Wagner en Kitezh

Rimski-KórsakovA pesar de lo muy rusa y personal que es la extraordinaria partitura de La leyenda de la ciudad invisible de Kitezh, su relación con Wagner no se limita a los paralelismos con el argumento de Parsifal. Ya los primeros compases de la introducción evocan la de El Oro del Rin [y toda ella, bastante más, a los «Murmullos del bosque» de Sigfrido, certero enriquedeburgos en su comentario] , pero la influencia más llamativa es en la escena de la transformación, en la que la flauta repite insistentemente un motivo que recuerda muchísimo al del fuego del prodigioso final de La Valquiria.

Entre transfiguraciones y genios anda el juego. Ahora toca reivindicar y revisar al ruso. Esta es la introducción de Kitezh, el Elogio de la soledad, en un paisaje idílico atravesado por un río tan eslavo como el Moldava, seguida de la primera intervención de Fevroniya, que rima con maravilla y nos situa en su maravillosa Rusia.

Las entradas que quedan a la venta en el Liceo son las de precios astronómicos, los ricos bien podrían, pero no pueden, que dijo Herman Hesse. Pero, si es preciso, se atraca. Es un caso de extrema necesidad.

Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
Esta entrada fue publicada en Opera, Parecidos y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

8 respuestas a Wagner en Kitezh

  1. Allau dijo:

    Claro que sí. Qué ópera (y qué producción) tan maravillosa.

  2. Josep Olivé dijo:

    Veo un paralelismo formal desde el punto de vista de la estructura musical, pero no argumental. En cuanto al fragmento que nos muestras sí que hay un parecido muy claro.

    • José Luis dijo:

      Fevroniya y Parsifal son dos personajes de leyenda con propuestas misticas, una busca la ciudad invisible, el otro el Grial. Pero tienes razón en que lo de «argumental» es, cuando menos, muy excesivo. Y tómate un antiácido, que debes estar haciendo litros de jugos…

      • Josep Olivé dijo:

        Hace muchos años bien que sabía lo que era tomar antiácidos…buf…hasta que me harté y me las tuve con la de hiato…jajaja…y desde ese día, y gracias a un eficiente cirujano, obviamente, pues que rien de rien…pero que nein de nein…y es que la medicina avanza, que es una barbaridad… 🙂 🙂 🙂 …

  3. El segundo corte que pones, el del bosque, también me recuerda a los murmullos del bosque de Sigfrido y tal vez al funeral de Sigfrido.
    Algún día escucharé esta ópera. Es que me entran ganas de aprender ruso y todo…

    • José Luis dijo:

      Ya podría ser, y también Fevroniya es un poco salvaje como Sigfrido, aunque bastante más buena y simpática 😀 De todas formas, durante la representación, apenas pensé en Wagner; Kitezh es rusa-rusa. Y buena como el pan bueno. Otro punto en común con Wagner es que cuando llevas cuatro horas, si te dicen que te echan cuatro más, pides tiempo para un chocolate con melindros y continuamos.

  4. Pingback: ¿Tenía realmente Rimsky-Korsakov en un pedestal a Wagner? ® | Ancha es mi casa

Dejar un comentario