El Canto de las Sirenas (XXXII) – En ópera, Haydn no es Haydn

Pietro_Tavaglio_para_LIncontro_improvviso (Haydn)

El pulso dramático de gran narrador, o novelista, de Haydn, se advierte en toda su obra, en sus grandes sonatas finales para piano, en sus cuartetos, sinfonías, misas, oratorios. En todo, excepto en la ópera, según se opina con cierta unanimidad. En ese género Joseph Haydn encontró, igual que le sucedió posteriormente a Franz Schubert, o a Robert Schumann, su gran escollo. En palabras de Giuseppe Carpani: «Haydn in teatro non é piú Haydn». Quizá sea éste el punto de máxima deficiencia que ofrece en comparación con su gran contemporáneo y rival, W. A. Mozart. Éste no tuvo ninguna línea de sombra.

Y sin embargo esas óperas no son desdeñables. Tienen valor siempre que no las parangonemos de manera sistemática con las mejores de Mozart o de Gluck. El mundo de la luna es una deliciosa opera buffa con libreto de Cario Goldoni, en la cual se provoca, en un adinerado crédulo con tres hijas casaderas, Buonafede, un engaño peculiar: el astrónomo, un antecedente en forma burda del filósofo Don Antonio de Cosí fan tutte, ha logrado conectar y comunicarse con la corte lunar, que se reproduce en un acto de la obra: teatro dentro del teatro a partir de un engaño semejante al de la ópera mozartiana, aunque de propósito mucho menos ácido y descarnado.

Hay pasajes hermosos en el tercer acto de Armida, cuando se describe el bosque encantado de la epopeya de Torquato Tasso, Gerusalemme liberata, donde el héroe cristiano Reinaldo se pierde en su huida de la hechicera que le tiene embelesado, Armida, al servicio de los musulmanes.

Y en La isla deshabitada se describe de forma muy convincente, en el libreto y en la música que le acompaña, el despertar de confusas sensaciones adolescentes en una muchacha que por vez primera conoce un varón que le despierta sentimientos amorosos. Un Cherubino en versión femenina.

Son recuperables esas óperas, y hasta pueden y deben representarse como de hecho ya se está haciendo. Pero no se pueden comparar con el resto de la producción haydniana.

______________________________________________________________

Todo lo que en estas páginas aparece en este color verde, son citas literales del libro El canto de las Sirenas de Eugenio Trías; en negro están los ajustes gramaticales, lo resumido y todo lo que proviene de su texto. Y en este azul, lo añadido, comentarios propios y definiciones o explicaciones de terceros, a menudo de la wikipedia.

Acerca de José Luis

Las apariencias no engañan
Esta entrada fue publicada en El canto de las sirenas y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

14 respuestas a El Canto de las Sirenas (XXXII) – En ópera, Haydn no es Haydn

  1. !desde luego este chico es un fenómeno! !!!BRAVO!!!! ::::::D:::::::D……D

    ,

  2. Perdón ,pero aqui es donde se pone de manifiesto que mi memoria !no es la que era!:::)

  3. Murani dijo:

    Acabo de leer este artículo del año 16 (ya llego un poco tarde) y me quedo un tanto desconcertado; ancha será la casa pero la mente, a veces, un poco estrecha. Comparar a Haydn con Mozart es lo mismo que comparar a Mozart con Haydn, puede o no tener sentido: Haydn que era ¡25 años! mayor que Mozart sin embargo estuvo siempre a la vanguardia y fue la inspiración continua del genio de Salzburgo. En el campo de la ópera, no sólo fue un genio innovador sino también el mayor retratista psicológico de personajes, más profundo e introspectivo que Mozart y Gluck en general, más vital, audaz y poseedor de un instinto dramático y una energía más potentes que hacen que sus óperas culminen en unos finales de acto incomparables, a los que Mozart por su menor instinto sinfónico no llega ni por asomo, salvo el Finale del 2º acto de «Don Giovanni». Comparar la producción operística de Haydn con la de Mozart sería muy sencillo: la del genio de Rohrau es una colección de títulos siempre brillantes, plenamente acabados en un crescendo evolutivo, mientras la de Mozart es una sucesión contínua de altibajos, sobrevalorada y mitificada hasta extremos a veces un tanto ridículos, y ya no hablo de los «semi-fracasos» de óperas hiper- valoradas para el verdadero mérito que tienen, como son «Idomeneo», «Cosí fan tutte» o «La Clemencia de Tito», tres patinazos en toda regla: la primera lenta y sin pulso dramático alguno, la segunda artificial ¡MÁXIMA!, inexpresiva y bastante cursi (y no hablo del libreto que raya en lo criminal), y la tercera «ni chicha, ni limoná» como reza el dicho popular. Decir, como hacen muchos (no va por tí) que «Cosí fan tutte» es una obra maestra de una supuesta trilogía es un disparate antológico, y me sumo a los juicios de Beethoven y Wagner sobre este «despropósito musical».
    En definitiva, hablar de Haydn siempre son palabras mayores, es ese genio del que todos tienen una opinión pero al que la mayoría desconoce, y sin embargo es el néctar que sólo pueden paladear los músicos auténticos.

    • José Luis dijo:

      Gracias ante todo por tu respuesta.

      Una de las razones por la que la casa se las podría dar de ancha es por acoger todas las opiniones, mal podrías criticar su mente cuando no es su opinión sino la de Eugenio Trías la que se lee aquí. Pero tampoco creas que me rechina mucho, salvo quizás un tono un poco despectivo que comprendo puede molestar. De Haydn conozco sus sinfonias mas famosas, los cuartetos, La Creación, las Estaciones y algunas piezas sacras, con lo que me sobra para tenerle en un pedestal. Pero en lo poco que he oido de sus óperas (ninguna completa y en directo como para valorar el efecto de su estructura) no hay nada que supere a Mozart, y aún admitiendo que pudieran ser excelsas no veo qué necesidad hay de desvestir a un santo para vestir a otro. Doctores tendrá la ciencia, pero Cosí fan tutte me pareció gloriosa desde la primnera vez que la escuché, en unos lejanísimos años en los que era poco dado a la ópera y en ausencia de la influencia de prejuicios de terceros (en ese terreno). Hoy sigo disfrutando muchísimo de ella y de sus magníficos cuartetos. Prefiero Fígaro, prefiero Don Giovanni y prefiero La flauta mágica, pero la cuarta, para mí, Cosí fan tutte.

      ¿Hay algo en las óperas de Haydn que supere esto? Puede que Trías se pase aquí, no tengo formación para valorarlo, pero juraría que son muchos los expertos honestos y libres que podrían discutir tu descalificación de esa ópera, aunque seguro que muchos (el mismo Trías) coinciden contigo en que Haydn es plato para paladares exquisitos.

    • José Luis dijo:

      Acabo de buscar otro youtube de L’isola desabitata para sustituir el anterior, eliminado, y me he encontrado con una preciosidad. En lo que sin duda tienes toda la razón es en que las óperas de Haydn no se escuchan ni representan todo lo que se debiera.

  4. Murani dijo:

    Yo no quiero desvestir un santo para vestir a otro, estoy de acuerdo en algunas cosas con Trías y es respetuoso con Haydn, como no podía ser se otra manera, pero echo en falta argumentos sólidos para calificar obras o géneros que claramente se desconocen. Yo estoy en la línea de los que han descubierto al Haydn operista, como Dorati, Harnoncourt, Landon, Fisher, Bartoli, Auger, Petibon y tantos otros que han resucitado este genial legado.
    Para mí entrar en una competición con tres vídeos de Mozart puede ser un juego entretenido o una anécdota pues también tendría otros tantos insuperables, como dices, de Haydn a quien Mozart amaba y respetaba por encima de todos. Que uno guste más que otro es lo normal y entra en las categorías de preferencias personales, siempre muy respetables, pero considero que Haydn es tan interesante o más que Mozart incluso en el terreno lírico, esa es mi opinión y mi vivencia personal. Admiro su energía, su lirismo, su introspección psicológica, sus fuertes contrastes, su verdad dramática, su fuerza acumulativa, su ambigüedad psicológica moderna, sus maravillosos finales de acto y su espiritualidad.
    Sé por experiencia que los juicios aparentemente negativos sobre Mozart se convierten automáticamente en una especie de ataque personal; yo no le puedo quitar el mérito a Mozart, es absurdo, sólo intento expresar que no era Dios, como tampoco lo era Haydn, y que ha tenido sus altibajos como todo ser humano, que no me gusta mitificar y esconder la cabeza cuando algo no tiene el valor que algunos se empeñan en darle a obras que no lo merecen y que no pasa nada ni el mundo se hunde por ello. Desde siempre he notado un sectarismo militante hacia la figura de Mozart; Lo pintaban como un genio que lo había inventado todo y que nunca hizo nada mediocre, yo también lo consideraba algo así hasta que descubrí a Haydn y desde ese momento mi perspectiva cambió; empecé a darme cuenta que todo aquello que creía una invención o genialidad mozartiana o beethoveniana (determinadas formas, giros armónicos, tipologías melódicas, novedades estructurales) ya estaba también en Haydn y nadie se enteraba, además empecé a tomar conciencia poco a poco de que la verdadera vanguardia en esa época era el tal «Haydn» y su «revolución silenciosa», un pozo sin fondo y sin duda el gran renovador de la música moderna.
    Ya lo único que me faltaba era el descubrimiento de su legado lírico, y fui de sorpresa en sorpresa, me deslumbró su capacidad melódica, sus infinitas fórmulas cadenciales, su armonía imprevisible y moderna, su pulso dramático, su energía, su humor desbordante, su dramatismo descarnado, sus recitativos temáticos en estilo «parlato» sus vertiginosos finales de acto y sobre todo su pintura de personajes, tan introspectiva y real, tan ambigua y moderna, en definitiva tan madura.
    Respecto al «Cosí fan tutte» no deja de ser una anécdota más, que cada cual la ponga en el lugar que quiera, el cuarto o el duodécimo, me es indiferente, como lo es el 85% de la música que contiene; el que disfrute oyéndola que lo siga haciendo y el que se aburra, que oíga La «Flauta Mágica» o el «Orfeo ed Euridice» de Haydn.Tú mismo en tus apreciaciones has hecho hincapié en lo verdaderamente valioso de esta ópera, los conjuntos y poco más, exactamente lo que opinaban Beethoven y Wagner, que solo salvarían una parte de la música, incluso ni eso; esto viniendo de parte de dos genios que amaban la música de Mozart es significativo, muy significativo…y no eran dos locos peligrosos anti-secta mozartiana precisamente… Como comprenderás su opinión para mi es más valiosa, con todos los respetos, que la tuya, al fin y al cabo sabían perfectamente de lo que hablaban y adoraban a Mozart. No voy a entrar tampoco en la valoración moral que me merece esta obra, no sea que la feministas modernas terminen prohibiéndola por considerarla un atentado misógino, como ya pasó con «El rapto en el Serrallo» en relación a la xenofobia y la intolerancia religiosa. No quiero alimentar a esos radicalismos, prefiero salvar a Mozart con todos sus defectos.
    En definitiva criticar puntualmente a Mozart no es atacarlo ni menospreciarlo, es un acto de libertad intelectual que también es respetable, es una posición personal, me da igual que esté más o menos extendida. Los maximalismos nunca me han gustado.

    • José Luis dijo:

      Implacable, es imposible estar en desacuerdo con una pasión y una postura tan coherente y argumentada como la tuya. De hecho la intuía, aunque convendrás conmigo que no quedaba tan clara en el primer comentario, en el que podía parecer que también tú eras un mitómano, pero de Haydn. Aunque quizás tampoco la he sabido leer. Es igual, gracias por tus valiosas reflexiones.

      Ya puestos, aprovecharemos: Tenía entendido, creo que precisamente por Trías, que el rechazo de Beethoven hacia Cosí fan tute, era más por su frivolidad que por la calidad de la música. ¿No era así?

      • Murani dijo:

        Empezamos a entendernos 👏👏👏 ¿que sería de este mundo si no hubiera polémica?…¡¡¡Que aburrimiento!!!, Además he tenido la osadía de meterme con el intocable😵😱😲😲⚡⚡💥👀¡OH DIOSES DEL OLIMPO! CLEMENCIA!
        PUES…AGARRAOS, QUE AHORA VIENEN MÁS CURVAS…😄😄 Como decía anteriormente, Beethoven muestra un rechazo y un desprecio en general hacia esta obra, de hecho empieza criticando (con toda justicia) el infame libreto y termina condenando también la música. Wagner la odiaba por frívola (no le faltaba razón), equiparándola con productos baratos italianos aunque reconocía que había buena música en ella.
        Sinceramente, y discúlpame tú y el resto del foro por lo que voy a decir a continuación, yo no entiendo tanto raciocinio metafísico que he leído en algún mensaje sobre esta obra; larga hasta la extenuación, débil de pulso dramático y de energía, con personajes que funcionan como marionetas sobre una trama insostenible y plagada de momentos tan predecibles, especialmente a nivel musical. Y…¿Donde esta el humor? Aún no he conseguido reírme con esta Cosí…Ta…
        En mi opinión (que no tiene porqué trascender a la categoría de conflicto global) «Cosí fan tutte» es una obra en decadencia que muestra un agotamiento de las fórmulas que le habían funcionado anteriormente y que ahora se resiente de artificio y cierta retórica, incluso de merma en la inspiración y la frescura, a pesar de los momentos felices que la salpican de vez en cuando. El sólo hecho de que todos los directores que la han abordado reconozcan lo sumamente problemática que resulta de cara a evitar la lentitud de acción, cortando kilómetros de recitativos para intentar insuflarle cierto ritmo, es una prueba de que algo falla, y es precisamente lo principal: «el pulso dramático». Seguramente su estado de salud y sus problemas económicos influyeron en este controvertido trabajo acometido bajo una fuerte presión para una mente que ya padecía crisis depresivas y seguramente cierta patología más severa, de ahí sus continuos altibajos.
        Yo pondría el siguiente titular para esta ópera: «Cuando Mozart no es Mozart…»
        Que nadie se moleste, este comentario no es dogma de fe… Es solo una opinión más… Eso sí…¡Con peligro de EXCOMUNIÓN!… ME VA A CAER LA MUNDIAL…⚡⚡⚡💥💥🔥🔥ME ENCANTA 😄😄😄 este mensaje se auto-destruirá en x…segundos…TIC TAC TIC TAC…

        • José Luis dijo:

          La verdad es que pareces empeñado en buscar o inventarte mitómanos para poder ejercer de iconoclasta. Aquí nadie se ha rasgado las vestiduras, o, si acaso, tú con las mentes estrechas de las que pareces esperar excomuniones. Cosi fan tutte no es la mejor opera de Mozart, pero muchas de otros no tienen ni uno de los «momentos felices» que salpican esta. Y lo mismo vale respecto a su sentido del humor, que en las óperas no suele ser nunca especialmente sutil; ya se sabe lo personal que es esto, pero yo aún me rio con Despineta y su piedra mesmérica que no me haría la menor gracia si me pusiera divino. Otro número, por cierto, también felicísimo musicalmente.

          De nuevo, la razón que puedas tener ensalzando a Haydn no necesita que te apoyes en una crítica a Mozart, por muy mitificado que esté, subrayando los aspectos negativos de una de sus composiciones. Y la insinuación de que Mozart fuese un maniaco depresivo, que me parece muy interesante y plausible, no es demasiado válida para justificar la baja calidad de una obra que jamás compondría un bipolar en fase depresiva (en las que lo normal es no levantarse de la cama), y tal como la haces («cierta» patología más severa) parece como si se la cargaras en el debe.

          Titular «Cuando Mozart no es Mozart» es evidentemente revancha del «Cuando Haydn no es Haydn». A ver si vas a pecar con Haydn de lo que acusas a los Mozartianos. Porque haber mitómanos, haylos, pero aquí, servidor y compañia, somos más bien entusiastas de todo lo que nos gusta, que no es lo mismo.

          • Murani dijo:

            No te puedo quitar la parte de razón que tienes. Puedes borrar el comentario, tienes mi permiso. Yo solo me refería a «Cosí fan Tutte», nada más, ni para desprestigiar a Mozart ni ensalzar a Haydn, ha sido un tema adyacente, sólo es una opinión, nada más, pero llevas razón en que igual me podía haber ahorrado valoraciones pues «Cosí» siempre es un tema espinoso.
            Podía haber sido más escueto, sin duda, y haber expresado lo mismo con menos rotundidad, pero me he dejado llevar por mis sentimientos y eso conlleva muchas veces que alguien se pueda ofender, He intentado darle un toque de humor para hacerlo más llevadero y abrir un debate divertido e intenso, sin enfadarse mucho.
            Con haber dicho que «Cosí» está sobrevalorada y que no me despierta interés habría sido suficiente. Bueno, lo hecho hecho está, lo que escribí en el anterior comentario es exactamente lo que me suscita esta ópera, y también que no entiendo lo que muchas personas intentan ver en ella, simplemente.
            Posiblemente lo debería hacer en otro foro donde me pueda explayar más libremente con debatientes mordaces dispuestos a plantear batalla, eso sí, sin perder nunca el sentido del humor, sería interesante y divertido, es lo que a mí me gusta.

            Por mí ya está todo zanjado y ha sido una experiencia interesante.

            Recibe un cordial saludo J. Luís.

          • José Luis dijo:

            Naturalmente no voy a borrar nada, y te agradezco que me des mi parte de razón, no es muy habitual. No me ha molestado tu opinion sobre el Cosí, sino que nos tratatases de fundamentalistas mitómanos, o eso me ha parecido. Pero por lo que dices no he sabido interpretar tu intención. No es facil transmitir (o leer) bien las ironías ni con ayuda de monigotes. En todo caso, tampoco yo estaba enfadado, pero releo mi final y lo parece. Bueno, tampoco tiene más importancia, y yo he aprendido alguna cosa, incluido que del Cosi, cierto, siempre recuerdo lo mismo… Desde luego, puedes seguir por aqui siempre que quieras, otra cosa es que encuentres opositores tan mordaces y beligerantes como quisieras

  5. Josep Olivé dijo:

    El rechazo de «Cosi fan tutte» (y en general de casi todas las óperas de Mozart excepto «Don Giovanni») creció y se prodigó en toda la época romántica. No casaba con los «altos» valores románticos: pasión, trascendencia, sublimación del arte (y del artista). Pero ese tiempo ya pasó y hoy podemos escuchar las músicas de las distintas corrientes del pasado con la distancia suficiente como para entender su ubicación y lo más importante, su misterio. «Cosi fan tutte» esta en la actualidad en todo repertorio de teatro de ópera que se precie de tener un mínimo prestigio. No es más que una simple y sencilla evidencia. La han dirigido y la dirigen todos los grandes maestros de la dirección musical y escénica. Otra evidencia no menor. Y su temática no tiene nada de frívola, tal vez lo sea en apariencia, pero hay un trasfondo triste, descorazonador y trágico, hay una agria sátira para con las relaciones de pareja que estremece y que te deja con un sinfín de interrogantes. No llegar a detectar lo que acabo de escribir es no ver «Cosí fan tutte» y quedar muy en la superficie. Y es que si Da Ponte tenía un día de «mala leche» al escribir el libreto, bien que la tradujo Mozart en el pentagrama.

    Y es que, para los románticos del pasado, era frívolo todo lo que no era romántico. Craso error, que solo el tiempo supera. Las creaciones de ópera de Mozart es un maravilloso mundo, musical y escénico, incomparable. Hay que leer mucha literatura sobre las óperas de Mozart, yo lo he hecho, y no hay nota escrita en el pentagrama que no tenga una idea, una intención, un motivo, un efecto y una causa. Y ningún otro compositor ha traducido en música con tanta clarividencia y certeza las verdades y las mentiras, las virtudes y las miserias de la condición humana.

    • José Luis dijo:

      Segundas lecturas serias se pueden sacar a las mayores tonterías, y desde luego el Cosi puede verse como una satira de las relaciones de pareja, pero su destino y conclusión no deja mucho lugar a la interpretación: «Ripetete con me: Cosi fan tutte.» Otra cosa es que no solo de seriedad viva el hombre, y que tengas también razón en que las rigideces de cualquier corriente llevan a rechazos muy lamentables.

Replica a Murani Cancelar la respuesta