Ponme en marcha, una de las canciones más emblemáticas de los Stones había sido grabada en 1977 en estilo reggae para el Some Girls, pero no les gustó como quedaba y no la publicaron. Cuatro años después, revisando las cintas de la sesión, se encontraron con una toma en la que Keith Richards y Charlie Watts, “por relajar la tensión” la habían tocado como el rock que conocemos. “Fue como un regalo. Uno de los grandes lujos de los Stones es que tenemos un enorme, un inmenso almacén de cosas. Lo que sale a la luz es solo la punta de un iceberg. Y debajo hay montones de cosas. Pero tienes que tener la paciencia y el tiempo para revisarlas». El regalo fue también para la MTV, que acababa de inaugurarse y se hartó de pasarlo ganando así audiencia, aunque impulsando desde luego también la popularidad del grupo en los Estados Unidos, tal como pedía: Start me up.