
barcarola
Del it. barcarola, y este del veneciano barcarol ‘barquero’.
1. f. Canción típica de los gondoleros de Venecia.
2. f. Mús. Composición en compás de seis por ocho inspirada en canciones marineras.
Las hay cantadas, como la barcarola por antonomasia, la de Offebanch, pero la mayoría fueron compuestas para piano. O les sienta maravillosamente bien, caso de la primera de la lista:
Schubert / Listz: Para cantar sobre el agua, D.774. (1823 / 1876)
Aunque Schubert no indicó que se tratase de una barcarola y el final es bastante tempestuoso, ese parece el estilo y así apunta el mismo título del precioso lied Auf dem Wasser zu singen, uno de los que transcribiría Liszt para el piano.
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Mendelssohn: Canción del gondolero veneciano, op. 30 nº 6 (1834)
Una de las más bonitas “Canciones sin palabras” (Lieder ohne Worte), la segunda de las tres Venetianisches Gondellied incluidas en esa recopilación de breves piezas líricas para piano de Mendelssohn. Para dormir y soñar.
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Chopin: Barcarola en Fa sostenido, op. 60. (1846)
Chopín sólo compuso una barcarola, pero mayúscula en extensión y belleza.
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Tchaikovsky: Junio (Barcarola) de Las estaciones, op. 37 (1876)
Junio es otra de las cumbres del estilo y también de la colección de doce pequeñas piezas para piano que Tchaikovsky dedicó a cada uno de los doce meses del año, quizás la más melodiosa y apropiada para echarse una siestecita en una góndola, tanto, que hasta permite (o permitía) una de esas gloriosas propinas cuando ha sonado el despertador siendo fiesta. De reclinatorio.
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Rachmaninov: Barcarola en Sol menor, Op. 10 No. 3 (1893)
Aunque Rachmaninov tiene otra para duo de pianos (op. 11), es más característica la que compuso para piano sólo en su op. nº 10, con sus trinos evocadores de los movimientos del agua.
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Fauré: Barcarola n.º 4 en la menor mayor, Op. 44 (1886)
Trece Barcarolas compuso Fauré, consideradas con sus Nocturnos como lo mejor de su obra para piano. Según su hijo, no le hubiera importado llamar Impromptus a esos Nocturnos y, de no ser por la insistencia de los editores, esta bonita y evocadora barcarola sería la «Pieza para piano nº tal». Pero seguiría balanceándose y soñando como una barcarola.
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Offenbach: Barcarola de Los cuentos de Hoffmann (1881)
Fuera de concurso, la propietaria del estilo no tiene además ningún arreglo pianístico capaz de competir con el dúo de la ópera, pero sí una maravillosa y muy especial interpretación de la versión para orquesta; iba a decir «orquesta y coros», porque los violines cantan. Y Georges Prêtre la goza. Sólo dura seis minutos, pero mejor reservar doce.
® Hace diez años: Jacques Offenbach, 192 años
Muchas gracias por esta preciosa recopilación de impresionantes versiones.
Un saludo
Me alegra ver que no te han dormido 😀
Maravilloso post.
Apuesta segura