Abends, will ich schlafen gehn,
vierzehn Engel um mich stehn:
zwei zu meinen Häupten,
zwei zu meinen Füßen,
zwei zu meiner Rechten,
zwei zu meiner Linken,
zwei die mich decken,
zwei, die mich wecken,
zwei, die mich weisen
zu Himmels Paradeisen!
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Cuando al anochecer voy a dormir, catorce ángeles guardan mi cama, dos en la cabecera, dos en los pies, dos a la derecha, dos a la izquierda, dos que me arropan, dos que me despiertan, dos que me conducen a las puertas del paraíso! |
Catorce ángeles guardan mi cama, dice la oración vespertina del Hansel y Gretel de Humperdinck, o, más exactamente, el texto de su hermana, que suyo fue el libreto sobre el cuento de los Grimm. Aquí -cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos guardan mi alma- con uno por esquina nos bastaba, de modo que, o los niños alemanes son más temerosos, o corren realmente mayores peligros, o sus angelitos son unos flojuchos. Porque, camas de catorce esquinitas, parecen muy impropias de la racionalidad teutónica.
Pero luego lees todos los versos de ese precioso Abendsegen y resulta que, además de otros cuatro para los laterales, tienen dos más para arroparles, otros dos para despertarles y una última pareja para conducirles al cielo, es de esperar que en sueños. No se están de nada, pero cantando tan bien, se lo merecen.
Y sin cantar, también
Una ópera preciosa!
Pues tendré que ponerme. No hace demasiado que me enteré de la existencia de ese Engelbert Humperdinck; sólo sabía de este otro que resultó haberle copiado nombre y apellido
Déjalo todo y escucha una joya de 10 minutos… Gruberova (en sus años de gloria bendita!), Fassbender y Solti dirigiendolas.
En 49:50: «The littel Sandman have I, sh!» a lo que sigue el absolutamente maravilloso interludio que encumbra el sueño de Hansel y Gretel, con especial cuidado de los ángeles…y así hasta 01:02:11. Escucharas Humperdink, si tu mente se irá con Wagner, porque es que lo lleva en brazos, y verás escenas a lo Bergman en su maravilloso inicio de la Flauta Mágica.
Hecho esto no tardaras en verla entera! Una joya absoluta!
…y tu mente…
Estoy en ello, desde el principio, después de escuchar el pasaje que decías.Voy por el Hocus Pocus, cerca del final. Una vergüenza no conocerla. De-li-cio-sa. He escuchado a Beckmesser, el Parsifal y hasta una Valquiria. Las partes orquestales son como un Wagner amable y cinematográfico. La produccion es además estupenda… una joya, muchas gracias, de verdad.