Me la ha enviado una hermana, también damnificada como yo por las otras bofetadas, las que no se ven ni en unas televisiones ni en las otras.
No me faltan ánimos, me sobra tristeza, preocupación y rabia. También contra mí, por no haber sido más beligerante, incluso no estando ya en Cataluña. No soy tan iluso como para pensar que hubiese cambiado nada, pero me habría sentido más a gusto conmigo mismo que quedándome solo con mis razones. Por eso abro paréntesis.
El cambio de lengua es una forma de expresar mi enfado con los catalanes que os queréis ir así. A pesar de que me resulta muy incómodo dirigirme a ti en castellano, lo he decidido también porque durante este paréntesis no quiero sacrificar la precisión a esta mínima e imprescindible cortesía, y además, dado su contenido, tampoco me parece mal facilitar el trabajo a cualquiera que no entienda el catalán. Por eso traduciré también tus comentarios cuando no sea tan innecesario como en este caso. Quizás debiera haberlo hecho siempre; más de uno se habrá perdido algunas genialidades de las tuyas, y no deja de ser cuestionable que, teniendo una lengua común a la inmensa mayoría de los visitantes empleemos cualquier otra.
Tienes razón. El niño de esta foto intemporal podría ser cualquiera de nosotros, y parece efectivamente asombrarse de lo fácil, ingenioso y eficaz que es el invento. Pero si nos maravilla será porque es una rareza, porque no sabemos y a veces ni queremos tender esos puentes. Aunque eso sería lo natural, incluso biológicamente. De todas formas, todo es del color del cristal… y en estas circunstancias, en la mirada del niño yo he percibido el temor por la vulnerabilidad de ese puente, la tristeza por su futuro.
Pues sí. Autocrítica es una de las claves de esta historia, por su ausencia. Me temo que el conjunto de la ciudadanía no es muy dado a escuchar sin prejuicios y a dar la razón a quien parezca tenerla si no le conviene. Y no digamos a cuestionar lo propio. Monolíticos y sordos. Seguramente por miedo, que hay mucho más de lo que parece.
Ay, José Luis. Abro al azar mi volumen de Machado para enviarte unas líneas y aparece un poema titulado «Los sueños malos»:
«En toda la tarde brilla
Una luz de pesadilla.»
Por acá en Ultramar también hay mucha rabia. Ojalá despertemos pronto, y volvamos a ocuparnos en tender puentes.
Un abrazo desde México.
Foto preciosa y ejemplar, invadidos de tantísima tristeza e impotencia, cuanto estamos descubriendo de los niños , si, esos pequeñajos que a veces parece que sumergidos en sus juegos de aventuras en sus tablets vivan ajenos a esta locura endiablada que estamos viviendo, y como le digo a mi nieto que no me gustan esos juegos por parecerme violentos ? y cuando me dice que en su clase hay 18 niños ( 9 años) que le dicen que son independentistas y el se queda mudo porque algo ha oido pero, no sabe exactamente que significa……naturalmente llegó a casa con la pregunta por delante y yo con dificultat (a mi tambien me cuesta entender y soy catalana hace 78 años) midiendo las palabras , le hablé de intolerancia, y torpeza de algunos politicos, pero que esto a lo largo de a historia habia sucedido ciento de veces y siempre ganaba el más inteligente,……por eso el tenia que hacer caso omiso de todo lo que oiga porque por suerte a el le gusta estudiar y solo estando bien preparado y seguir siendo como es hasta ahora, un xaval sensible, buena persona , llegaria a ser un adulto inteligente porque el Mundo los necesita…..
El abrazado a mi, estuvo muy atento y serio escuchando mi improvisado discurso pero, cuando callé me preguntó : si , pero yo que soy ? que les digo a los compis cuando me pregunten…..
solo atiné a decirle: pués que eres solo un «niño» , que te pregunten de aqui a 10 años…….
Naturalmente antes de que se haga un hombre , por lo que viva tomará su decisión , pero ahora no toca, jugar, reir estudiar querer y sentirse querido es lo único que tiene que hacer un niño de 9 años , es decir, ser feliz él que puede……..
Hace años vaticiné que se estaban gestando los «huevos de la serpiente» y ahora han eclosionado. Pero no todo es malo, se van cayendo las caretas, los malos figurantes de esta coreografía colectiva quedan al descubierto con toda crudeza y ya es mucha la gente que es consciente de la demagogia y las mentiras que han estado difundiendo. Queda, sí, el odio que se ha sembrado durante años. Esperemos que la realidad al descubierto horrorice a las buenas gentes («No es esto…») y sean capaces de recapacitar y rectificar.
No es odio lo que se ha inoculado, es desprecio, es identificar España con la caspa. Y eso se ha hecho sin necesidad de convocar a nadie, porque es muy agradecido, y se ha hecho especialmente desde los medios, y no sólo ni principalmente políticos: en programas de humor, de deportes o de lo que fuera, no se ha desperdiciado ni una ocasión para mirar a lo español desde encima del hombro. En cualquier caso no va a ser facil que se imponga la sensatez.
Bach tras Bach
… y sus hijos y discípulos, otras intertextualidades, parecidos razonables, músicas de muerte, todos los mozarts del mundo y otras frikadas del sujeto pablo del pozo
Ancha es mi casa 
Preciosa la foto. Ànims. Una abraçada
Me la ha enviado una hermana, también damnificada como yo por las otras bofetadas, las que no se ven ni en unas televisiones ni en las otras.
No me faltan ánimos, me sobra tristeza, preocupación y rabia. También contra mí, por no haber sido más beligerante, incluso no estando ya en Cataluña. No soy tan iluso como para pensar que hubiese cambiado nada, pero me habría sentido más a gusto conmigo mismo que quedándome solo con mis razones. Por eso abro paréntesis.
El cambio de lengua es una forma de expresar mi enfado con los catalanes que os queréis ir así. A pesar de que me resulta muy incómodo dirigirme a ti en castellano, lo he decidido también porque durante este paréntesis no quiero sacrificar la precisión a esta mínima e imprescindible cortesía, y además, dado su contenido, tampoco me parece mal facilitar el trabajo a cualquiera que no entienda el catalán. Por eso traduciré también tus comentarios cuando no sea tan innecesario como en este caso. Quizás debiera haberlo hecho siempre; más de uno se habrá perdido algunas genialidades de las tuyas, y no deja de ser cuestionable que, teniendo una lengua común a la inmensa mayoría de los visitantes empleemos cualquier otra.
Un abrazo.
Maravillosa fotografía, seguramente porque es mucho más que una fotografía. Gracias!
Es como música, expresa mejor que ninguna palabra el origen y la naturaleza de la tristeza que algunos sentimos. Gracias a ti, con mis mejores deseos.
El asombro natural.de un niño tendiendo un puente sobre un banco nos deja maravillados.¡Qué riqueza para el alma!. Muchas gracias.
Tienes razón. El niño de esta foto intemporal podría ser cualquiera de nosotros, y parece efectivamente asombrarse de lo fácil, ingenioso y eficaz que es el invento. Pero si nos maravilla será porque es una rareza, porque no sabemos y a veces ni queremos tender esos puentes. Aunque eso sería lo natural, incluso biológicamente. De todas formas, todo es del color del cristal… y en estas circunstancias, en la mirada del niño yo he percibido el temor por la vulnerabilidad de ese puente, la tristeza por su futuro.
Arriba esa pena amigo, que dañaste cariño esparcido por doquier. Ancha es ahora mi casa también. Abrazo. Arriba. Con tiempo.
Digo yo que si donde dice «dañaste» digo «dejaste», Don Diego se viene arriba. 😉
Bonita fotografía.
¿Unir o separar? ¿Qué preferimos todos? ¿La prosperidad de los últimos 40 años o dos bandos llenos de odio? Autocrítica, por favor.
Pues sí. Autocrítica es una de las claves de esta historia, por su ausencia. Me temo que el conjunto de la ciudadanía no es muy dado a escuchar sin prejuicios y a dar la razón a quien parezca tenerla si no le conviene. Y no digamos a cuestionar lo propio. Monolíticos y sordos. Seguramente por miedo, que hay mucho más de lo que parece.
Ay, José Luis. Abro al azar mi volumen de Machado para enviarte unas líneas y aparece un poema titulado «Los sueños malos»:
«En toda la tarde brilla
Una luz de pesadilla.»
Por acá en Ultramar también hay mucha rabia. Ojalá despertemos pronto, y volvamos a ocuparnos en tender puentes.
Un abrazo desde México.
Ay, Elena, qué acertado y aciago es el poema que te ha aparecido! Y su final también parece profético:
—¿Eres tú? Ya te esperaba…
—No eras tú a quien yo buscaba.
Foto preciosa y ejemplar, invadidos de tantísima tristeza e impotencia, cuanto estamos descubriendo de los niños , si, esos pequeñajos que a veces parece que sumergidos en sus juegos de aventuras en sus tablets vivan ajenos a esta locura endiablada que estamos viviendo, y como le digo a mi nieto que no me gustan esos juegos por parecerme violentos ? y cuando me dice que en su clase hay 18 niños ( 9 años) que le dicen que son independentistas y el se queda mudo porque algo ha oido pero, no sabe exactamente que significa……naturalmente llegó a casa con la pregunta por delante y yo con dificultat (a mi tambien me cuesta entender y soy catalana hace 78 años) midiendo las palabras , le hablé de intolerancia, y torpeza de algunos politicos, pero que esto a lo largo de a historia habia sucedido ciento de veces y siempre ganaba el más inteligente,……por eso el tenia que hacer caso omiso de todo lo que oiga porque por suerte a el le gusta estudiar y solo estando bien preparado y seguir siendo como es hasta ahora, un xaval sensible, buena persona , llegaria a ser un adulto inteligente porque el Mundo los necesita…..
El abrazado a mi, estuvo muy atento y serio escuchando mi improvisado discurso pero, cuando callé me preguntó : si , pero yo que soy ? que les digo a los compis cuando me pregunten…..
solo atiné a decirle: pués que eres solo un «niño» , que te pregunten de aqui a 10 años…….
Naturalmente antes de que se haga un hombre , por lo que viva tomará su decisión , pero ahora no toca, jugar, reir estudiar querer y sentirse querido es lo único que tiene que hacer un niño de 9 años , es decir, ser feliz él que puede……..
Estoy llorando. Un beso muy fuerte.
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Hace años vaticiné que se estaban gestando los «huevos de la serpiente» y ahora han eclosionado. Pero no todo es malo, se van cayendo las caretas, los malos figurantes de esta coreografía colectiva quedan al descubierto con toda crudeza y ya es mucha la gente que es consciente de la demagogia y las mentiras que han estado difundiendo. Queda, sí, el odio que se ha sembrado durante años. Esperemos que la realidad al descubierto horrorice a las buenas gentes («No es esto…») y sean capaces de recapacitar y rectificar.
No es odio lo que se ha inoculado, es desprecio, es identificar España con la caspa. Y eso se ha hecho sin necesidad de convocar a nadie, porque es muy agradecido, y se ha hecho especialmente desde los medios, y no sólo ni principalmente políticos: en programas de humor, de deportes o de lo que fuera, no se ha desperdiciado ni una ocasión para mirar a lo español desde encima del hombro. En cualquier caso no va a ser facil que se imponga la sensatez.