Matar un ruiseñor: La película


«La película», por dos razones. La primera, porque también existe el libro del que es una extraordinaria adaptación, el autobiográfico premio Pullitzer de Harper Lee, su única y excelente obra que, en mi opinión, es sin embargo una de las pocas grandes novelas que han sido superadas en la pantalla. Y la segunda, porque seguro que haríamos una buena tropa, encabezada por Gregory Peck, si nos reuniéramos todos los que tenemos a ésta como nuestra película más querida. No sé si entre las 10, 50, 100 o 1.000 mejores de la historia, pero la más querida para muchísimos.

Aquí sigue un video con buenas fotos en aquel magnífico blanco y negro, pero sobre todo con la sensible banda sonora de Elmer Bernstein, capaz por sí sola de hacernos rememorar toda la magia del film. Si cualquiera que esté interesado en ella pulsa en este enlace irá a parar a la estupenda y completísima entrada que inevitablemente le dedica Atticus en su blog.

«Preferiría que disparaseis contra botes vacíos en el patio trasero, pero sé que perseguiréis a los pájaros. Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar a un ruiseñor es pecado…. Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor.»

Siempre me ha llamado la atención que esta película sea muy a menudo más recordada por el juicio que por la historia que encierra su título. Incluso en los carteles para el cine se ve más la sala del tribunal y la figura de Gregory Peck, serio y sólo, que la de los tres niños, cuando son ellos los protagonistas, sobre todo Scout, desde cuyos ojos está narrada toda la historia. Desde luego, merece estar entre las mejores del género de tribunales – junto a «Testigo de cargo», «Doce hombres sin piedad» y «Compulsión» por ejemplo – pero lo que me parece más inolvidable es el prodigioso retrato de ese mundo infantil lleno de curiosidad, misterios y descubrimientos. Más que el propio juicio, recuerdo a Scout asomando la cabeza entre los barrotes de la barandilla de la galería, con la gente humilde (los niños bien educados o simplemente poco mareados saben escoger compañía), expectante ante lo que está sucediendo y mirando y admirando a su padre. Claro que Atticus es un compendio de honestidad, coraje, sencillez, ternura y todas las virtudes imaginables (que nos deja a los demás hechos polvo) y merece por ello salir el primero en la foto, pero ese impecable padre lo es en buena medida porque así lo ve y recuerda la hija que lo adora.

La película se organiza alrededor del juicio, pero su trama esencial transcurre a un nivel más profundo que reflejan mucho mejor tanto la portada del libro como la del disco: El árbol de los regalos (que significativamente aparecen ya con los títulos de crédito de la película), la niña que se arrebuja entre los brazos de un relajado y acogedor padre, el dibujo roto de un ruiseñor junto a los tesoros regalados… Roto, porque a pesar de todo, no se puede preservar la inocencia («Hijo, hay muchas cosas feas en este mundo. Me gustaría poder evitar que las vieras, pero no es posible«) y los niños acaban presenciando con incredulidad las falsedades de los adultos, y Scout contempla aterrorizada su violencia desde el interior de su disfraz de jamón de cartón piedra en la extraordinaria secuencia de la noche de Halloween, que resume y simboliza magistralmente el brutal encuentro de la mágica inocencia con la otra realidad del mundo.

Más que al género «Tribunales» o «Jueces  y Abogados», creo pues que esta película pertenece al género «Poesía», pero como no existe, habría que proponerla también como una película sobre la educación infantil, porque nos muestra como los padres podrían acompañar la inevitable pérdida de inocencia de sus hijos y ayudar a que salieran ilesos, sin más esfuerzo educativo que vivir honestamente haciendo lo que deben de acuerdo con sus principios. Acompañamiento como el que Scout subraya con la sencilla pero definitiva y emocionante frase con la que, refiriéndose a su padre, cierra la historia:  “Allí estaría toda la noche, y allí seguiría cuando Jem despertase por la mañana” Y principios como los de Atticus: Antes de vivir con los demás tengo que vivir conmigo mismo, y la única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la propia conciencia.

Pero la verdad es que la película contiene muchos temas, y la Wikipedia (que parece ya una referencia muy seria), hablando de la novela extrae seis: «La vida sureña y la injusticia racial», «Clase» (social), «Coraje y compasión», «Roles de los géneros», «Leyes, escritas y no escritas» y «La muerte de la inocencia». Y a unos les impacta más la denuncia social, a otros la poesia del ruiseñor Boo… y a todos el superhéroe interpretado por Gregory Peck, que obtuvo un merecido Oscar con su papel más natural (recordar el otro héroe de «Horizontes de grandeza» permitiendo estoicamente que le crean un cobarde y luego vapuleándose hasta la extenuación con Charlton Heston), a pesar de competir nada menos que con su amigo Jack Lemmon, candidato por «Días de vino y rosas» y con Peter O’Toole («Lawrence de Arabia»), Marcello Mastroianni («Divorcio a la Italiana») y Burt Lancaster («El hombre pájaro de Alcatraz»). Casi nada.

En él está centrado este otro video, de muy baja calidad de imagen, pero con buenos comentarios (juraría que de Antonio Gasset, aunque no lo he podido confirmar) y con escenas que valdrán para revivir el recuerdo. Nada más empezar, demostrando el mimo y el cuidado por todos los detalles y todos los personajes que puso Robert Mulligan, atención al pequeño granjero invitado a comer con los Finch resoplando mientras pelea con unos cubiertos que no está acostumbrado a usar. Y al final, la frase con la que Scout demuestra haber asimilado las enseñanzas y el ejemplo de su padre, y que nunca deja de emocionar.

Video de raconradikal

Algunas curiosidades:

El primer papel de Robert Duvall, que luego se haría ya definitivamente famoso interpretando al «consigliere» Tom Hagen de «El Padrino», es además uno de los más breves de la historia del cine para un personaje que no puede considerarse secundario. Y además, mudo.

Maycomb, el pueblo en que transcurre la historia es un decorado que reproduce Monroeville, lugar donde nació Harper Lee. La sala del tribunal también se hizo tomando como modelo la de ese pueblo, que ahora explota comercialmente el recuerdo de la película.

Mary Badham (Scout) simpatizó con Gregory Peck durante el rodaje y luego mantuvieron toda la vida una relacion de amistad. El no dejó de llamarla Scout.

La madre de Phillip Alford, el niño que interpreta a Jem, explicó que su hijo solo aceptó acudir a las pruebas de selección de actores cuando le dejaron claro que eso supondría librarse de una tarde de escuela.

Dill (John Megna) , el pequeño dentón y fantasioso que aparece en el huerto como un repollo más y que en la versión española se llamaba Tití, está inspirado en Truman Capote, al que enviaban a pasar los veranos con sus tías de Monroeville y que así conoció y se hizo amigo de infancia de Harper Lee. Tal como se intuye en la película, los maravillosos progenitores que se inventa Tití eran en realidad una madre poco o nada madura y un padre impresentable.

Doblaje español excelente, es la única película que sigo prefiriendo ver traducida, aunque quizá sea como el arroz, que ninguno como el de la madre de cada cual.

Para acabar, este último video es el del trailer original.

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La frase de Antonio Gasset

Al acordarme del impagable Antonio Gasset Dubois, se me ha ocurrido finalizar cada entrada sobre cine con una de las perlas con que nos obsequiaba en «Días de Cine», como ésta:

«Buenas noches a todos, pero antes de despedirnos, un consejo: no os droguéis, porque la ingesta de estas sustancias puede producir efectos indeseados. Un amigo mío se tomó el otro día cierta pastilla y creyó ver a George Bush leyendo un libro»

Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
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18 respuestas a Matar un ruiseñor: La película

  1. kalamar dijo:

    hola, José Luís
    Hace pocos días acabé el libro de la Lee porque han hecho una tirada (50 años de su 1ª edición) a muy buen precio con letra de cuerpo grande para los que empezamos a tener vista cansada, y me ha encantado. La historia es preciosa. Me imagino que la niña es una pequeña Harper Lee que se aburre en el cole porque no le dan lo que necesita. Atticus es un padre ideal y casi irreal pero supongo que alguno habrá por ahí tan equilibrado y justo. La peli la ví hace tanto, tanto que apenas me acuerdo. Ya no reponen estas maravillosas pelis antiguas. Y eso que tengo el canal TCM por cable… a ver cuando la puedo volver a ver.

    • José Luis dijo:

      Aaaaaaaaaaaaaaaaaag…. ¿Cómo se puede vivir sin acordarse de esta peli? Aunque por otro lado, menuda suerte, porque ya te puedes preparar para la gozada… se merece encargarla en video club y sesion privada.
      El libro me gustó muchísimo también. Los dos son obra maestra, y para estas historias de pueblo, los USA creo que aprendieron de Mark Twain, y lo bordan.
      Atticus es casi irreal, o eso quiero pensar 😉 y de hecho en el rollo he escrito que sólo es tan hipertodolobueno en la memoria de la hija. Pero creo que sigo con la boca abierta desde que lo vi hace… mil años. Gracias!

  2. nati dijo:

    Estupenda reseña José Luis . Me ha encantado .

  3. maac dijo:

    Hace poco la hicieron por TVV, fue entonces cuando la recordé porque había desaparecido de mi disco duro. Me ha gustado mucho la entrada y se merece que la lea con más tiempo y detenimiento, lo hice en el trabajo -leerla, evidentemente- muy apresuradamente.

  4. Atticus dijo:

    Gracias por el enlace, José Luis, y más gracias aún por este magnífico post que te has currado y que, como comprenderás, me ha tocado el corazoncito.
    Ni qué decir tiene que es una de mis películas favoritas. Una obra maestra de la narrativa cinematográfica, manteniendo en todo momento el punto de vista de los niños, a través de cuyos ojos se nos cuenta toda la historia.
    Y mi frase del Sr Finch siempre será: «Nunca se conoce realmente a un hombre hasta que uno se ha calzado sus zapatos y caminado con ellos».
    Siguiendo con las curiosidades que comentas, Mary Badham (Scout) es la hermana del director John Badham («Fiebre del Sábado Noche» o «Juegos de Guerra»).
    Yo creo que la voz del video no es la de Gasset, pero en cualquier caso se agradece el recuerdo a ese genio televisivo que también dijo: “Llego la hora de la pausa… espero que puedan contener durante unos minutos los impulsos sexuales de vuestras parejas… si no puede ser, no puede ser… en cualquier caso volveremos después de la publicidad con el sector mas casto de la audiencia.”
    Hagamos votos para que los ruiseñores sigan cantando.

    • José Luis dijo:

      Gracias de verdad por tus elogios, que me enorgullecen lo mismo que si vinieran del propio Atticus Finch.

      La frase que citas es de las que convendría recordar y meditar cada mañana. Y cuando usas la expresión «obra maestra de la narrativa cinematográfica» estás resaltando algo que debiera decirse siempre que se habla de ella: «Matar un ruiseñor» es ante todo una historia magníficamente contada.

      Tampoco yo tengo ya tan claro que sea Gasset, pero el sonsonete me lo recordaba. Puede que creara escuela, como Milá. La perla que has dejado es de las antológicas.

      Creo que mientras haya aire, los ruiseñores seguirán cantando. Ahi está Brownlee por ejemplo…

      Muchas gracias otra vez.

  5. miquelgascon dijo:

    Interesantisim post el teu, José Luis. La veritat es que ni men recordava de la pel.licula perquè fa moltíssim que la vaig veure. Ara m’has fet venir unes ganes desesperades de trobar-la i gaudir-la de nou.

    • José Luis dijo:

      Gracies! Crec que ho he captat pero no em posis massa a prova: «Que desespero» .. per tornar a veure-la… 8) I s’ho mereix, ja ho veuras. Vi bó, envelleix millorant.

  6. Elena dijo:

    ..un ruiseñor es un pájaro que no molesta en nada y que endulza los oídos de quienes le escuchan cantar..matarlo es un pecado mortal..

  7. Pingback: LLIBRES I PEL·LÍCULES PER A L’ESTIU, si voleu « HISTORIATA

  8. angels dijo:

    La vi, de casualidad ,por 2ª vez ,después de leer el post ,en BTV.Es inenarrable la emoción que nos da y el enfado que produce contemplar ,tal grado de cerrazón de las almas racistas y como la injusticia campa a sus anchas.!Perfecta pelicula y estupendo Gregory Peck ! (hoy por casualidad he encontardo este post de 2010, y me he subido al carro sin pensarlo ni dos veces)U.A.y adióooooos

    • José Luis dijo:

      Ja ja, por donde apareces!

      Es una gran película, todo es casi perfecto, el guion, los actores, la dirección y también la música. Siempre muy emocionante, no ha envejecido y me parece que no lo hará nunca. Bueno, nos vemos en el futuro

  9. gloria aparicio dijo:

    Yo diria convencida, «pelicula perfecta» es una de esas preciosas joyas que anidan en mi memòria , junto con otras tambien muy apreciadas, pero la candidez de esta, junto con la banda sonora la hace un tanto especial……..no he leido el libro y la verdad es que con este revivir que me haveis proporcionado me estan entrando muchas ganas , tengo que hacerme con él, cuando baje a Barna será lo primero que haga, gracias José Luis por este bonito recuerdo.

    • José Luis dijo:

      Es un libro excelente, no lamentarás leerlo. Yo volví a ver la película este verano y resulta que cada vez me emociona más. Lo cual quizás no sea mérito suyo sino demérito mío. 🙂

  10. Pingback: Matar un ruiseñor: También la música ® | Ancha es mi casa

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