Dal cielo cader vid'io due stelle più luminose, e sul volto al idol mio di sua mano Amor le pose. Di due luci allo splendore arda pur lieto un amante, e costante gli offra in dono il proprio core. Ma non speri in tanto ardore col seren dáltre faville, avvampar quelle pipille che dan lume al mio desio. Dal cielo cader vid'io… Sotto l'arco d'un bel ciglio splenderanno in bravi giri, due zaffiri da far caro ogni periglio. Ma d'Amore è van consiglio ch'ardan mai di foco pieni, vaghi rai così sereni come un guardo ch'io desio. Dal cielo cader vid'io… |
Del cielo caer vi yo dos estrellas más luminosas y sobre el rostro de mi adorada con su mano el Amor las puso. Al resplandor de dos ojos puede arder alegre un amante y constante regalarle el propio corazón. Pero que no espere en su ardor con la luz de otras chispas inflamar esas pupilas que iluminan mi deseo. Del cielo caer vi yo… Bajo el arco de unas bellas cejas Resplandecerán al moverse dos zafiros haciendo amable cualquier peligro. Pero del Amor es vano el consejo que no arden nuca tan llenos de fuego bellos ojos así de serenos como una mirada que yo deseo Del cielo caer vi yo… |
Marco Marazzoli (Parma, 1602 – Roma, 1662) fue un sacerdote y compositor barroco italiano, que desarrolló buena parte de su carera al servicio del cardenal Barberini. También famoso como arpista, fue conocido por ello como Marco dell’Arpa.
® Hace diez años: Madre diletta, de Giovanni Porta