Exposición de la colección privada de Hans Rudolf Gerstenmaier, un alemán afincado en España que, adquiriéndolas en su mayoría en casas de subastas y anticuarios del pais, ha reunido una buena cantidad de estupendas obras españolas del XIX y primera mitad del XX.
De entrada, la exposición sorprende mostrando su nivel con un nombre tan sonoro como el de Sorolla, del que, además de un par de pequeñas marinas de Jávea, presenta una luminosa y colorida Mujer regando,
y dos retratos de gran formato, con un espectacular Retrato de señora.
Siguen las primeras figuras con Zuloaga, Angustias con mantilla blanca y abanico
y a su lado, un Torero rojo y negro de Daniel Vázquez.
La muy nutrida presencia de magníficas obras de pintores catalanes en la exposición se inicia con una gran y fascinante obra de Ricard Canals Llambí titulada La merienda
Pero el pintor más representado es Aureliano Beruete un paisajista del que se presentan nueve obras, incluida estas Murallas de Ávila:
De Carlos de Haes, además de paisajes como estos Picos de Europa
llama la atención su Falucho capeando el temporal frente a la costa.
Un sólo cuadro de Santiago Rusinyol, pero una joya: Jardín de Monforte.
De Dario Regoyos, lo más llamativo, La playa de Almeria de noche
y Plaza de Bilbao
En la escalera de acceso al primer piso, dos características obras de Nonell, Maternidad y Dos mujeres de espalda,


del que en la sala también se expone una sanguina, Autocaricatura con La Coralito.
A su lado, deslumbra un Cesto de frutas de Anglada-Camarasa, el segundo pintor más representado en la exposición,
con seis obras que incluyen dos pequeños y preciosos cuadritos con su inconfundible sello, Calle con mujer y fiacre e Interior de café concierto,


y uno mayor, La Masia (Casal de Son March).
De Juan de Echevarría, simpatiquísimos tanto el retrato del perrito Cucurru como el de Mariquilla de Valle Inclán.


En la pared opuesta, unos magníficos paisajes venecianos de Martín Rico-Ortega, entre los que destaca su Vista trasera de Santa María de la Salute en Venecia
Y para el final, Aline, una acuarela de Madrazo técnicamente increible
y pinturas de tres catalanes eximios: Mariano Fortuny, también con una acuarela, extraordinaria, Poblado cabileño
y un pequeño oleo con camello y camellero de Tánger
Joaquín Mir, con unos Paisajes en los que se reconoce el Campo de Tarragona y el pueblo de La Alforja
Y Eliseo Meifren, con una preciosa composición, la Vista de Barcelona desde el Tibidabo.
(La muestra viene presentándose desde hace años en distintas ciudades de España. En Valladolid, con entrada libre, la docena y media de espectadores contrasta con los centenares que, muy cerca, disfrutan de una exposición al aire libre de vehículos clásicos, por lo demás muy agradable. La exigencia de cultura para todos ya no se airea, si es que está, en los programas electorales, pero tampoco la de una educación que estimule el gusto por la cultura, que, por lo que se va viendo, no depende sólo ni principalmente de los presupuestos.)
Exposició llaminera.
Besavis meus eren d’Alforja i mai s’ha anomenat el poble amb l’article «La». (En realitat Al és l’article àrab fossilitzat)
Alforja (de l’àrab Alfurg o al-furga «obertura» o «separació», degut a la seva situació en el coll que uneix Reus i el Camp amb el Priorat)
El «coll d’Alforja» és en realitat una redundància.
Tots el iaios que vam passar per Castillejos recordem molt bé aquests indrets.
El campanar és inclinat; no és una pífia de Joaquim Mir
Picadora Boulinex (que està llegint Tritram Shandy aprofitant la pierna quebrada y en casa)
Exposició molt agradable, i amb sorpreses com el Canals Llambí, o els Anglada-Camarasa.
Un familiar molt estimat era de la Vilella Baixa (i va fer la mili a Castillejos), i sempre li vaig sentir dir l’Alforja, potser l’error era per paral•lelisme amb «la» Vilella. I serà així, però no perquè «al» sigui ja l’article.
Del IEC: «probablement de l’àrab al-furja, ‘lloc de divertiment’» ¿?. ¿I les alforges són per divertir-se? La RAE diu el mateix que tu.
Espero que la picadora trobi molts motius per donar voltes amb el Tristram, i que la pierna (l’original, com sabràs, es «pata») quebrada no la segueixi.
Otrosí.
Això d’exímios m’emociona i em commou: recordes els «Exímios cocos» que el «Pardal filósofo» oferia a l’acera del davant del teu cole?
Vaig ser conscient del quasi arcaic i quasi sospitós «eximios». No sé res de cocos ni pardals filòsofs, crec que em fas molt vell 😀
Em remeto al piset que m’has inspirat molt indirectament
Volando voy