Antes de la Chica de Ipanema y de la Samba de verano, el mar ya estaba presente en el nacimiento de la bossa-nova de la mano de Roberto Menescal, que entre 1960 y 1961, con Ronaldo Bôscoli como letrista y compañero de festivas pescas en un barquito llamado Thiago III, compuso Nós e o mar, A morte de um Deus de sal, Mar, amar, y, con esa embarcación en mente, O Barquinho, una graciosa y sencilla pero estupenda canción que puede considerarse como uno de las principales representantes de la bossa-nova original.
En Brasil, la más apreciada entre sus primeras grabaciones fue la de Maysa Matarazzo, que vivió luego un apasionado romance con Bôscoli. Posteriormente se escuchó mucho la de Nara Leão, compañera de Menescal hasta poco antes de que la escribiese, con una voz más suave y una languidez hoy característica de aquella nueva música. Pero la interpretación que la lanzó al mundo fue la de Joao Gilberto, en un disco titulado con su nombre publicado en 1961, el tercero de sus esenciales -tras Chega de saudade y O Amor, o Sorriso e a Flor- con los trombones que dispuso Tom Jobim para lograr el sonido de la sirena que el cantante dictó.
Dia de luz, / Día de luz
festa de sol / fiesta de sol
e o barquinho a deslizar / y el barquito deslizante
no macio azul do mar. / en el suave azul del mar.
Tudo é verão, / Todo es verano
o amor se faz / el amor se hace
num barquinho pelo mar, / en un barquito por el mar
que desliza sem parar, / que se desliza sin parar,
sem intenção, nossa canção / sin intención, nuestra canción
vai saindo desse mar / va saliendo de ese mar
e o sol beija o barco e luz, / y el sol besa el barco y la luz,
dias tão azuis. / días tan azules.
Volta do mar, / Alrededor del mar
desmaia o sol / se desmaya el sol
e o barquinho a deslizar / y el barquito deslizante
a vontade de cantar. / la voluntad de cantar.
Céu tão azul, / Cielo tan azul,
ilhas do sul / islas del sur
e o barquinho é um coração / y el barquito es un corazón
deslizando na canção. / deslizándose en la canción.
Tudo isso é paz, / Todo eso es paz,
tudo isso traz / todo eso trae
uma calma de verão e então / una calma de verano y entonces,
o barquinho vai, / el barquito va,
a tardinha cai, / el atardecer cae,
o barquinho vai. / el barquito va.
Una buena interpretación de la estadounidense Karryn Allison, clásico jazz-bossa con un poquito de scat,
Guinga, extrayendo resonancias insospechadas de la canción,
y una versión instrumental, con el propio Roberto Menescal en la guitarra, medio siglo después de aquellos paseos en el Thiago III
Reconozco que la canción es estupenda (ya ves, no soy rencoroso); pero en cuestión de melodías navieras dame “La barca” de Roberto Cantoral (que hasta el brasilero Veloso se dignó interpretar).
Una prueba de tu sabiduria, aunque traigas esta barca pasando por el Pisuerga
Karryn Allison, es la versión que más me gusta ,aunque me resulta muy melancólica. Todas estas canciones brasileiras tienen su “aquél” (además ,le gustan al jefe) U.A.y adióooooos 😀
Ya sabes que el jefe es adagioso 😉