Glosario de terminología musical: D (1 de 3)

  • D.C., da capo: desde la cabeza; es decir, desde el principio.

Y de ahí «aria da capo», con el glorioso ejemplo de la que concluye las Variaciones Goldberg, repitiendo para deleite general la maravilla que las origina. De modo que no era una indicación para que el pianista golpease las teclas con la cabeza, aunque en el caso de Gould, poco le faltó. Pero nosotros, da rodillas.

Las arias «da capo» eran típicas del barroco, con su estructura ternaria (que no viene de ternera sino de tres, aclaración imprescindible): Primera sección bien rematada, una segunda para contrastar en textura musical, humor o tempo,  y para la tercera, el compositor no sudaba ya más: Da capo. Repita Vd. la primera parte, y si quiere adornarla y adornarse un poco, es cosa suya. Aunque también aquí más de uno pudo confundirse, si la primera aria da capo que escuchó era parecida a esta de Judita Triumphans…

Armatae face et anguibus / Armadas con antorchas y sierpes,
A caeco regno squallido / llegan de su reino ciego y sórdido
Furoris sociae barbari / las rabiosas aliadas de los bárbaros.
Furiae venite ad nos. / ¡Furias, venid a nosotros!
Morte, flagello, stragibus / Muerte, flagelación, masacre
Vindictam tanti funeris / venguemos tanta muerte
Irata nostra pectora / A enfurecer nuestro pecho
Duces docete vos. / Generales, enseñadnos.

…quizás pensó que lo de “da capo”, era porque pedían la cabeza de alguien. Pero no: Es cuando, una vez han sembrado, repiten para que cosechemos. Y a veces, como es lo mejor, eliminan lo de en medio y queda un aria da capo binaria (que no viene de.. de nada, de nada), caso de esta impagable interpretación de Scherza infida de Ariodante

Scherza infida in grembo al drudo. / Ríe, infiel, en brazos de tu amante!
Io tradito a morte in braccio per tua colpa ora men vo. / Traicionado, me arrojaré por tu culpa en brazos de la muerte.
Ma a spezzar l’indegno laccio, ombra mesta, / Pero a cortar el indigno lazo, sombra triste,
e spirto ignudo, per tua pena io tornerò. / y espíritu desnudo, por tu dolor volveré.

Con lo cual, la cosa no ha quedado del todo clara, porque la sección central del aria de Vivaldi no es que rebaje el furor ni contraste mucho, y la de Handel se la han cargado. Todo sea por la causa, porque esta Léa Desandre bien vale la misa. Y además, así no hay más remedio que recurrir al Julio Cesar de Handel y poner un ejemplo bien clarito con una de sus arias «da capo»

Svegliatevi nel core, / ¡Despertad en mi corazón,
furie d’un alma offesa, / furias de un alma ofendida,
a far d’un traditor / para que alcance a un traidor
aspra vendetta! / amarga venganza!
L’ombra del genitore / La sombra de mi padre
accorre a mia difesa, / acude en mi defensa
e dice: a te il rigor, / y dice: «A tí el rigor,
Figlio si aspetta. / hijo, te espera.»

Desde luego, “da capo” no sólo son algunas arias, porque en la partitura de cualquier pieza puede aparecer esa indicación para que los músicos, que se las pintaban tan felices, tengan que volver a la casilla de salida. Y todo esto sin hablar de otros “da capo”.

 

  • diminuendo, dim.: disminuyendo; es decir, con un volumen gradualmente decreciente, lo mismo que decrescendo.

En la entrega anterior, ya salieron unos cuantos diminuendos para ilustrar la entrada crescendo, con toda lógica. Pero faltó uno de los más bonitos, el del Andante final de la Patética de Tchaikovsky. Para apreciarlo en todo su esplendor, después de una primera audución, debe hacerse un «da capo» y empezar por el principio de la sinfonía, que sobra tiempo.

Por cierto: Los diminuendos finales como éste exigen unos segundos de silencio, que los aplaudidores precoces no siempre respetan. Pero últimamente empieza a verse mucho cuento; eso que ahora llaman postureo.

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Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
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5 respuestas a Glosario de terminología musical: D (1 de 3)

  1. josepoliv dijo:

    Con tanta concentración, Sr. Gould, de fallar una nota causaría un desgarro tan descomunal en usted mismo y en el auditorio que le aseguro tardaríamos todos mucho tiempo en recuperarnos. Impresionante Vivaldi y su interpretación y de rodillas ante Handel en su «Scherza infida». Y sí, hay silencios finales «interruptus», pero cada vez más los hay de interminables. No quiero señalar pero últimamente Abbado estaba de un místico en los finales que uno no sabía si le había dado algo. Como casi siempre, el «centro» es lo más deseable, y también lo que seguramente quería el compositor. Y lo que queremos muchos. También los melómanos. 🙂

    • José Luis dijo:

      Ya sabrás que de Gould se dice que padecía un Asperger, del que su obsesión con las Goldberg sería una manifestación. Lo de Abbado, teniendo en cuenta que se sabía enfermo de muerte, y en ese final, que pide más silencio que aplausos, no me pareció impostado. Lo que da risa es ver a alguno que después de dirigir (mal) una polca china, se queda un minuto con los brazos alzados.

      • josepoliv dijo:

        No, no, por favor, ni impostado, ni postureo. Nunca fue el caso de Abbado ni de Gould, considerando además las circunstancias que citas. El tono desenfadado (en consonancia con la serie de posts dedicados a la terminología musical) de mi comentario no cabe desprenderse de tales consideraciones.

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