Voy a acostumbrándome a dar por normal la compañía de los pájaros, a que un gavilucho me eche un ojo mientras estoy almorzando, o a que los conejos correteen por el patio y se coman desvergonzadamente mi hierba (la del patio, con la otra todavía no me he puesto y no creo que me dé ya), aunque esto último, lo de ver conejos en mi patio, es menos frecuente desde que unos perros asilvestrados mataron la pareja que se había instalado en él, bajo unos matorrales, y se acercaba diariamente hasta la misma puerta de casa.
Desde la ventana, también he visto aterrizar a una bandada de palomas, posándose en perfecta formación sobre un campo de garbanzos recien cosechado. Y, con la veda todavía cerrada, hace poco tuve desfile de perdigones atravesando apresuradamente el patio tras su madre. Más habitual es el espectáculo de los cernícalos, aleteando contra el viento para mantenerse quietos en el aire oteando su pieza. O el circo de los gorriones, que aquí llaman pardales, como en Cataluña. Este año hay muy pocos, y el ciprés se ha quedado sin inquilinos nocturnos; a cambio, un par de tortolas insisten en guarecerse en el aligustre y sobresaltarme al salir volando cuando paso cerca.
Seré un alma cándida, pero sigue pareciéndome un lujo poder disfrutar de esta versión doméstica de la naturaleza y de animales generalmente tan civilizados como la aristocrática gallina de Haydn.
Y luego está el cielo.
Bueno, pero «El cielo puede esperar», no? 🙂 Nada de cándido, un privilegio, un lujo, tienes razón.
Desde luego, mientras las cosas sigan así, que espere. Ya me conformaría con que fuese la mitad que esto.
M’ho sembla o la immersió lingüística en l’ancha Castilla t’està dotant d’una riquesa de llenguatge que no tenies (o no podies utilitzar per falta d’escenari i de receptors que t’entenguéssin sense preguntes): aligustres, cernícalos, perdigones (fòra del context de l’escopeta), gaviluchos, pardales (a mallorca en diuen gorrions per no ser confosos amb les partes pudendas masculinas, suposo que ja ho saps).
Ja em coneixes la flaca («debilidad») per la llengua. És un altre «lujo»
Per molts anys
Desitjo que no frueixis del «lujo» que s’està fent habitual per aquestes contrades: els senglars (Obelix…)
Doncs no havia caigut, i tens raó. Substantius, alguns mai sentits abans, com «gavilucho», que m’encanta i que usen aprofitant la seva imprecisió per referir-se a qualsevol de les petites (o mitjanes) rapaces freqüents per aquí.
Senglars, per aquí no, però cap al Nord, a Astúries, em penso que també s’estan convertint en un problema.
La flaca, has fet bé de traduir-m’ho, que si no, Julio Iglesias i una cançó de Jarabe de Palo. Flaqueza. I «el punto flaco».
Per tal que «lo cortés no quite lo valiente» o «el llegir no et faci perdre l’escriure», et corregeixo una manca de pronom feble que provoca una lectura falsa al meu Boulinex
Tu vols dir «no HI havia caigut».
No havia caigut és el que m’hauria hagut de passar a mi per no veure’m amb crosss i «botina»
No me’n puc estar
crosses
Doncs no hi havia caigut 😀