Angela Denoke canta Weill en el Liceo

Angela Denoke habla de «Two lives to live», el recital dedicado a Kurt Weill que presentó en 2011 en el Festival de Salzburgo y que llega el próximo martes al Liceo:

Mis músicos de jazz y yo hemos preparado unos cuantos programas sobre compositores populares obligados a abandonar Alemania durante la época nazi. La música de Kurt Weill nos interesó particularmente porque él parecía tener un talento especial para adaptar su música a los países en los que vivía, manteniendo al mismo tiempo su propio y personal estilo. Así, en Francia compuso canciones como «Youkali» al estilo de la Chanson francesa, mientras que en América compuso clásicos del jazz como «Speak Low» y «My Ship». Pensamos que era especialmente interesante contrastar sus canciones alemanas, aquellas con textos de Bertold Brecht, con las americanas.

 Para que el programa tuviese el carácter y los contrastes que queríamos, lo dividimos en dos partes. La primera parte las canciones alemanas, y la segunda las americanas. Intercalados entre ellas, leo textos de cartas entre Weill y Lotte Lenya, que mantuvieron una relación única, unas veces conmovedora y otras hilarante, bien documentada en estas cartas. No hemos ordenado las cartas cronológicamente, sino por temas, con el fin de representar adecuadamente su inusual historia de amor y su relación con las canciones presentadas. Tengo la clara sensación de que los textos hablados acercan más las canciones a los oyentes, al permitirles una pequeña mirada en la vida de esta extraordinaria pareja.

Al hacer el programa para un recital, tengo una enorme libertad que normalmente no se me permite. Puedo buscar canciones y textos que me interesen y emocionen a mí y, espero, a mi público. La música de Kurt Weill es siempre viva e interesante, y me parece que no ha recibido de los amantes «serios» de la música el reconocimiento que se merece, como lo recibe, por ejemplo, Richard Strauss. Queríamos mostrar que su música se puede presentar de una manera nueva. Las canciones tienen un enorme potencial y pueden ser interpretadas de muchas formas. Por supuesto, hay una larga tradición de actrices y cantantes interpretando estas canciones, pero queríamos hacer una mezcla de canción artística y chanson porque, al final, son también las melodías, las armonías y los ritmos los que hacen las canciones tan interesantes como su contenido político y, en el caso de las canciones americanas, como valiosas para el espectáculo.

Los “jazzmen” que acompañan a Denoke son Tal Balshai, piano y Norbert Nagel, saxofón, clarinete y flauta; en el Liceo, la lectora de las cartas será María Miró. Este es el programa del concierto ofrecido en L’Opéra de Lille, idéntico al anunciado aquí, con las letras traducidas al francés. Podemos escuchar ahora a Angela Denoke en un par de canciones de cada parte, procedentes de una grabación publicada en 2012: Wie lange noch y Nana’s Lied, letras de Mehring y Brecht, y My Ship y la popular September Song, letras de Gershwin y Anderson respectivamente.

Su especial timbre y el no muy adecuado auditorio jugarán en contra de Denoke, pero un auténtico artista puede con todo. En cualquier caso, ella sobrevivirá

y alguno de nosotros se llevará más de una sorpresa al descubrir a Weill tras September song o la gran Speak low.

Ava Gardner (con la voz de Eileen Wilson) y Dick Haymes en la película One touch of Venus.

Más sobre esta última canción y el musical al que pertenece, en El blog de Atticus. Y el recital de Denoke hace dos años en Frankfurt en In Fernem Land.

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Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
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10 respuestas a Angela Denoke canta Weill en el Liceo

  1. rexval dijo:

    Ya tiene rival Ute Lemper en el repertorio de Weill. Encuentro que Denoke es mejor cantante, pero que Lemper es mejor actriz. Una vez vino a València precisamente con canciones del judío alemán. Una especie de cabaret berlinés, chançon francesa y de song americana. La calidad iba bajando en ese orden. Su obra alemana, sobre todo con Brecht, la encuentro mucho más interesante que la americana, convertido en compositor totalmente comercial y sin la carga política anterior. Supongo que las circunstancias mandarían y el hombre tenía que comer,

    Me da la impresión de que cualquier actor americano se pone a cantar en las películas, sobre todo musicales como «Chicago» donde el protagonista masculino de cuyo nombre no me acuerdo ahora, lo hacía bastante mal. Mucho mejor las señoras. Incluso bailaba todo el mundo.

    Denoke, que no necesita micro como Lempe, tiene el problema de que su voz operística no encaja con las canciones ligeras de la fase americana de Weill. Recuerda un poco a M. Cballé cantando «Hijo de la luna». No le pegaba ni con cola. Su voz era demasiado grande para algo tan poco exigente. Le quedaba mejor a Ana Torroja de Mecano con su débil voz.

    Sobre los músicos alemanes que tuvieron que exiliarse a EEUU no todos hicieron lo de Weill, es decir, rebajar el nivel hasta lo más comercial, incluyendo música para películas. A Shönberg le dijeron que si quería hacer bandas sonoras o componer musicales y canciones que debía de olvidarse de su estilo y adpotar el americano. A diferencia de Weill, se opuso. El resultado lo vemos ahora. Mientras Schönberg tiene una obra importante en el catálogo de lo clásico, Weill queda limitado a su fase alemana. Su música comercial americana serviría para el entretenimiento, pero no creo que pase a la historia.

    Pero de todo tiene que haber y hay que comer.

    • José Luis dijo:

      Por lo que dices, lo que hizo en Valencia es parecido o igual a lo que hará aquí. Coincido en que a Denoke no le va mucho la canción de musical americano. Tampoco me gusta mucho su timbre, y el LIceo no es un cabaret ( o sí… ) Veremos que pasa con el directo.

      En cambio no coincido en eso de que las canciones de su época americana no pasaran a la historia. A ver que te parece esto:

      • rexval dijo:

        Suena tan American que no recuerda a Weill. A años luz de la etapa alemana donde empezó siguiendo a Berg. ¡Menudo cambiazo!

        El ejemplo que pones está muy bien, pero no toda la etapa americana es así. Tiene cosas «a lo Bustamante».

        No sé si fue en tu blog o en otro lugar. El caso es que leí que Weill era muy camaleónico y se adaptaba a la música del país con mucha facilidad. Lo que has puesto es un buen ejemplo.

        Como te dije antes, el jazz me gusta. Lástima que no lo suelan poner en la radio ni en la tele.

        Hablando de cabarets, la peli «Cabaret» tiene unos números fabulosos que no me canso de ver y escuchar.

        Lo que me gustaría sería acceder a algún lugar donde escuchar cabaret berlinés intelectual de entreguerras. Solo conozco a Weill, pero deben de haber más cosas.

        Yo no me cierro a nada, aunque tengo mis preferencias claro.

    • José Luis dijo:

      Añadir que los musicos de jazz no suelen tener mal gusto al escoger las canciones de su repertorio.

      • rexval dijo:

        Los músicos de jazz son, por lo general, buenos músicos. Saben interpretar una partitura y hace cosas de calidad. No son Bustamante and cía. Hay quien dice que el jazz es la música clásica del XX. A mí me gusta bastante aunque no estoy muy metido en ella.

        • José Luis dijo:

          Seguro que Weill haría cosas alimenticias, y el mundo de Brecht no era el del musical, pero un compositor no puede olvidarse de lo bueno que es. Lo que quería resaltar, algo que tú ya dices, es que cada canción requiere su tratamiento.

  2. Josep Olivé dijo:

    El saber estar, el buen gusto, la personalidad y la dignidad volvieron a hacer acto de presencia ayer en el Liceu después de haber dejado alli todo lo contrario la verdulera del viernes pasado. Es que lleven el mismo nombre no se si es el destino o la casualidad.

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