Concierto de La OBC y Los Planetas, concierto de descubrimientos y confirmaciones

Ayer domingo, grandísimo concierto de la OBC en L’Auditori, con muy interesantes descubrimientos y confirmaciones, táchese en cada caso lo que proceda:

George Benjamin

Compositor británico contemporáneo – 54 años, mucha fertilidad por delante-, autor de Writen on skin,  ópera considerada como la primera obra maestra del género en el siglo XXI. En 2005 acabó las Figuras de danza que esta semana  ha estrenado la OBC, una composición “moderna” y “difícil” a la que no se le puede aplicar la etiqueta de «banda sonora sin película», porque es de una expresividad que hace innecesaria y hasta inconveniente cualquier imagen. Podría ser la continuación del viaje de Holst, con La consagración de la primavera como eslabón intermedio.  Un descubrimiento  y una nueva confirmación de que la música contemporánea exige la atención exclusiva y total del directo.

Hummel

Quizá porque no era Mozart, pero su amable y agradable concierto para trompeta no pasa de ser un muy amable y muy agradable entretenimiento.

La pequeña OBC

Formación muy reducida después de las necesidades de Benjamin, es sensacional la elegancia de las cuerdas.

Mireia Farrés

Era público y notorio que tenía otras virtudes además de la de tocar muy bien la trompeta. Todo se ha confirmado, y algunos hemos descubierto que además es muy alta y muy simpática. Y se nota que le gusta el jazz.

Astor Piazzolla

El pasado jueves no desmereció en el Palau después del final de la Kreutzer. Hoy ha vuelto a ser la propina una composición suya, Oblivion, y la trompeta de Farrés ha descubierto cosas que no se escuchan con el bandoneón: Piazzolla de protagonista, ya, por favor.

Holst

Desde luego, en Los Planetas se escucha a Rimsky-Kórsakov y a Wagner y a otros muchos, pero parece como si los autores de bandas sonoras hubiesen decidido exprimir la suite. Guerras de galaxias, violines de amor, hobbits y espadachines, todos los planetas aprovechados, quizás porque en ellos se resume mucha de la música que se había escrito hasta entonces.

La gran OBC

Impresionante interpretación. Y el resto serían veinte variaciones sobre el tema.

El coro femenino del Coro Lieder Càmera

Brevísimos segundos de perfección, han cantado el final de Neptuno desde las alturas del anfiteatro de L’Auditori, y sus voces parecían venir del cielo y de todas partes. Y se han ido perdiendo en el infinito, seguramente limitándose a ir saliendo del recinto, pero el efecto ha sido maravilloso. Se han asomado para recibir sus merecidos aplausos.

Jaime Martín

El bombazo, junto con Benjamin. Todo lo antedicho pasa por el magnífico trabajo de este flautista  asturiano cántabro que sólo lleva cinco años como director de orquesta, actualmente titular de la de Cadaqués pero llamado a mayores.  Con su recia humanidad bien asentada en el podio,  dirige con todo el cuerpo, es decir, con toda el alma, con movimientos y gestos precisos, naturales, expresivos, con los necesarios y con los suficientes, dominando a la orquesta y subyugando al público, que ha demostrado seguirle al contener los aplausos y permitir que el sonoro silencio en que acaba Neptuno se prolongase todo lo que él ha querido. Mirarle era descubrir nuevos ritmos y vaivenes en la música. Y su expresiva gestualidad no es un adorno:  La orquesta ha estado sensacional, al máximo y gran nivel con que de cuando nos obsequia. Con Benjamin es difícil opinar, pero Hummel y Holst han sonado tan bien, que la importancia de la dirección de Jaime Martín ha resultado evidente. Grandes aplausos y un reconocimiento que él ha insistido en traspasar a la orquesta.  Ojalá repita pronto y a menudo.

no todas menos importantes

Los aplaudidores extemporáneos

Se ha confirmado que, entre las variedades de aplaudidores extemporáneos que nos asolan, el más odioso no es el que bate palmas alborozado cuando cree que ha acabado una obra, demostrando más entusiasmo que prudencia, sino el que se precipita a demostrar que ahora, sí, ahora es cuando toca, y él ya lo sabe, y está muy interesado en demostrar que lo sabe y que está encantado de saberlo y de haberse conocido. Un pescozón para el primero, fuego eterno para este otro, que hoy se ha cargado el final de la obra de Benjamin. Afortunadamente, el ya comentado gesto autoritario de Martín nos ha salvado el de la Suite.

Los Turnos

Si el sábado no estuvo bien la cosa, y hoy ha sido indiscutible, quizás será por falta de ensayo. Convendrá amarrarse al turno dominical.

Los horarios

Empezando media horita antes, las obligaciones fisiológicas y familiares no impedirían prolongar en una buena y combativa tertulia el placer de estas mañanas dominicales.