Hace un siglo se estrenaba Vida de perro (el 14 de Abril de 1918 en Estados Unidos, el 23 de Diciembre de ese mismo año en España), un mediometraje ya muy elaborado estructuralmente que ha sido considerado como la primera obra cinematográfica de arte total. La construcción del personaje del vagabundo Charlot dió en ella un importante paso y regaló muchas escenas memorables, compartiendo protagonismo con el perrito Piltrafas,
y su versatil cola,
con su medio hermano Syd en el papel del propietario del bar incapaz de pillarle con las manos en la tapa
y con Edna Purviance, muy graciosa guiñándo el ojo, aunque lo absolutamente genial es la expresividad de la mínima gesticulación de Chaplín.