El blanco de la franja central de la bandera de India simboliza oficialmente la pureza y la verdad (“el camino de la verdad para guiar nuestra conducta”), pero es también popular y universalmente el color de la paz. Y si dos y dos son cuatro, paz más India es Gandhi. Que además, o seguramente por ello, iba siempre de blanco.
No sé si habrá algo de imposición patriótica o si sólo los turistas tan descreídos como yo desdeñarían sin avergonzarse la visita al Raj Ghat (Patio real), el lugar en donde fue incinerado, pero el hecho es que debe ser una visita obligada en Delhi, y para allá nos llevaron también el primer día.
El memorial, pues no se trata de su tumba sino de un monumento conmemorativo, se halla en el centro de un enorme y cuidado jardín, en un foso cuadrado al que se puede acceder desde cuatro puertas o contemplar desde la parte superior subiendo unas rampas,
Fotos de Borja y Ramón
y es una gruesa losa de mármol negro con un farol en el que permanentemente arde una llama.
Mientras lo visitábamos, unos hombres que no parecían funcionarios limpiaban el monumento, y otros empezaron luego a poner pétalos encima de la losa, que seguramente acabaría como se ve en la foto de la izquierda. El guía nos hablaba en un tono que parecía denotar un gran y auténtico respeto por la figura del Mahatma, por quien, nos dijo como si fuera algo excepcional, se habían guardado tres días de luto nacional cuando fue asesinado.
Sobre Gandhi y los indios, escuche hace muchos años por la radio una opinión muy interesante. No recuerdo quien, decía que ese pueblo no era precisamente pacífico sino todo lo contrario, y que si la actitud de Gandhi y su política de no violencia había destacado era precisamente por eso, porque no era la habitual. Lo argumentaba bien, poniendo el ejemplo del seny de un catalán, que podría arrasar en cualquier lugar antes que en Cataluña, donde era corriente. O al menos, no tan raro.
Repensada ahora, después del viaje y con algunos años más, esa teoría me parece que podría ser aceptable para los implicados en asuntos políticos, en los que desde luego ha habido mucha violencia, pero no necesariamente para el pueblo, que, si fuera violento, con tanta penuria y tantas religiones, tendría a su pais en un baño de sangre. Y no voy a cambiar de opinión sólo por la mirada que me dedicaron al cruzarse ante mi cámara cuando estaba haciendo fotos en una aldea.
También ha sido al volver, preparando esto, cuando me he enterado de que en ese Raj Ghat está el kilómetro cero de India. Puede que lo explicase nuestro guía, que por cierto se llamaba Raj, porque a menudo me alejaba del grupo para hacer fotos (con tan poca cortesía como tiempo disponible para éllo) y me quedaba sin oírle, pero lo saco aquí porque hablar de carreteras me da pie para poner estos graciosos cochecitos que me recordaron los pequeños Opel que se veían por Barcelona a mediados del pasado siglo. Estos son blancos, como corresponde a la página,
pero el más retratado del viaje fue este negro, limpio y reluciente hasta el último pelo del último de sus multiples accesorios, cuyo chofer también nos miró malamente, con cara de perdonarnos la vida. Era un coche oficial, y luego me hicieron caer en la cuenta de que está prohibido hacer fotos a todo lo que tenga esa categoría. Un poco más y lo que se nos cae es el pelo. El poco pelo, en mi caso.
——————————————————————————————Foto de Ramón
Estas nimiedades han sido intercaladas aquí con toda la intención del mundo, como un intermezzo que nos deja los sentidos limpios y dispuestos para nuevas impresiones, porque llegamos ya a la joya de la corona, a la obra de arte más blanca, pura y verdadera de la India: El mausoleo del Taj Mahal.
El conjunto de edificios que constituyen el Taj Mahal, se halla a las afueras de Agra, en un enorme recinto por el que nos desplazamos en un par de pequeños autobuses eléctricos, ajadillos pero suficientes y muy de agradecer ya tras varios días de paseos y visitas, que los casi jubilables o jubilados somos una mayoría aplastante.
Es domingo, y además de los turistas, muchos de ellos autóctonos, lo visita también bastante gente de la propia ciudad de Agra. Nos advierten de que a la entrada hay controles de seguridad y que está prohibido entrar alimentos, y específicamente chicles, sabia medida para evitar lo que en otro caso sería lastimosamente inevitable.
Una primera puerta y un corto paseo,
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conduce a una plaza con el primer edificio importante del complejo, una enorme construcción en arenisca roja que llaman Darwazha y que es la puerta principal. Hay bastante gente, pero el espacio es tan grande que en ningún momento se tiene la menor sensación de agobio, el día es espléndido y los prolegómenos son muy prometedores, porque si esa barbaridad es el portal, cómo sera la casita… que ya se ve al fondo,
y que nos deslumbra definitivamente nada más aparecer
Y este es el panorama ante el que nos encontramos tras atravesar la puerta, registrado en el estupendo montaje que con un barrido de fotografías ha hecho Mercé y que merece ser observado a pantalla completa, como siempre pulsando en la imagen. El aire transparente y la temperatura canaria , una primera sensación inolvidable.
Foto de Mercé
Desde ahí, sesión fotográfica. Solos, en pareja, con los amigos y la de todo el grupo (que no mostraré porque alguno viajaba de incógnito), por cuenta de cada cual o a cargo de los habituales profesionales que a la salida nos las tenían ya listas, todos nos hicimos unas cuantas fotos con la gran maravilla blanca al fondo, ese regalo póstumo que el desconsolado emperador mogol Sha Jahan hizo a su esposa favorita Mumtaz Mahal, fallecida al alumbrar su decimocuarto hijo y en el que yacen ambos.
Empezamos a aproximarnos al mausoleo. En esta foto, además del perro que bebe tranquilamente del estanque se puede apreciar una curiosidad: Los minaretes fueron construidos con una leve inclinación hacia afuera, por evitar que aplastasen el edificio en caso de derrumbarse. Miden 40 metros (cada uno)
Foto de Ramón
Pero esas cosas no importan demasiado. Vamos a ponernos serios con un poco de música para acompañar el paseo. Es una opción arriesgada, pero prescindiendo de exotismos, he pensado inmediatamente en Brahms. Del Requiem Alemán, Wie lieblich sind deine Wohnungen cuyas primeras estrofas, letra y música, me parecen bastante apropiadas (tras el pertinente cambio de destinatario) para que un Sha Jahan universal exprese su anhelo por reunirse con su amada: Qué dulces son tus moradas, ¡Señor de los ejércitos!. Mi alma se desespera y suspira por las cortes celestiales…. Y para estar a la altura, versión de Otto Klemperer con la Philharmonia Orchestra.
El monumento es más imponente y bello cuanto más nos acercamos y no hay foto capaz de mostrar hasta qué punto lo es, por más que se busque su reflejo en el agua,
Foto de Ramón
o se incluyan unas flores del precioso jardín,
o se tome una imagen ya muy próxima desde el lugar que nos recomiendan como el mejor.
Imponente, majestuoso, increible, grandioso, mágico, inenarrable, fantástico, maravilloso,
Foto de Mercé
se agotan los calificativos, pero la palabra más adecuada es emocionante, y desde luego, nunca un edificio me ha producido una emoción tan intensa y sostenida, que hasta de espaldas se siente su presencia, como si el aire se hubiese impregnado de la belleza de ese suave mármol blanco. Oigo decir que se nota que es una obra de amor, y creo que se adivinaría sin conocer la historia. Tiene la misma fuerza abstracta que la música, y no me parece que saber la letra nos haya predispuesto a sentirlo así.
Estamos todavía en el jardín,
Foto de Ramón
y vamos a subir hasta el mausoleo entrando por el edificio que lo flanquea a su derecha, el Jawab o Jabaz, que se cree fue usado para hospedar a los invitados y que equilibra desde el punto de vista arquitectónico la mezquita que hay al otro lado. La verdad es que yo no tengo ojos más que para la casita blanca.
Esta es la vista al salir del Jawab, con la mezquita al fondo. El edificio es perfectamente simétrico, y sus fachadas identicas. Aquí los minaretes parecen inclinarse hacia adentro, pero son cosas de la perspectiva y de la óptica.
Nos explican que pueden reservarse entradas para noches de luna llena, y creo que todos pensamos lo mismo: Lo miraremos si hay próxima vez, que lamentablemente será que no.
No tanto como a muchos nos hubiera gustado (si no a todos), paseamos alrededor de la maravilla. Aunque no lo parezca, no estoy todo el tiempo haciendo fotos. De estas tres, sólo es mía la del minarete de abajo, que a pesar de lo mucho que los he citado no me gustan demasiado y para mi gusto hasta sobran. En el recuerdo ya se han venido abajo, hacia afuera, desde luego.
Fotos de Mercé
Hay millones de detalles, y el dedo de Raj no cesa,
Foto de Ramón
pero yo hace rato que lo he perdido de vista, y lo siento pero hay que elegir. Nos reunimos de nuevo para entrar en el mausoleo, provistos de las correspondientes polainas, y al aproximarnos a las paredes,
Fotos de Mercé
el interés se centra en su riquísima ornamentación,
Foto de Ramón
que incluye elementos geométricos, caligrafia y motivos vegetales, algunos pintados, pero también obtenidos por incrustación de piedras semipreciosas, una técnica de la que teníamos muestra en la habitación del hotel.
Foto de Ramón
Aunque estaba prohibido hacer fotos, se vió incluso algún flash sin que corriera la sangre, y los menos atrevidos disparamos sin mirar por el objetivo. Como premio a ese meritorio riesgo pude obtener este par de imágenes, la primera de la filigrana de marmol de la media pared que rodea las tumbas, a la izquierda la del emperador, enterrado al lado de su amada Mumtaz Mahal,
descansando ella en el centro, justo debajo de la inmensa cúpula del mausoleo.
Y a partir de ahí, a desandar el camino,
Foto de Ramón
volviendo la mirada de cuando en cuando para despedirnos,
antes de salir del recinto amurallado por la misma puerta por la que entramos,
de lo que Rabindranath Tagore denominó «una lagrima de mármol detenida en las mejillas del Tiempo”
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DEL PROGRAMA DEL VIAJE
Raj Gat. Después de su asesinato Ghandi fue incinerado y sus cenizas arrojadas al río sagrado Ganges, como es costumbre hindú; sin embargo, una parte de ellas descansa en un mausoleo construido en su memoria: el Raj Ghat.
Se trata de una estructura sobria en mármol negro sobre la que siempre hay una llama encendida y a la que siempre acompaña una música suave. Rodeado de magnolios, sobre un piso tapizado de hierba, es un lugar sagrado al que se accede descalzo, y los indios lo hacen con gran devoción pues allí yacen los restos del salvador de su pueblo.
Taj Mahal. Una de las más impactantes construcciones de todos los tiempos. Esta impresionante obra de la arquitectura islámica —una de las obras más bellas y perfectas de la arquitectura mundial— se localiza en la ciudad de Agra, a orillas del río Yamuna.
El Taj Mahal es un símbolo del amor, sentimiento que motivó su edificación. Fue el emperador musulmán Sha Jahan quien encargó su construcción en honor de su esposa, la emperatriz Arjumand Banu Bengum, más conocida como Muntaz Mahal, la cual murió al dar a luz a su décimo cuarto hijo. Cuenta la leyenda que, a los catorce años, cuando el emperador musulmán conoció a Muntaz Mahal, su corazón sintió la viva exaltación del amor. Cinco años después, en 1612, los jóvenes enamorados se casaron. Ella fue una reina sabia y bella, y consejera incondicional de su esposo, además de la preferida de su harén.
Abrumado por la fatalidad de no ver más a su soberana, Sha Jahan quiso rendirle este hermoso tributo, el Taj Mahal, una de las más magníficas expresiones de amor que ha registrado la historia. Así, en el año 1631, se inició la construcción de esta joya arquitectónica, que demandó veintidós años de permanente trabajo para cerca de 20.000 obreros y 1.000 elefantes.
El impresionante complejo, declarado Patrimonio de la Humanidad, está formado por un gran jardín cuadrado que se encuentra rodeado de un alto muro y flanqueado en sus esquinas por cuatro pabellones octogonales. Cada sección del jardín está dividida por senderos en 16 canteros de flores. Hay un estanque central de mármol a medio camino entre la entrada y el mausoleo, que devuelve la imagen reflejada del edificio
Sólo he visitado el sur de la India. Algún día llevaré a mi Josep para que conozca este monumento amoroso. Me has puesto los dientes muy largos.
Lo cual me halaga.
Ya puestos, procura ir con luna llena.
Sensacional José Luis.
Mañana mismo le digo al jefe que me envíe a buscar alguna documentación.
Impresionantes fotografías.
Algún día…yo lo tengo francamente difícil, pero el amor lo puede todo.
Muchas gracias, que me ha dado tanto trabajo montarlo que ya le estaba cogiendo manía y pensando que era un rollo. Habrás visto que por las fotos esta página es colectiva, pero la verdad es que el día fué buenísimo, y el Taj Mahal posa muy bien.
Los puntos suspensivos concluyen en tu Taj Mahal?
Precioso, JL!
Me gusta todo, hasta los minaretes, que de lejos, hacen que el conjunto arquitectónico sea más equilibrado*.
¿Seguro que no están inclinados para compensar la ilusión óptica? los griegos ya lo hacían con las columnas externas en el Partenón.
*Incluso estaría bien poder ver los edificios laterales para tener una vista más horizontal de todo el complejo.
Me encantaría visitar la India, todo el mundo vuelve enamorado.
Pensaba en tu respuesta profesional cuando, pobre de mí, criticaba los minaretes, y seguro que tenéis razón, tú y tus colegas contratados por Sha Jahan. Es como criticar las hojas del rábano… Respecto a la inclinación, esa es la explicación que nos dieron. Compensaciones ópticas creo que las hay en las caligrafías. Verás que he dejado un enlace con la wikipedia (muy original lo mío)
Los edificios laterales quedan tapados por la vegetación, claro, que quizá era menos alta entonces.
A mí me encanta que te haya gustado
Gracias José Luis !!! Has expresado magníficamente lo que otros pobres mortales sentimos al ver esta maravilla pero no supimos poner en palabras …. la música acertadísima !! Esto es empezar bien el día !!
Mari Carmen, la emoción flotaba en el ambiente y la palabra emoción era un murmullo colectivo. Luego sólo hay que echarle horas… 🙂 , pero si te ha gustado hasta mi provocadora elección musical, bingo.
Com sempre m’ha agradat la teva descripció del que vas veure a l’Índia… incloent el Taj Mahal, i sobretot de les sensacions que vas rebre en aquell moment «màgic». En lo que respecte als minarets, discrepo amb tu totalment….segons el meu punt de vista el Taj sense els minarets, no semblaria ni el 10% de majestuós. Crec que precisament ells, fan que la tomba central sigui reconeguda com un dels monuments mes espectaculars del mon.
Tinc que dir-te (amb veu baixa), que a mi el Taj em va decebre una mica, ja que m’esperava molt mes del que es…. potser em va agradar mes el Taj Mahal des de la llunyania i mes concretament des de el fort vermell a l’altra banda del riu. D’aprop en va decepcionar, i poder es que aquell dia els estancs estaven buits i la gentada no deixava gaudir massa del lloc (el dia abans havia estat tancat per descans setmanal).
De la Índia em van agradar els monuments, evident… però sobretot la riuada de GENT i els colors dels saris, els elefants caminant per el mig del carrer entre els millars de motos i cotxes, les vaques, els mercats, els temples, el desert, el Ganges i la meravellosa Varanasi (Benarés).
Ets el culpable de que m’estiguin tornant unes ganes irrefrenables de tornar a reviure tot això…. serà el proper destí desprès del nostre viatge frustrat al Japó amb els passatges d’avió comprats i sense possible devolució ???
Potser no hauria de haver dit res dels minarets, perquè en tot cas no son els protagonistes, però sobre tot de prop, amb el límit de les peces tan marcat, xoquen una mica amb la suavitat del edifici… i mirat les fotos a las que no es veuen, com la feta des de la porta retallada de la Darwazha…
Potser a mi em va ajudar el contrari: tenía una mica de por a trobar-me amb un cromo. I després el dia, que era meravellós, ves a saber.
A l’hotel hi havia una foto gegant de Benares, i ens vam quedar amb les ganes. I ¿teníeu viatge al Japó????!!! L’heu perdut????
SI… som uns gafes….el dia 2 de març (8 dies abans de la tragèdia), varem reservar amb AIR FRANCE 4 bitllets amb una oferta que em van oferir molt be de preu, però que la condició de la venda, era que NO es podien retornar ni canviar. Evidentment no ens tornen les peles i no volen ara per ara canviar-nos el destí sota cap concepte. Increïble ???? REALITAT.
Ara desprès del disgust que segurament ens deixara sense les vacances somiades, volem passar full i ja ho tenim gairebé assumit. Però ja estem fent plans d’algun altre destí que resulti econòmicament mes factible.
El que no podran evitar es que deixi de somiar en viatjar, i es que per mi es una de les raons per viure.
Respecte al TAJ…. poder no m’he explicat del tot be…. em va agradar i molt (però m’esperava que fos quelcom mes … i no va ser aixi). Amb això vull dir-te que per exemple tenim monuments semblants molt mes aprop i poder fins i tot mes espectaculars, com la mesquita de Casa Blanca sobre el mar… i ningú l’anomena (no es antiga, no es tampoc comparable…. però te un treball artístic molt mes elaborat).
El que deia abans…el millor record de l’Índia per mi es la seva GENT, la seva cultura, la seva manera de ser i la VIDA que surt de TOT el que abasten els ulls d’un occidental amb càmera de fotos penjada del coll. El monuments, si…. però menys. Tornarem a l’Índia…segur.
«Evidentment no ens tornen les peles» ¿Evidenment? ¿No hi ha res a fer ni en un cas així?
Coses macas, com pintures i musiques n’hi han moltes, pero que t’emocionin així no tantes, i a mí, a arquitectura, menys encara. Pero tampoc una opera trova sempre les circunstancies optimes.
Vida i art. No s’exclouen. També a mí m’hauría agradat més de la primera, més que res perque de l’altre em saturo aviat.
Quina manera de explicar-ho ,ja sembla que mi trobi,i per arrodonirho i afageixes el Requiem de Brahms,!!Quina preciositat!!! es nota que te agrada la música,i la poesia.Perque aixó es la belleça complerta.Deixat estar de xorrades amb els minarets,que en aquest monument no hi sobra ,ni hi falta res.
Ens haurás de donar clases de com explicar les coses ,omplinles de belleça. Mira si me has deixat asturada que te escrit en catalá, perque a tu sempre ho faig en castellá
MUASSSSSS iGRACIES
Angels, no voy a ganar para endocrinólogo, o sea, el médico de las gorduras como oí decir una vez. Y como encima me dices claro lo que me tienes que decir, que me deje de chorradas, y tienes toda la razón, me permito dar valor a lo que elogias. Si es por lo que me ha costado, ya puede haber salido bien, que tengo la cabeza como un bombo.
MUAAAASsssssssssssss i es un placer
I si a sobre t’ha agradat la barreixa amb Brahms, mes content encara.
Se me han agotado las palabras pero no los sentimientos; no puedo expresarme como quisiera pero el amor lo inunda todo y se hace respiración, es un milagro.
Gracias José Luis.
Gracias a tí por esos sentimientos
He anat seguint en silenci aquest interessant reportatge per entregues del teu viatge, però avui he de trencar el silenci perquè necessito dir-te MOLTÍSSIMES GRÀCIES per aquest meravellós post que m’ha fet posar la pell de gallina tan bon punt «hem» creuat la Darwazha i ha acabat humitejant-me els ulls de l’emoció d’anar mirant amb tot detall mentre «caminàvem» aquesta meravella blanca.
Un post preciós, José Luis, preciós de debò!!!
Venint d’un mestre a l’art de provocar l’humitejament ocular, les teves lloances m’alegren molt especialment. No esperis gaire de la resta, que de Taj Mahals només n’hi ha un… Una abraçada i moltíssimes gracies.
Hola Jose Luis:
Soy la profe que te dió la vara en el avión de vuelta. No habia intervenido antes porque como Ramón ya lo hacía pensé que con uno estaba bien, pero no me he podido resistir porque viendo esta aportación tuya he vuelto a sentir esa emoción y no te miento si te digo que se me han saltado las lágrimas, soy así de tonta, porque además ahora tengo la añoranza. Muchas gracias por todo este trabajo que haces pues provoca que podamos disfrutar el doble de lo que lo hubieramos hecho de no haberte tenido en el viaje. MUCHAS GRACIAS por tu generosidad al compartir esto con nosotros
Llanos
Hola, Llanos!
Ya suponía que ibas entrando por aquí con Ramón, pero verte «in person» me ha encantado, que este nuevo género de los blogs tiene cosas tan buenas como poder mantener contactos que en otro caso, seguro que ya se habrían perdido. Si encima me dices que te he hecho rememorar la emoción del Taj Mahal, ya puedes imaginarte como me siento. La verdad es que soy el primer sorprendido de la fuerza que tiene ese milagro, que hasta en fotos llega, y hasta a quien no lo ha visto. La foto «oficial» con los jardines, no le hace ningún favor, verdad?
Y no me des las gracias, que aunque me deje los ojos me lo paso como un enano, y si alguna vez acierto y hay respuesta, ni te cuento.
De vara nada, que te sonsaqué todo lo que pude y si el cuerpo resiste sacaré tus interesantísimas (y positivas!) explicaciones en una página, porque también eso fué el viaje. ¿O eran off the record?
Espero que sigas la serie, y a ver si pasadomañana ries en vez de llorar.
Por supuesto que no eran off the record yestoy convencidao que reiré como lo he hecho en muchas de ellas y en esta ha sido de emoción. Además me encanta tu entusiasmo y tu capacidad para combinar música, que toda es preciosa inclusa la quinta y el cinco me gustó mucho, video y otras hierbas.
Realmente esto es como magia, el poder seguir el contacto y no perder el valor añadido que nos podemos dar unos a otros.
Impaciente cada mañana abro el chisme, esperando ver tu obra.
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