4-4 hay muchos, pero no tantos con un fragmento tan excitante como éste,
obra de Schubert, apodado Schwammerl, “Pequeña seta”, por medir poco más de metro y medio, y que aquí hubiese sido Chubert, el Champiñón. O, más ajustado al apellido y a sus aficiones, el Chupito,
fragmento que pertenece pues al contrario de esta,
es decir, al delicioso Allegro de su «Trágica».