El Matita Perê es una variedad de cuco, un pájaro de mal agüero en Brasil, y su canto de dos notas acompaña la huida de un tal Chico, alias Horacio, llamado Joao, desde el despertar en un sueño hasta la muerte, en una canción con clara vocación de suite sinfónica, una de las más maravillosas canciones de Jobim, que ha sido la elegida entre tantísimas estupendas por añadir las virtudes de ser menos conocida y de no moverse por las playas de Ipanema sino por el Brasil más profundo, el de Villa-Lobos y el de los escritores a quienes está dedicada, João Guimarães Rosa, Carlos Drummond de Andrade y Mario Palmério.
Matita Perê estaba en la tercera pista del disco del mismo título aparecido en Brasil en 1973, que aquí se llamó Jobim y sustituyó la imagen del autor por la coloreada pintura de su interior, obra de su hijo Paulo. La primera era nada menos que Águas de Março (en la que ya se cita el pajarillo), protagonista un año después del mítico dúo con Elis Regina. Pero escuchando Matita Perê, una obra maestra que debe también mucho a los arreglos de Dori Caymmi, resulta evidente que su elección para el título del disco no fue un capricho de Jobim.
La letra es de Paulo César Pinheiro y del propio Jobim:
Casi treinta años después, en 2002, Matita Perê fue inevitablemente seleccionada para el doble CD Jobim Sinfónico, con la Orquestra Sinfônica do Estado de Sao Paulo dirigida por Roberto Minczuk. Para cantarla, nadie mejor que Milton Nascimento.
Me ha hecho mucha gracia que tu ,tambien te metas en el mundo de las aves .El pajarito me
parece feucho,pero la canción es muy poética, con la imitación del canto del pájaro este..
Un abrazo y adióoooos 🙂
Ni me habia dado cuenta de que otra vez ando con pajarillos. Este es feo con ganas, pero la canción me entusiasma