Las paredes del conducto auditivo externo segregan cera, cuya noble función es retener el polvo o los pequeños insectos o los grandes mamíferos que pudieran penetrar hasta el tímpano. Esta cera puede acumularse y endurecerse, hasta producir cierto grado de sordera. Algunas ciudades recogen la cera sobrante y hacen con ella museos que luego son muy visitados por los turistas.
No se debe tratar de quitar cuerpos extraños del oído si no se es médico, pues podría llegar a causar graves daños al tímpano. Sin embargo ofreceremos aquí algunas maneras simples de hacerlo en casos de emergencia:
- Introducir en el conducto auditivo un sacacorchos o tirabuzón. Girar en el sentido de las manecillas del reloj (si el suyo es de pantalla o display, fijarse en el de la iglesia más cercana) hasta que la cera ofrezca mucha resistencia. Tirar entonces con fuerza hacia afuera. Desprender del sacacorchos los trozos de cera, de tímpano y de nervio auditivo.
- Introducir en el oído, con la ayuda de un embudo, medio litro de aceite de oliva hirviendo. Sacudir al paciente sobre un recipiente hasta que gotee por completo el aceite y reciclarlo para ensaladas, pues es de alto contenido vitamínico. Tirar el recipiente. Tirar al paciente.
Cantando bajo la ducha. Jorge Maronna (Les Luthiers) y Daniel Samper.
3. Introducirse en el oido del paciente ↓
Es el momento de hacerse una audiometría, Señor, escuche
y si todo esta bien, aprovechar antes de que el oido se endurezca, que todo llega si tiene tiempo.
El «Signore ascolta»…Liu…Turandot…Puccini….Caballé…esto…esto puede con las noticias del dia! Inmarcesible, inmortal aria! Gracias Puccini! Gracias Caballé!
Brutales el aria y Caballé. Y ahora que pienso, los ultrasonidos también podrían servir para desintegrar el cerumen… 😀