Nuestros días en Weimar al comienzo de la peregrinación también me hicieron pensar que esta música fue compuesta- e interpretada por primera vez- a menos de tres kilómetros de distancia de los bosques de hayas donde Goethe y Liszt solían pasear, el lugar que más tarde sería uno de los sitios más sombríos de la tierra, Buchenwald.
John Eliot Gardiner. Cantatas “Jubilate”
Más tricentenarios, hoy es el del estreno en la capilla de la corte de Weimar de la Cantata BWV 12, Weinen, Klagen, Sorgen, Zagen. Llanto, lamento, tormento, temor, y por si fuera poco, Angst und Not, ansiedad y angustia, un catálogo de los padecimientos que la redención convertirá en alegría según se lee en el Evangelio del tercer domingo después de Pascua, llamado por eso “Domingo de júbilo”, para el que Bach compuso esta obra al poco de lograr la plaza de Konzertmeister en Weimar.
No había cumplido todavía treinta años, pero el coral que da nombre a la cantata es de una gravedad excepcional, uno de los más impresionantes y profundamente conmovedores movimientos de cantata que Bach había compuesto hasta entonces en opinión de John Eliot Gardiner, cuya grabación de ese movimiento en la «Pilgrimage» podemos escuchar ahora.
Weinen, Klagen, / Llanto, Lamento
Sorgen, Zagen, / Tormento, Temor,
Angst und Not. / Ansiedad y Angustia.
Sind der Christen Tränenbrot, / Ese es el pan de lágrimas de los cristianos,
Die das Zeichen Jesu tragen. / De los que llevan el signo de Jesús.
También a Bach debía parecerle bueno, pues, como algunos ya sabrían y otros habrán advertido ahora, le sirvió de modelo para el Crucifixus del Credo de su testamento musical, la Misa en Si menor, en la que los sustantivos del título de la cantata son sustituidos por las sílabas de la palabra Crucifixus, en un pasaje que podemos recordar y comparar con el coral ahora:
Orquesta Beethoven de la Academia y Coro de la Universidad de Varsovia. Irina Bogdanovich
Siglo y medio más tarde, en 1859, Liszt usó la línea del bajo ostinato para un Preludio (Weinen, Klagen, Sorgen, Zagen, S.179) en el que, desnuda, nada más empezar, evoca más llamativamente que en el coral el acompañamiento instrumental del When i’m laid in earth de Purcell. Y que luego se anticipa en otro siglo y medio a lo que intentaron músicos como Keith Jarrett. Aquí lo interpreta ahora Sergio Fiorentino.
El mismo Liszt, a raíz de la muerte de su hija mayor, compuso tres años después las Variationen über das Motiv von Bach, S.180, nada menos que 43 variaciones sobre el tema tras las que se escucha el coral que cierra la cantata, Was Gott tut, das ist wohlgetan («Lo que Dios hace bien hecho está»), y una coda final en la que se combinan ambos. Este es el brevísimo coral, de la grabación de Gardiner
y estas las Variaciones sobre un tema de Bach de Liszt, con el coral en 11:37
David Kadouch
La cantata, precedida por una sinfonía y con un único y breve recitativo, ambas cosas habituales en las primeras cantatas de Bach, tiene la originalidad de incluir tres arias consecutivas, para alto bajo y tenor. La última, Sei getreu («Tened fe”), es una maravilla que simboliza la Santísima Trinidad, combinando la voz del tenor con la de un bajo ostinato (un fagot en la partitura original) y con un oboe (sustituido a veces por una trompeta) que entona el coral «Jesu, meine Freude.» Bach uno y trino, mínimos recursos y máximos resultados en la magnífica interpretación que sigue:
Anders J. Dahlin, tenor.
Y, ya completa, acabamos con esta Cantata Weinen, Klagen, Sorgen, Zagent BWV 12 de la colección «Pilgrimage» de Gardiner, que pone otra marcha para esa aria. Los solistas son William Towers, Julian Clarkson y Mark Padmore.
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O sea, «A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César» que «Dios aprieta, pero no ahoga». Podría ser un buen eslogan para las europeas. Cualquier cosa menos que la Merkel nos apriete más de la cuenta. Si por o menos lo hicieran con la maravillosa música que nos has puesto…pero me temo que será «a la chita callado». Tonterías que se le ocurren a uno a las2:30 de la madrugada.
Me he ido por las ramas con lo del campo de concentración, que menuda mala uva de recibimiento, porque lo que es de traca es la cantata, el aria (y cómo la canta ese tenor del Youtueb!), y sobre todo el coral, que es impresionante
Hoy hay mucha tela aquí. Veamos por partes:
1.- La similitud de acompañamientos entre la famosa ària final de Dido y Eneas y el coral de Bach es entonces casualidad? o no? No he acabado de entender.
2.- Si no lo haces observar, escuchar el “Jesu, meine Freude” en el oboe puede que Gardiner lo capte pero yo, un terrícola más bien tirando a normalito….Bueno, gracias por iluminarnos de las bellezas que no estan a la «vista», aunque me viene ahora a la memória que deberíamos hacer más caso a lo que muy sagazmente decía Hoffmenstal (el dramaturgo y libretista de Strauss): «..si quieres esconder la profundidad ponla en la…superficie…». Exacto. Ese es un ejemplo palmario. Bach, el maestro, cómo no!
3.- David Kadouch promete mucho. Pero mucho.
4.- En la 43 va y se me para Franz? Había que darle cuerda? Le riñó el suegro porque no era un tema suyo?
5.- El piano de Liszt es bravura, fogosidad, épica, lirismo…o sea, romanticismo exultante con gotitas expresionistas (pelín visionario lo fué) aquí y allá y «por culpa» de algunas obras muy (demasiado) populares no se acierta a ver que es músico para paladares muy, pero que muy refinados y exigentes. Y esta obra lo demuestra. Fantástica. Tiene muchas así. La he escuchado completa ya tres veces. Suena casi como un órgano en la paráfrasis del coral, y escuchar ese fragmento en una Iglesia con buena acústica debe ser apoteósico. Cuando oyes Liszt siempre tiene uno la impresión que el propio instrumento se le hacía pequeño. Los Stenway de ahora bien seguro que aún los pondría patas arriba…con lo que debe costar!
6.- Lo de la BWV 163 y Buchenwald mejor dejarlo para otro día. Aún se va a liar.
7.- Por último. la cantata es tremendamente…buena!
The end. 🙂
1.- Pues no tengo ni idea. Ha sido una apreciación mía (y ya me gusta que no la desmientas) que me ha ha venido a la cabeza con el fantástico Preludio de Liszt, pero ni siquiera sé si Bach llegó a saber nada de Purcell. Y vete a saber si no hay una raiz común.
2.- El «Jesus meine Freude» del oboe es el del himno luterano; la música no es la de la famosa cantata de Bach, de modo que puedes reafirmar tu naturaleza de bastante más que normalito con tada convicción.
3.- No tenía el gusto de haber oido de ese pianista, pero la muestra es de cuidado… Ni tampoco al tal Anders J. Dahlin del aria, que déjale correr.
4.- Sólo 43 variaciones, debía tener un dia flojo. O era para un anuncio del Licor 43.
5.- Seguro que Liszt es para paladares exigentes, por eso lo tengo pendiente 🙂 Y creo que hay que oirlo a dosis, y con guía.
6.- Me gustó el comentario de Gardiner, busqué una foto de Buchenwald, salió la frasecita (que, manda h…), luego me entero de la cantata de Bach con ese título, y me parece que he liado el apunte, pero bueno.
7.- La cantata es una pasada, y el coral, me permito coincidir con Gardiner, es de meuerte. Y de los que las mata callando.
8.- (Por ser más) . En los EBNDCD siempre acaba saliendo piano (y siempre apareces tú, claro 😀 ). Supongo que Bach debe ser el músico más transcrito al piano de la historia.
9.- THE
10. END (por redondear)
🙂
Aclaratorio a mi punto 4. Es al revés, Liszt era el suegro de… 🙂 Un desliz. No se si hacía falta pero me quedo tranquilo. 🙂
A primera hora del matí he quedat emocionada i commoguda amb el primer track de la cantata. L’he escoltat vàries vegades. És la repera. I ha arribat després d’uns dies en que a casa (per tradició familiar) hem sentit la Passió segons Sant Mateu i fragments de la de Sant Joan. O sigui, tinc el cap ple de Bachhhhhhhhhhhhhhh!
Confesso la meva ignorància: no tenia idea que l’hagués reutilitzat al Credo.
Demà ens dedicarem a Liszt…perquè ja ho diu en J.O. «hay mucha tela»!
Així m’agrada, commocionada com jo per aquest(a) 😉 coral. Hi ha molta teca, que la tercera ària es preciosa, i les obres de Liszt molt interessants, però aquesta «cosa»… els pels de gallina, i si la imagines a un concert… I el nen tenia 29 anyets.
Tampoc jo he pensat immediatament a la Missa en Si senyor; m’era familiar, però no sabia de que. A la cantata es més senzilla, i encara emociona més. Aquest bon senyor no deixa de sorprendre’ns, oi?
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