Carlos Kleiber

carlos-kleiber

Hoy se cumplen doce años de la desaparición de Carlos Kleiber (*), uno de los más grandes directores de todos los tiempos, una figura fulgurante y mágica, dotada de una sensibilidad tan excepcionalmente aguda como su capacidad para obtener lo que deseaba de los músicos, un genio al que sólo se le podían reprochar sus plantones, sus espantadas y lo poco que se prodigó, buena parte de lo cual puede atribuirse a su mismo perfeccionismo.

Poco amigo de la prensa, los escasos documentos en los que se le ve trabajar son un espectáculo que emociona por su expresividad, su fuerza, su pasión, su propia emoción, y la que su música provocaba y provoca. Traces to nowhere es un documental en el que, además de verle dirigir y poder escuchar una Liebestod sobrenatural (y otros fragmentos magníficos, como el de la Obertura de El murciélago), tenemos el testimonio y la opinión de músicos que le trataron, de directores como Otto Schenk y Michael Gielen, de la cantante  Brigitte Fassbaender,  de Plácido Domingo, de un par de profesores que estuvieron a sus órdenes y se entusiasman viéndole en la pantalla o recuerdan cómo, con él, “uno participaba en la creación de la música”, pero también de una maquilladora a la que convirtió en wagnerófila, y, especialmente emotivos, los recuerdos de su hermana Veronika Kleiber. Pero primero, un tráiler para indecisos:

Y el documental, también subtitulado en inglés:

En cierto modo complementario y también muy interesante, es otro documental titulado I’m lost to the world, más biográfico, y que dedica mucha atención a la figura de su padre, Erich Kleiber. Pese a lo que podría deducirse ante el título tomado del poema de Ruckert que Mahler hizo famoso, no hay ninguna cita a ese compositor, que a Carlos Kleiber no le gustaba. Empieza como acaba, con su espectral imagen dirigiendo esa fantástica Liebestod en Bayreuth, cinco minutos que bastan para apreciar su enorme personalidad.

Nadie puede tocar las estrellas,
pero necesitamos personas que traten de alcanzarlas

-◊-

(*) También en un trece de Julio falleció hace dos años Lorin Maazel, en muchos sentidos en las  antípodas de Carlos Kleiber pero de la misma primera categoría.

Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
Esta entrada fue publicada en Música y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

14 respuestas a Carlos Kleiber

  1. lluisemili dijo:

    No he tingut temps d’escoltar/llegir tots els videos que ens has proporcionat.
    No sabia res d’aquest home. Però la versió en LP del Freischütz la vam comprar quan va sortir (happy ’70s) i ens va fascinar. Va provocar que no hàgim presenciat cap Freischutz que no fos decebedor.
    I el Rosenkavalier amb la von Otter i la Felicity Lott!
    Ens va enlluernar en veure el DVD la per TV (encara feien coses com aquesta als anys 80) i ens el vam comprar i visionar repetidament. Ni idea que el director fos Carlos Kleiber ni que fós la seva especialitat obsessiva.
    Quin personatge!
    Gràcies per «desasnar-me» (*) que deien aquells profes dels happy 😉 ’40-’50.

    Nota. no és un derivat d’Asnar ni d’Ansar. Ecs!

    • José Luis dijo:

      Per raons familiars obvies, jo mantinc el dret de seguir dient desasnarme i de trobar ocasió de fer-ho molt sovint. Tampoc jo havia sabut res d’aquest home fins fa no gaires anys, potser l’havies sentit tu mes que jo, encara que sense fixar-te en els noms. Suposo que no va agafar l’ona de les discogràfiques, tot i que la seva gravació de la Cinquena de Beethoven és per alguns el millor disc de clàssica de l’historia, realment brutal.

  2. Josep Olivé dijo:

    The one! Para mi the one! Admiro a muchos directores, pero Carlos Kleiber transmite algo que no puedo explicar, intangible, misterioso. Es todo él, la música que sale de su batuta, su lenguaje corporal, su media sonrisa, su estar en el podio, y también su irascibilidad, sus manias, su reducido repertorio, su insistencia en las mismas obras y esa apariencia casi wagneriana (que no endiosada como idem) de que le debemos algo por estar ahí. Tengo más «ones»…un joven y explosivo Sergiu (Celedibache), un sabio Sir (Colin Davis) y a un casi místico Carlo Maria (Giulini)…y más, pero es Carlos (Kleiber) quién esta en lo más alto! Impresionante post! Gracias!

    • José Luis dijo:

      De nada, mínima reseña biográfica y un par de youtubes muy interesantes de un personaje realmente fascinante. Y, no sé si te habrás fijado, porque lo añadí luego al enterarme viendo la tele, la fecha coincide con la de Maazel, que falleció justo diez años después.

      Por cierto, entre paréntesis, como dice lluisemili para que suene bajito: (Vengo de ver en el Real de Madrid una Elvira Damrau portentosa, pero sobre todo un Arturo Camarena de lo más flipante y mantenidamente emocionante que he oido nunca. Y he llegado a la conclusión de que si Bellini hubiese durado más, se habría llamado Verdi. Menuda partitura la del tercer acto de I puritani)

  3. lluisemili dijo:

    Els Youtubes de C. Kleiber dirigint (per exemple les 5ª, 4ª i 7ª de Ludwig Van) són fascinants. Ho és sentir-lo però veient-lo em solidaritzo amb la maquilladora.
    De reclinatori! Em pensava que l’amic Olivé exagerava. Mira que m’agrada veure dirigir Abbado, però C. Kleiber és hipnòtic.
    Repeteixo. Gràcies pel «descobriment». Más vale tarde que nunca.

Replica a José Luis Cancelar la respuesta