La corte

A los cuatro días de haber llegado al poder, el amado líder ya se preguntaba por lo que la historia iba a decir de él. Lo ha contado aquella frivolidad que se trajeron para ministro de cultura desde los magazines de la tele y fue cesado por una nadería en los fugaces días postelectorales de pureza democrática. Casi cuatro años y centenares de consejos después, es imposible que ningún ministro ignore el patológico narcisismo de este presidente. Nuestro amado líder es un enfermo mental y sus ministros callan y otorgan. Al menos hasta que los/las/les echan.

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Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
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3 respuestas a La corte

  1. josepoliv dijo:

    Huerta no era un hombre adecuado para ostentar ese cargo. Su trayectoria profesional, buena en lo suyo, no era la idónea para un ministerio de cultura. Solo una vez, en una cafetería, lo vi en televisión presentando una especie de tertulia, no política pero sí de actualidad. Esas tertulias que tanto te pueden hablar del frio que hace como del nuevo novio de una famosilla. Reconozco que lo hacía bien, que se desenvolvía bien y lejos del típico presentador extrovertido, sobreactuado y morboso que tanto circula en este tipo de programas. No es persona enfática, ni muestra una personalidad superficial o frívola, y el youtube que muestro creo que da buena prueba de ello. Lo frívolo, o mejor dicho, el frívolo, tal como dices o insinúas, fue quién lo nombró. Tuvo que dimitir por una corruptela fiscal. Dicho esto, para cualquier persona, merezca o no el cargo, que a los seis días de ser ministro se vea obligado a dimitir debe ser un trance difícil de llevar, un trago muy amargo. Pero si además, a quién le presentas la dimisión, solo le preocupa en ese instante y contigo delante el qué dirá la historia de él, entonces tal vez lo mejor que le pudo ocurrir a Huerta es que solo fuera su ministro seis días. Qué es lo que viene a decir en la entrevista con Pablo Motos del youtube. ¿Y qué dirá la historia de Pedro Sánchez? Esa pregunta solo le debe importar a él. A mí me importa el presente: un mentiroso compulsivo, y un gobernante sin escrúpulos.

  2. José Luis dijo:

    Frivolidad él y frivolidad del que le eligió. Pero un testimonio de que su patología ha de ser obvia para todos sus colaboradores, que se engañarán (o/y lo aprovecharán) como quieran, pero son más responsables que él del estado en que nos están dejando.

    • josepoliv dijo:

      Sí, frivolidad de él también. Acepta un cargo para el que no esta preparado. Pero vamos, la cosa no se si ha mejorado con el que hay ahora. Mucha cultura no se si tiene, lo dudo. Al menos su historial no lo muestra. La wiki nos dice que abandonó las dos carreras que emprendió y se centró en la política. Evidente. La carrera de llegar a ministro esa no la abandonó. Además, es que seré malicioso, pero no lo veo yo muy amante de practicar deporte. En fin.

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