De un modo similar al Adagio para cuerdas de Barber, «Nimrod» logra alcanzar su estatus dramático por medio de largas frases de dinámica creciente y melodía ondulante, que se alzan lentamente hasta llegar a un clímax emocional. Las cimas de la pieza están señalizadas por los timbales, lo que facilita la anticipación de sus escalofriantes momentos de impacto. Los momentos de disonancia se resuelven rápidamente, pero permaneciendo el tiempo suficiente para hacer sentir su presencia, intensificando así la sensación de alivio emocional al disiparse. Solemne y evocador, «Nimrod» nos hace buscar los pañuelos a todos.
A Guide to ‘Nimrod’ from Elgar’s Enigma Variations. BBC Music Magazine.
Otra cosa: ¿Conocería Morricone esta pausada y bellísima interpretación de Nimrod?
El truco de ser bueno en lo que uno hace. 😁
Y bellísimas ambas!
Las ganas de pillar el truco al mago