La canción del destino, un regalo en memoria de Jesús López Cobos

Jesús Lopez Cobos
In memoriam

El segundo de los conciertos de homenaje a Jesús López Cobos en el Miguel Delibes de Valladolid concluyó anteanoche de forma muy emocionante, con el auditorio puesto en pie aplaudiendo el podio vacio iluminado por los focos y rodeado por los jóvenes músicos protagonistas de la sesión, entre los que se hallaba su hijo, el también director François López-Ferrer. Acababa de sonar el In Paradisum del Réquiem de Fauré, y antes habíamos escuchado la Sinfonía 30 de Mozart, la Romanza nº 2 para violín de Beethoven, una extraordinaria interpretación del Adagietto de Mahler y el vibrante Cuarto movimiento de la Primera de Brahms. Pero también lo que para bastantes de nosotros resultó un extraordinario descubrimiento, la Canción del destino («Schicksalslied»), una sublime composición para orquesta y coro en la que Brahms puso música a un poema de Hölderlin, permitiéndose añadir a sus dos contrastadas partes, que confrontan el idílico mundo de los dioses con el fatal destino de la humanidad, un epílogo sin voces que parece abrir una puerta a la esperanza. Una auténtica joya que merece ser mucho más conocida y que muchos asociaremos para siempre al nombre de nuestro querido director.

Hyperions Schicksalslied / Canción del destino de Hiperión

Ihr wandelt droben im Licht / Vosotros paseáis allá arriba, en la luz,
Auf weichem Boden selige Genien! / por leve suelo, genios celestiales;
Glänzende Götterlüfte / luminosos aires divinos
Rühren Euch leicht, / ligeramente os rozan,
Wie die Finger der Künstlerin / como la inspiradora con sus dedos
Heilige Saiten. / unas cuerdas sagradas.
Schicksallos, wie der Schlafende / Sin destino, tal dormido niñito,
Säugling, atmen die Himmlischen; / alientan los sagrados seres;
Keusch bewahrt / púdicamente oculto
In bescheidener Knospe, / en modesta corola,
Blühet ewig / florece eternamente
Ihnen der Geist, / para ellos el espíritu;
Und die seligen Augen / con pupila beata
Blicken in stiller / miran en la tranquila
Ewiger Klarheit. / claridad inmortal.
Doch uns ist gegeben, / Mas no es dado a nosotros
Auf keiner Stätte zu ruh’n, / tregua en paraje alguno;
Es schwinden, es fallen / desaparecen, caen
Die leidenden Menschen / los hombres resignados
Blindlings von einer / ciegamente, de hora
Stunde zur andern, / en hora, como agua
Wie Wasser von Klippe / de una peña arrojada
Zu Klippe geworfen, / a otra peña, a través de los años
Jahr lang in’s Ungewisse hinab. / en lo incierto, hacia abajo

Friedrich Hölderlin. Traducción de Luis Cernuda.

-♦-

La hora que promete el título del siguiente video, con una charla del maestro en el Conservatorio de Madrid, se queda en 45 minutos, y, lo que es peor, se pasa en un soplo.

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Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
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