, en el Orfeo de Monteverdi, la primera gran ópera y el fundamento de lo que se desarrollaría luego durante los siguientes siglos, y en el Orfeo y Eurídice de Gluck, que refunda el género. Y también está presente, entre otras muchas, en La muerte de Orfeo de Stefano Landi, en El alma del filósofo, o sea, Orfeo y Eurídice de Haydn y en Orfeo en los infiernos, la bufonada de Offenbach.
Distintos personajes para acompañar al protagonista en su viaje, y siempre un Deus ex machina con que lograr un final feliz después de que, al mirarla, Orfeo haya perdido de nuevo a Eurídice, aunque en el de Landi, la intervención salvadora no se produzca tras el retorno de Eurídice a los infiernos, sino tras la muerte de Orfeo, descuartizado a manos de unas ménades despechadas por la fidelidad que mantiene a la memoria de su amada. Pero, sobre todo y siempre, su todopoderosa música, seduciendo, convenciendo y venciendo en todos los terrenos y a todos sus dioses:
Vence a Zeus, en la tierra, donde sabe alternar los cantos gozosos y los tristes y consigue que «los pájaros queden detenidos en las ramas, / que las ondas de los riachuelos dejen de murmurar / y que toda brisa suspenda su curso». Así se presenta a sí misma La Música, protagonista de la «Fávola in música» de Monteverdi, apareciendo alegóricamente en su prólogo tras el famoso preludio que se repetirá como ritornello:
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lo la Música son, ch’ai dolci accenti
So far tranquillo ogni turbato core.
La música puede tranquilizar, con sus dulces acentos, todo corazón turbado; puede inflamar de noble cólera, o de amor apasionado, a los espíritus más fríos.
lo, su cetera d’or, cantando soglio
Mortal orecchio lusingar talora.
Armada de su cítara de oro, puede deleitar los oídos mortales, incitando al alma a desear de manera ardiente la audición de las armonías de la lira celeste
… l’armonía sonora
De la lira del ciel…
La Música habla de Orfeo, que atraía con su canto a las bestias salvajes, y que pudo conquistar al infierno con sus plegarias
e servo fe’l’inferno a sue preghiere.
Y aunque la mayor gesta de la la música fuese vencer a Hades, en el inframundo, también venció a Poseidón y a los océanos, pues, aunque no aparezca en la tragedia, Orfeo formó parte del séquito de Jasón y contribuyó, con sus cantos, a facilitar que se botase el navío, y que los remeros acompasaran su ritmo en el golpear de la superficie marina. Consiguió, además, desafiar y vencer un poder hostil también asociado al omnímodo poder de la música: el cántico de las sirenas…
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El youtube que nos muestras es impagable. Por varias razones. Por supuesto la música la primera. La segunda ver a un Harnouncourt tan joven con la vitalidad que se gasta. La tercera que es un film de Ponnelle, y que por tanto el marco y entorno histórico esta no solo asegurado sino que realzado…Y claro, estamos en Mantua, y el teatro donde se esta representando el Orfeo de Monteverdi no puede ser otro que el Bibiena. Este pequeño teatro es una joya maravillosa. Leopoldo Mozart ya dejo escrito que era el teatro más hermoso jamás visto. No entiendo cómo no es más conocido. Si vais algun día a Mantua no os lo perdais. El nacimiento de la ópera no pudo tener una cuna más bella!
Ni Ponnelle, ni Bibiena… me consuela saber quién es Harnoncourt 🙂 Pensaba que poder ilustrar el texto con la música de que se habla justificaba estas entradas, pero si sigues con comentarios así, ellos van a ser el principal motivo de interés: Procuraré sacarlas en fin de semana 😉
🙂
Pués ya esta mañana me he detenido mucho más en el texto del post. Ayer, con las horas que eran… :-). Cómo de entrelazada esta la épica griega, verdad? O sea, que también no solo con Euridice sino con los argonautas estaba el mismísimo Orfeo, inaugurando su célebre barco, marcando el ritmo de navegación y ejerciendo de protector de los mares…y dando el título al libro de Trias… Debemos darle un buen homenaje, se lo merece, por ser quién fué, por ser motivo de músicas tan bellas, por hacernos felices con su lira y por «su recurrente presencia en los momentos en que la música alumbra un gesto fundacional…». Y es que efectivamente, ella misma, La Música, nos lo dice: «Hablo de Orfeo».
Comentario con coda, perfecto 😉
Creo que esta va a ser una buena forma de poder enterarse de lo que dice el Canto de las Sirenas, sin necesidad de tener que leerlo (un buen resumen de la crítica de la razón pura es mejor que tener que leerlo). Como dice Josep, precioso vídeo y teatro. Y hasta Harnoncourt ha sido joven!!!
El problema es que sólo te enterarás de lo que yo crea haberme enterado. Y que va para largo, creo que me dará para dos o tres años. Pero tienes toda la razón, ya podría Kant haber hecho una coda Beethoveniana a su crítica de la razón pura.