Saint-Saëns: Sansón y Dalila (1877)
Offenbach: Los cuentos de Hoffmann (1881)
Delibes: Lakmé (1883)
® Hace diez años: Anna Netrebko y Elina Garanca – Las flores de Lakmé
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Ostras, hace diez años ya de la Bolena del Liceu! Carai! Recuerdo muy vagamente la función. Tan espeso tenia el recuerdo que he tenido que ir a tu crónica y a la de IFL para despertar mis neuronas. Y es que salvo contadas obras maestras (Lucia, Norma…) las óperas belcantistas de tipo dramático las olvido con mucha facilidad ya que me resultan un plato difícil de digerir (Bolena es una de ellas) y prefiero escuchar, de manera aislada, célebres números de belleza incuestionable. Y efectivamente, en esa Bolena estaba Elina Garanca en el papel de Seymur con una interpretación sensacional que contrastaba con una irregular Bolena de la (en otros tiempos) espectacular Gruberova. Me encanta este repaso que haces de varios de sus papeles operísticos, con dúos tan formidables, y en los que resplandece su imponente voz, tan sobresaliente como la de la noche de aquel día.
Diez años ya o solamente diez años, según se mire, porque, llover, ha llovido lo suyo. De aquella noche no olvidaré el bálsamo que era escuchar a la dulcísima Garanca, pero menos aún la reacción del público ante el desastre de Gruberova en el primer acto, un espectáculo en sí mismo.
Jejeje….si, si…bueno, con Gruberova había hasta «hooligans» con pancartas y banderas de Eslovenia, y cantara como cantara la ovación y el «braveo» estava servido. Era cantante muy peculiar. En esa función ya estaba en franca decadencia artística y ciertamente fué siempre muy heterodoxa en interpretaciones belcantistas, pero cuando estaba en su buen estado vocal era un espectáculo canoro impresionante. Nunca comprendí demasiado como era de fustigafa por los guardianes de la moral (la moral operística, claro) en un género operístico (el belcantista) que basaba gran parte de su arte y du atractivo precisamente en hacer bello el canto, con adornos, coloraturas, florituras, pirotecnias y libertades vocales. La cadencia del aria de la locura de Lucia no tiene ni una sola nota de Donizetti. Quiero decir que podia no gustar Gruberova, ni como cantaba ni como lo cantava pero que era un prodigio vocal eso no lo puede negar nadie y no había porque «destrozarla» con críticas inmisericordes. En funciones como Linda de Chamonix, Beatrice di Tenda o Maria Estuarda del Liceu me emocionó especialmente. Eso si, en Ana Bolena estuvo muy mal. Mucho.
Jope…y algunas b se hacen v…ya intuyes sobradamente el por qué…no?… 🙂 🙂 🙂
Vueno, creo que sí 😀