Minueto en Sol menor, BWV Anh 115, que siendo un BWV sería de Bach si no fuese porque la abreviatura «Anh» nos remite al apéndice («Anhang») del catálogo de sus obras, en el que, además de las perdidas y fragmentarias, se incluyen las de dudosa o errónea atribución. Y aunque hoy todavía sea la norma adjudicar a Bach ese popular minueto, desde mediados de los 70 se sabe que su autor no fue él, sino un organista de Dresde contemporáneo suyo llamado Christian Petzold.
La obra se halla recogida en el Pequeño libro de Anna Magdalena Bach, para ser tocada “da capo” con su hermano mayor, el Minueto en Sol mayor, BWV Anh 114, siendo un didáctico ejemplo de la diferencia entre la rotundidad de las escalas mayores y la melancolía de las menores (véase al respecto esta página del blog «La tabla armónica»), y material de estudio obligado para los guitarristas. Que olvidan siempre el nombre de Petzold.
Aunque el tono y el tempo sean categorías distintas, podría aventurarse que encontraremos más adeptos a escalas menores entre los lánguidos amantes de los adagios y a mayores entre los marchosos que prefieren allegros y prestos. Y también que en nuestro mundo artístico, el de aquí y el de hoy, triunfan las menores (pero no los lánguidos). Para argumentar con fundamento, contamos ahora con dos figuras: Ton Koopman defendiendo el Minueto en Sol mayor (y olvidando también a Petzold)
y Rosalyn Tureck con el Minueto en Sol menor (antes de que se supiera nada de Petzold).
Mi voto para menor y piano, auqnue mejor no tan piano. Y un recuerdo para el pobre Christian Petzold, que en Google desparece sepultado por un tocayo director de cine si no se pone al lado de Bach. Y un recuerdo también para Gustav Leonhardt y su deliciosa interpretación de estos minuetos en el precioso Pequeño libro de Anna Magdalena Bach editado por Harmonia Mundi en 1966, en el que se lee que “probablemente” habían sido compuestos por Bach. Pues no. Y bien bonitos que son. Sobre todo el menor.
Ancha es mi casa 
Dos grandes clásicos del repertorio pianístico para principiantes, sí señor.
El Minueto en Sol mayor se suele tocar en el segundo año de piano. Tiene la virtud de que puede tocarse prácticamente entero con la posición de la mano cerrada (utilizando los cinco dedos de manera consecutiva); los cambios de posición, y los saltos, son muy ligeros y accesibles para manos poco duchas. También es una muy buena introducción al contrapunto (en este caso a dos voces) y al estilo de la música barroca y sus adornos melódicos característicos (apoyaturas, mordentes, trinos,..).
El Minueto en Sol menor presenta mayores dificultades para los neófitos; exige un mayor desplazamiento de los dedos (debido a los saltos melódicos) y, además, tiene dos alteraciones (dos bemoles) que requiere tocar más teclas negras del piano. El carácter más pausado tampoco ayuda a los noveles, porque demanda un mayor autocontrol y paciencia interpretativa ;-).
Aparte de lo expuesto, evidentemente ambos minuetos son dos preciosas obras. Y es que, a pesar de los años, mantienen su frescura e interés melódico -una mezcla de ingenuidad y elegancia-¡Rompo una lanza en favor del ignoto Christian Petzold!
De las versiones que propones me quedo con la de Leonhardt. Su versión historicista es muy representativa de la forma en la que se debía de interpretar la música en el siglo XVII, con recurrentes licencias improvisatorias (tanto rítmicas como melódicas). Además, toca los dos minuetos a la manera de la estructura clásica (poniendo el Minueto en sol menor donde le correspondería al trio): minueto (sol mayor)-trio (minueto sol menor)-minueto da capo, con lo que se aprecia a la perfección el contraste mayor-menor entre ambos.
Gracias por un comentario tan generoso, y por confirmar mi buen gusto, pues es sabido que lo bueno suele ser lo más caro o lo más dificil. ¡Vivan las menores! 😀
No hay de qué. Se trata de unas piezas que conozco muy bien y no quería dejar pasar la oportunidad de compartirlo. Me alegro de que haya gustado.
Por cierto, el Minueto en Sol menor no está siempre en menor. Al finalizar la primera sección modula al relativo mayor -si bemol mayor- y, a continuación, comienza la segunda sección en esa misma tonalidad, para volver a modular a sol menor en la cadencia final. Este es un procedimiento muy habitual en las piezas de la suite barroca. De este modo, lo que escuchamos, a nivel de tonalidad, es la secuencia menor-mayor-menor. Una fórmula muy querida por los compositores barrocos por su efecto dramático y fuertemente contrastante. Podemos decir, por tanto, que la tonalidad principal es sol menor pero con ese pequeño matiz.
Bueno, ha sido una buena excusa para volverlo a escuchar, pero un poco mas y desmontas mi tesis 😀 . ¿Esa modulación a si bemol es lo que pasa en 0:51?
Exacto. En la versión de Rosalyn Tureck. Se escucha en el 0:51 y, antes, en el 0:23, porque repite la primera sección. ¡Enhorabuena por ese oído!
¿Cómo dices? 😀
Yo también voto por Leonhardt. Da, para mi, la interpretación justa. Como justa (y me ha gustado mucho) es la explicación que das a la sucesión interpretativa de los minuetos (y su ejecución técnica), formando una auténtica ària (pianistica) da capo.
Alguna cosa hay que inventarse para acompañar los Youtubes 😀
O sea, esto que en mis años mozos yo perpretaba al piano tampoco es de quién pensaba? O sea, que ya ni puedo decir que he hecho sonar al padre con mis deditos? Oye, los que cantan las Pasiones piensan que son de Bach? Ya no se…
Sí hombre si, que seguro que tocabas otras cosas divinas. Bromas aparte, tampoco está mal que las admiraciones se extiendan a las influencias que los grandes recibieron.
Respecto a las Pasiones, no sigas por ahí, que ya sabes lo que pasa. Aunque, ahora que pienso, puede que no hayas visto este primer capítulo de una larga historia
No, en esos tiempos áun no frecuentaba esta casa…
Y ahora los corales de la de San Mateo…Déjalo, déjalo. He empezado a leerlo y mañana lo estudio bien porque es extenso y profundo. He escuchado el primer youtube y he quedado «pasmao»…
Yo no quería, pero provocas y claro… Hay tres capítulos, y el final es muy curioso
Bingo!
Crec que la segona i tercera peça que va tocar la jubilada al piano van ser el 114 i el 115. La `partitura del BWV Anhang 114 que tinc ja diu Christian Petzold. Molt bo el comentari de luisarrio.
M’agrada molt la versió pianísitca de la Rosalyn Tureck!
Quan la vaig posar em va semblar un pèl lenta; ara la he sentit amb calma (sense teclejar a l’hora…) i em sembla molt bona com dius, molt melòdica i mecànica a l’hora, amb aquesta forma d’escurçar tant les notes.
El comentari de luisarrio, com una classe particular gratuïta, hi ha gent molt generosa. I que la jubilada conegués ja el nom de Petzold, ja no m’estranya gens. 😀