Así como existe una música con vista a la calle, hay también una música interior. Es lógico. ¿Cómo podríamos sacar nuestra música al exterior si no la conocemos? Pero —seamos sinceros— ¿la tenemos?
Para explorar su música interior sin acudir a productos de farmacia, realice el siguiente ejercicio:
Ejercicio
Relájese en un sitio tranquilo.
Concéntrese: el secreto del ejercicio es su mente.
Vacíela. Ahora trate de escuchar su música interior.
¿La oye? ¿Verdad que sí? ¿Cómo es?
¿ Tal vez una nota grave? ¿O un largo acorde?
¿Quizás una nota aguda y cantarina?
Si escucha un glu-glu puedeser su intestino.
Vacíelo.
Si escucha dos músicas que suenan a la vez, no se altere.
Sin perder la concentración, levántese y apague la radio.
Practique este simple ejercicio dos veces por semana.
Verá que en pocos lustros lo hará inconscientemente.
Cantando bajo la ducha. Jorge Maronna (Les Luthiers) y Daniel Samper.