Ya consagradísima como una de las más grandes de estos e incluso de todos los tiempos, Dee Dee Bridgewater no se ha prodigado demasiado en los últimos diez años. Pero sus dos únicas grabaciones de estudio en ese período, dedicadas a sendas ciudades fundamentales en la historia de la música popular del siglo XX y en la suya propia, New Orleans y Memphis, patrias del jazz y del rhythm & blues y el soul, incluyen algunas versiones magníficas de clásicos de la buena música que habría escuchado desde su más tierna infancia.
Estando la primera de ellas, Dee Dee’s Feathers, inspirada en New Orleans, no podía faltar el recuerdo a Louis Armstrong. Y un recuerdo duplicado, primero con la canción que ha acabado por ser el emblema del genial trompeta y cantante, What a wonderful world
de la que Dee Dee hace una sentida interpretación, en el mismo tono que ha repetido en sus actuaciones en directo
Y luego con el anónimo St. James Infirmary Blues que hizo mítico el mismo Louis Armstrong
y que la cantante recrea luciendo su enorme fuerza y calidad, con un amago de la imitación de la trompeta que, siempre desmelenándose (es un decir), suele ofrecer en sus conciertos. Agarrarse a la silla:
Dos años después, en 2017, publicó Memphis… Yes, I’m Ready, centrado en la música surgida de su ciudad natal, la música del sur que acompañó su juventud. Lo cual hace inevitable la presencia de un par de temas de Elvis Presley, Hound Dog y Don’t be cruel, aunque mejores son sus versiones del glorioso The thrill is gone, de BB King
en un potente arreglo discotequero
y de Take My Hand, Precious Lord, el góspel que Mahalia Jackson cantó en el funeral de Martin Luther King (como Aretha Franklin haría en el suyo)
en una ortodoxa y emocionante interpretación de esta grandísima cantante.
® Hace diez años: Dee Dee Bridgewater – Homenajes
Ancha es mi casa 
La versión de «St. James Infirmary blues» es impresionante!
En dos palabras: Bru-tal