Triple concierto de Beethoven: posiblemente el que menos éxito tiene en los auditorios entre los conciertos del Beethoven maduro. Es una de esas piezas que nunca parece tener una interpretación que le haga justicia. Lo normal es que te haga fruncir el ceño, viendo una gran orquesta y nombres de tres estrellas intentando imponerse entre ellos, como hacen los solistas de violonchelo, violín y piano luchando por ser el centro de atención. En disco no le ha ido mucho mejor, y hay una infame grabación de Herbert von Karajan de 1969, con David Oistrakh en el violín, Sviatoslav Richter en el piano y el violonchelista Mstislav Rostropovich: es el nadir de unos egos gigantes que intentan triunfar unos sobre otros, una hoguera de las vanidades de la que Karajan y la Filarmónica de Berlín logran sin embargo salir victoriosos.
El propio Richter dijo al respecto: «Es una grabación espantosa y la repudio por completo… Se trazó un frente de batalla, con Karajan y Rostropovich a un lado y Oistrakh y yo al otro… De pronto, Karajan decidió que todo estaba bien y que la grabación estaba terminada. Exigí una toma extra. ‘No, no’, respondió, ‘no tenemos tiempo, todavía tenemos que hacer las fotografías’. Para él, esto era más importante que la grabación. Y qué fotografía tan nauseabunda, con él posando estratégicamente y nosotros sonriendo como idiotas.»
La verdad es que el Triple Concierto no es un concierto en absoluto, ya que no hay un verdadero diálogo entre la orquesta y los solistas, que cargan prácticamente con todo el argumento musical. (…) lo que es realmente, es un trío de piano amplificado, con la orquesta reforzando las texturas pero a menudo reducida a un mero acompañamiento genérico.
De modo que el crítico llama infame y a Ricther le parecía un espanto aquel queridísimo LP que luego ha sido editado en una colección de los grandes del siglo y que cargó con la culpa de de que las interpretaciones en directo escuchadas después no hayan logrado más que, efectivamente, hacerme fruncir el ceño y pensar que el Triple Concierto no es el mejor Beethoven. Bueno: Pues sería una grabación infame y espantosa, pero me gustaba.
Y sigue gustándome.
® Hace diez años: Barcelona – Triple Concierto
A mí también me gusta. Y es difícil que de esa constelación pueda salir algo deficiente. Supongo que Richter tenía fundadas razones para mejorar la interpretación. El estaba en el meollo y sabía lo suyo, pero los que ni estábamos allí ni sabemos tanto de música pues ya nos vale. Eso sí, tiene mucha razón en que la foto es manifiestamente mejorable. El Triple no es el mejor Beethoven pero es Beethoven en toda regla (y con eso me basta para apreciarlo) y a mi siempre me ha gustado escucharlo, y el segundo movimiento me parece precioso.
Es quizás lo único de Beethoven que ha defraudado en directo el recuerdo que tenía, de ese disco. Pasa el tiempo y no sabes a que atribuir exactamente ese cambio