El impaciente

La lucha contra las orugas, en Villabrágima. Son muy pequeñas, con el lomo granate oscuro, salpicado de puntos amarillos, y ojos diminutos. Están por todos los sitios y varios árboles han sido víctimas de su voracidad. Presentan un aspecto descarnado, como si acabaran de arder. Has echado el veneno, que se acumula sobre la superficie de las hojas formando un rastro lechoso que en las horas próximas las hará morir. Antes de marcharte te fijas en lo hermosas que son. Sus patitas innumerables, sus cuerpecillos flexibles y somnolientos, tan alejados de tu impaciencia.

Gustavo Martín Garzo – El cuarto de al lado

 

 

Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
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4 respuestas a El impaciente

  1. josepoliv dijo:

    Hermosas? Jope, para todo hay gustos. :-)))

  2. josepoliv dijo:

    Yo, cuando las veo, lo que me entra precisamente es impaciencia. Impaciencia por marcharme bien lejos. :-))))

    • José Luis dijo:

      Cada año tengo que estar alerta. Me compré hasta una percha con tijera que alcanza cuatro o cinco metros. Este año, quité una bolsa en Marzo, en la misma punta del árbol más alto que tengo, y ya no las he visto.

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