La noticia de los terribles esfuerzos que se ven forzados a realizar los habitantes de Mauritania para oponerse al avance del desierto. La arena, fina como los polvos de talco, es arrastrada por el viento y un mínimo de diez kilómetros al año de terreno antes fértil es devorado por esas dunas móviles, a las que sólo cabe detener levantando barreras naturales de vegetación. También la tarea del artista es esa, repoblar el mundo. No es verdad que poemas, películas y canciones no sirvan para nada. Iguales a los matorrales que plantan los mauritanos ante las ávidas dunas, se oponen a la desertización de la vida.
Gustavo Martín Garzo – El cuarto de al lado
Pero no hay regla sin excepción: