El canto de las sirenas (XIX) (EBNDCD) – La fe de la conmovedora música de Bach

van der Weyden - Políptico del Juicio final

Los textos del Nuevo Testamento son elocuentes respecto a las postrimerías de salvación. Pablo expresa en Corintios I, 2-9, que “no hay ojo que haya visto, ni oído que haya oído, ni inteligencia que pueda concebir lo que Dios ha preparado para aquellos que le han amado”; un texto del que se hace eco Philipp Nicolai, el autor del texto del coral luterano que proporciona los versos del coral incorporado en la cantata de J.S. Bach, Wachet auf, ruft uns die Stimme (Despertad, la voz nos llama), BWV 140

Wachet

Esos últimos días asistirán a la conversión de la comunidad elegida (…) en esa esposa que celebra las bodas del cordero en el escenario apocalíptico final, y que ingresa en la Nueva Jerusalén. Esa comunidad es también la que entre tanto aguarda y espera con ánimo vigilante la llegada del futuro esposo.

Las parábolas del reino de los cielos (…) lo atestiguan. En especial esa parábola de las vírgenes prudentes, provistas de aceite para alumbrar el camino que les conduce a la recepción del esposo, que da lugar a esa impresionante cantata BWV 140 con uno de los más bellos corales de Bach: Zion hört die Wachter singen (Sión oye cantar a los vigías)

al que sigue el precioso duo de soprano y bajo Mein Freund ist mein (Mi amigo es mío), ese «hermoso momento en que el Señor llega («como un ladrón en la noche») y se produce el instante de unión, (…) de mutua y recíproca posesión pasional y amorosa. Uno y otro se dicen y se repiten: «Yo soy tuyo, y tú eres mía; yo soy tuya, y tú eres mío».

Mein freund

Esta unión mística entre el alma y Jesús es tratada una y otra vez en las cantatas de Bach, igual que son tratados y “predicados” todos los temas apocalípticos, como se hace con la “batalla final” en la Cantata nº 19, Es erhub sich ein Streit (Tuvo lugar una batalla)

O las que exhiben el Dia del juicio y de la ira de Dios, con gran profusión barroca, acompañamientos de trompetas, trepidantes pizzicati que describen la hora final, o el Dies irae, dies illa, cuyo más cercano equivalente puede hallarse en el aria So löschet im Eifer der rächende Richter (Entonces en su celo el juez vengador) de la Cantata BWV 90 Es reißet euch ein schrecklich Ende (Os espera un fin terrible),

O las cantatas que festejan, al compás de alguna siciliana, o de música pastoral, o en forma de canción de cuna, un ansia de muerte que es, también, afán de resurrección (o de nuevo nacimiento): Mein Verlangen (Es mi anhelo) de la Cantata BWV 161 Komm, du süsse Todesstunde (Ven hora dulce de la muerte)

O las que, en la más hermosa de las canciones, cantan la bienaventuranza de aquellos elegidos en quienes el Santo Espíritu instala su vivienda, como en el aria de soprano (alto) de la cantata de Pentecostés O ewiges Feuer, o Ursprung der Liebe (Oh eterno fuego, oh manantial de amor) titulada Wohl euch, ihr auserwählten Seele (Dichosas vosotras, almas escogidas)

En ese ansia de muerte –y de resurrección-, o en ese deseo de infinita unión en el instante de la muerte, se descubren los más conmovedores momentos musicales de J.S.Bach, así en el coro final, tan celebrado, tan popular, de Herz und Mund und Tat und Leben (Corazón y boca y acción y Vida), BWV 147, en el que esa unión del alma con Jesús se conmemora del modo más emocionante.

O bien en el hermosísimo dúo que sigue a la “fantasía coral” con que se inicia Wachet auf, ruft uns die Stimme: Wenn kömmst du, mein Heil? (¿Cuándo vendrás, mi Salvador?)

O en esas pieza idílicas, o pastorales, que en forma de canción de cuna asisten los ojos, ya debilitados, del alma moribunda, a punto de entregarse en encuentro con el esposo, con Jesús, como en el aria en forma de berceuse de la célebre cantata Ich Habe genung (Tengo suficiente), BWV 82: Schlummert ein, ihr matten Augen (¡Cerraos, cansados párpados)

Esa transformación final, escatológica, como futuro trascendental, del origen matricial, y de la muerte que presupone (y de la irrefrenable ansia de amor-pasión que promueve), es la que concede a todas esas arias, corales, fantasías corales, canciones de cuna o dúos cuasi-operísticos su infinita capacidad de conmover.

________________________________________________________________

Todo lo que en estas páginas aparece en este color verde, son citas literales del libro El canto de las Sirenas de Eugenio Trías; en negro están los ajustes gramaticales, lo resumido y todo lo que proviene de su texto. Y en este azul, lo añadido, comentarios propios y definiciones o explicaciones de terceros, a menudo de la wikipedia.
Anuncio publicitario

Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
Esta entrada fue publicada en Barroco, El canto de las sirenas y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

Dejar un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s